WASHINGTON - Paul Pierce simplemente vive el baloncesto de la NBA para crecerse en los momentos oportunos como aquel que justamente vivió en los últimos segundos del Juego 3 de las semifinales de la Conferencia Este la tarde del sábado.
El veterano de 37 años, quien fue fichado como agente libre el verano pasado para ser una ficha complementaria de los Washington Wizards, hizo lo que siempre ha hecho a través de su ilustre carrera, aceptando el reto de la presión y acertando un tiro cerca de la línea de triple restando 0.8 segundos para impulsar a los Wizards hacia la victoria 103-101 sobre los Atlanta Hawks, y aún más importante evitando un vergonzosa derrota tras una ventaja de 21 puntos en el cuarto periodo.
Atlanta lució despistado durante los tres primeros periodos y medios del encuentro, vigorándose tras el triple que había marcado el poco utilizado reserva, Mike Muscala, para empatar el partido 101-101 faltando 14.8 segundos.
Luego de un receso de juego pedido por el coach de los Wizards, Randy Whittman, con 14.1 segundos por jugar, Pierce recibió un pase de Bradley Beal y uso su ventaja de tamaño sobre Dennis Schroder y Kent Bazemore, quien se presentó para ayudar, y lanzó el tiro que le brindó a Washington una ventaja de 2-1 en esta serie. "Recibí el balón en un buenísimo lugar. El entrenador dibujó la jugada.
"Fue una jugada que habíamos añadido ayer", afirmó Pierce, quien aportó 13 puntos y siete rebotes. "Me tomé mi tiempo. Quería asegurarme de que iba lanzar el tiro sin tiempo en el reloj. He estado en esas situaciones muchas veces, en la que si se fue a tiempo extra o si me perdí la oportunidad. Nosotros no queríamos que tuvieran la oportunidad de pedir un tiempo muerto y avanzar la pelota. Sólo tomé mi tiempo, llegué a mi lugar y fui capaz de acertarlo".
La canasta ganadora de Pierce se llevó a cabo un día luego de que Derrick Rose marcara un triple justo al final del partido que le dio a los Chicago Bulls una similar ventaja en su serie sobre los Cleveland Cavaliers.
"Él lo igualó", exclamó su entrenador en jefe, Randy Whittman.
Con la posibilidad de que su líder John Wall pueda quedar fuera de la postemporada, los Wizards lograron superar su ausencia ante una fanaticada de 20,356 en el Verizon Center. Wall se ausentó la tarde del sábado tras la fractura que sufrió en su muñeca y mano izquierda tras haber intentado de detener su caída durante una jugada en el primer encuentro de la serie el domingo pasado.
En vez de su papel habitual como el dirigente del ritmo ofensivo de los Wizards, el Todo Estrella se vistió uno de sus mejores trajes.
De vez en cuando se paraba al frente del banquillo local señalándole a los muchachos donde tenían que estar posicionados en los esquemas ofensivos y defensivos, bridándole palabras de apoyo y felicitándolos cada vez que regresaban a la banca tras ser reemplazado por otro compañero.
Allí estuvo corriendo hacia donde Pierce, quien esta acostado en la cancha del pabellón, sintiendo la alegría de una afición que nerviosamente masticaban sus uña tras el triple de Muscala que había silenciado el estadio.
Gracias a una pésima primera mitad para los líderes del Este, Washington arrancó de buena forma y cómodamente estuvo en marcha de sellar el triunfo luego de una bandeja de Otto Porter que amplió la ventaja a 94-74 con 7:38 por jugar.
Buscando la manera de cómo hacer un partido de un juego que parecía completamente fuera del alcance, Mike Budenholzer sustituyó su quinteto titular por cinco reservas que estaba a segundos de forzar cinco minutos de tiempo extra.
El entrenador del año fuera un genio con su estrategia, aprovechándose del displicente rendimiento y la pasividad que exponía el grupo de Washington, si no fuese por el tiro "clutch" que encestó Pierce.
Schroder inició el remonte de 17-0 con una bandeja suya restando 7:22, que puso el partido 94-76. El suplente Shelvin Mack concluyó la racha con una bandeja que los acercó, 94-91 con 3:12 en el reloj del partido.
El alemán de 21 años, quien anotó 16 de sus 18 puntos en el cuarto periodo, cometió una falta que resultó en un par de tiros libres para Will Bynum, que amplió la ventaja de los locales, 101-98 restando 22.1 segundos.
El triple de Muscala , asistido por Schroder, estableció el escenario para el acto heroico de Pierce. Schroder lo catalogó lo sucedido como algo dichoso. "Al final fue un tiro afortunado y perdimos el partido", sentenció. "Éramos dos de nosotros disputando el tiro y creo que (fue) un tiro difícil. Creo que no lo haría cada vez".
La serie se reanuda el lunes en la capital americana.