Iain Macintosh 9y

Manchester City bajo presión vs United

Con qué rapidez pueden cambiar las cosas. Hace diez días, el Manchester United era un barco escorado rumbo a aguas tempestuosas. Luego de haber necesitado un gol tardío de Daley Blind para salvar un punto ante el West Bromwich Albion, ¿qué esperanza tenían contra el Chelsea y el Manchester City?

El City acababa de aniquilar a Tottenham y, aunque sufrió la indignidad de ceder una ventaja de dos goles en Rusia que terminó en un empate 2-2 ante el CSKA de Moscú en la UEFA Champions League, engulló a West Ham y a Newcastle como aperitivos de fácil digestión justo antes del clásico. Pero de pronto se encuentran con dos derrotas en dos partidos, y ahora el City es el que vigila nerviosamente el horizonte mientras la cubierta cruje ominosamente bajo sus pies.

El DT Manuel Pellegrini no ha sentido esta presión desde que llegó a Inglaterra en 2013. Las cuatro derrotas en sus primeros 11 partidos de liga en general fueron aceptadas como la consecuencia de un período de aclimatación, fácilmente olvidadas cuando el equipo encontró su marcha y pasó a hilar una larga seguidilla de triunfos hacia la mitad de la campaña. Pero esto es terreno desconocido para el DT chileno. Sin embargo, los seguidores del City ya han visto todo esto antes.

Es difícil no pensar de inmediato en la defensa del título que libraron a medias durante la temporada 2012-13 cuando ves el letargo en las filas del City. Después de haber ganado su primer título de la Premier League en tan dramáticas circunstancias, toda la vitalidad pareció drenarse del equipo de Roberto Mancini durante el verano. Finalmente terminaron en segundo lugar, 11 puntos detrás del United, y una derrota en la final del FA Cup ante el Wigan selló el destino de Mancini. Pellegrini sabe muy bien lo altas que son las expectativas en este club y el cuál es el castigo por no cumplirlas.

La derrota del City ante Newcastle el miércoles fue inexcusable. Aunque Joe Hart, Vincent Kompany y Sergio Agüero quedaron fuera de la alineación titular, definitivamente no eran un conjunto de jóvenes inexpertos y reservas. De hecho, las Urracas eran el equipo debilitado, con dos adolescentes y un hombre que no había jugado luego de lesionarse en 2012.

Tampoco hubo malas decisiones de parte del arbitraje para echarle la culpa. El cobro más polémico de la noche fue la decisión de Stuart Attwell de no adjudicar un penal al Newcastle cuando Aleksandar Kolarov acabó con Gabriel Obertan. Este ni siquiera fue uno de esos partidos en los que el City consigue posibilidades pero no logra convertir. El City sólo pateó tres pelotas al arco en toda la noche. Cuando terminó el partido, sus propios fans los abuchearon al salir del campo de juego, y estaban en todo su derecho de hacerlo.

Pellegrini tiene mucho que reflexionar con el partido del domingo contra el Manchester United acercándose. Hay algunas preocupaciones individuales. Las actuaciones deficientes de Edin Dzeko han dejado al City sin un punto focal más físico. Yaya Touré, golpeado por la tragedia personal, ha sido inferior durante toda la temporada. Eliaquim Mangala está encontrando la transición al fútbol Inglés más difícil de lo que todos esperaban.

Pero los problemas reales del City están más diseminados. Hay una notable falta de capacidad de recuperación emocional en este equipo. Cuando los juegos empiezan a escapárseles de las manos, simplemente se desmoronan. Si se los presiona demasiado pueden perder el rumbo; pueden perder la confianza con demasiada facilidad cuando conceden un gol. Con algunas excepciones notables, parece que hay una falta perceptible de sed de victoria, la misma falta que siguió a su último triunfo de liga.

Tal vez, una de las razones de esto es la ausencia de juventud en el plantel. El equipo que entró en la cancha el miércoles tenía una edad promedio de 28.7. Sólo Mangala (23) y Stevan Jovetic (24) eran menores de 28. Se trata de un equipo lleno de experiencia, pero también es un equipo que tiene poco que demostrar. Los jugadores tienen más seguridad financiera que la mayoría de las naciones europeas y más plata entre ellos que Macy´s. Fuera del campo de juego, el City ha hecho grandes progresos con su sistema de desarrollo de jóvenes, con la inversión en una de las instalaciones de entrenamiento y capacitación más avanzadas en el mundo del fútbol. En los próximos años, es razonable creer que van a tener una gran cantidad de jóvenes talentos a su disposición. Por ahora, sin embargo, este es un equipo envejecido.

Es un equipo envejecido que necesita recuperar su juego. El United, a pesar de toda la confianza engendrada por su tardío empate con el Chelsea, aún tiene cosas por mejorar. Pero ellos saben cómo atacar y cómo provocar a sus oponentes. El entrenador, Louis van Gaal, tendrá sus zagueros empujando hacia arriba y presionando, y si los jugadores del City son tan poco inteligentes como lo fueron en contra de Newcastle, van a terminar recibiendo un buen castigo.

Hace diez días, esta parecía una sencilla victoria en casa. Ahora, es el City el equipo que está bajo presión y el United el que no tienen nada que perder. ¿Quién querría estar en los zapatos de Pellegrini en estos momentos?

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