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El caso de Jahlil Okafor

SANTA BÁRBARA, Calif. -- Y el primero, será el último.

Durante toda la trayectoria de Jahlil Okafor, el número uno es el único número que ha importado.

Número uno de su clase durante cuatro años consecutivos en la escuela secundaria.

Campeón estatal en Illinois durante su temporada senior.

Medallista de oro con el Team USA en el Campeonato Mundial Sub-17 de la FIBA 2012 y nuevamente en el 2013 en el Campeonato Mundial Sub-19 de la FIBA.

Jugador nacional del año por Parade, USA Today y McDonald's en su temporada senior.

JMV en el McDonald's All-American y en el Jordan Brand Classic.

Jugador del Año de la ACC.

Primer equipo del All-American como estudiante de primer año.

Campeón nacional con los Blue Devils de Duke en abril.

Pero a doce días del draft de la NBA, por primera vez en su carrera, una nube sombría se cierne sobre el número uno. Karl-Anthony Towns y D'Angelo Russell lo han superado en nuestro Big Board. Okafor, el campeón nacional. Okafor, el All-American. Okafor, el primero de su clase durante toda su carrera, se encuentra en una posición desconocida. Por primera vez, debe convencer a los expertos del básquetbol que él es el número 1.

Su caso será sencillo.

"Soy un ganador", dijo Okafor cuando se le preguntó qué le diría a los equipos en la cima del draft, acerca de por qué debería ser el pick no. 1. "Siempre he sido un ganador. Soy un gran compañero de equipo".

Fin de la entrevista.

Hay que apegarse al guión

Es casi imposible creer que Okafor se encuentre en esa posición.

Durante prácticamente el año entero, no solo fue el número uno de nuestro Big Board, sino también el número uno de los scouts y gerentes generales de la NBA. Todos los equipos que encuesté de julio a febrero lo tenían en el primer puesto.

Después de dominar el básquetbol de las escuelas secundarias durante cuatro años, comenzó a dominar el deporte universitario. Dominó la Conferencia de la Costa del Atlántico. Llevó a Duke a ser cabeza de serie del torneo de la NCAA. Favorito a ganar el premio al Jugador Nacional del Año como estudiante de primer año.

Sus habilidades en el poste bajo eran únicas. Todos los scouts con los que hablé no podían recordar la última vez que un pívot de primer año jugara con tal habilidad y confianza en el poste. La mayoría de los centros tiene suerte de tener una jugada buena. Okafor tiene diez, y otras diez de contraataque cuando reacciona la defensa .
Tiene manos suaves, pies rápidos y una actitud calmada en la cancha. Siempre que está ahí afuera, actúa como si llevara toda una vida jugando este deporte. En muchos sentidos, es verdad.

Los padres de Okafor jugaron basquetbol universitario. Lo han estado preparando para estar en el primer lugar desde que era un bebé.

"Tengo videos en los que estoy jugando básquetbol en pañales", dijo Okafor. "Siempre he sido un basquetbolista. Mis primeros recuerdos son jugando básquetbol. Nací jugándolo. Por eso me siento tan cómodo en la cancha".

En el octavo grado, su nivel de confort alcanzó un nuevo máximo cuando conoció a un entrenador de bases local llamado Rick Lewis. Lewis vio inmediatamente el talento de Okafor y quería darle una base sólida para crecer. Okafor ya aprovechaba su tamaño y fortaleza para dominar la pintura. Sin embargo, Lewis sabía que ser el más grande o el más fuerte duraría muy poco. Si quería permanecer en el primer puesto, necesitaba habilidades que combinaran con su evidente fuerza.

"La primera vez que lo vi jugar", recordó Lewis, "le pregunté después del partido: '¿Cuántas asistencias hiciste? No tantas. Eso va a cambiar. Eres lo más grande en la cancha y vas a enfrentarte a situaciones de dos o tres contra uno y vas a empezar a forzar los tiros. Tendrás que aprender a pasar'.

"Se fue a su primer torneo y me llamó después y dijo '¿Viste cómo la clavé con la izquierda?' porque no podía clavarla con la izquierda cuando empecé a trabajar con él. '¿Pero cuántas asistencias hiciste? ¿Una, dos? Eso no es suficiente'".

Okafor también recordó la conversación. "Es curioso que menciones la historia de las pocas asistencias", dijo. "La gente ahora me ve como un base que sabe cómo pasar desde el poste. Y todo comenzó con esa conversación. Me ha ayudado tanto dentro y fuera de la cancha".

Los pases fueron solo una de las áreas en las que se enfocó Lewis. Comenzó a crear un plan para Okafor que incluía entrenamientos diarios para perfeccionar el trabajo de pies y los movimientos en el poste. En una época en la que los pívots prefieren jugar como alas, Lewis quería crear un poste bajo de la vieja escuela, tipo Patrick Ewing.

"He entrenado a muchos jugadores a lo largo de los años y él ha sido el único muchacho del que puedo decir que trajo el guion completo y el programa completo", dijo Lewis. "Cada movimiento que hace está escrito en un guion. No hace nada que sea completamente nuevo. No improvisa en la cancha. Todo lo que hace en la cancha lo hemos practicado. Le ayuda saber qué es lo que está haciendo. Y le ayuda a mantenerse libre de lesiones en los movimientos que no son de contacto".

Ese guion al que Lewis hace referencia, es lo que los scouts de la NBA han estado admirando durante meses: la habilidad única de Okafor de leer a las defensas, reaccionar y dominar en la pintura. Ha pasado más de una década, posiblemente más, desde que un pívot puede hacer lo que está haciendo a su edad.

"Sigo el guión al pie de la letra", dijo Okafor. "Diferentes jugadas y contraataques. Me lo inculcaron. Nunca me he alejado de ese guion".

Incluso cuando llegó a Duke y de pronto la competencia era más grande, fuerte y avanzada.

"El guion permaneció igual", dijo Okafor sin expresión. "Crecí y me fortalecí. He estado haciendo lo mismo desde el octavo grado".

"Lo mismo" le ha dado grandes resultados a Okafor. Como estudiante de primer año en Duke, Okafor promedió 17.3 puntos y anotó un increíble 66% desde el campo. Esa cifra aumentó para lograr un descabellado 76.5% en el aro, según Hoop-Math.com. Su eficiencia era tal como jugador de primer año, que la fórmula de Kevin Pelton para proyectar el WARP se volvió loca, básicamente diciendo que los números de Okafor eran un golpe de suerte y lo colocó en el sexto lugar y más tarde en el catorce entre los prospectos del draft.

Pelton escribió: "No está en la cima de mi clasificación de WARP proyectado (está en sexto, de hecho), pero hay una explicación. El sistema no cree que alguien pueda ser tan bueno como Okafor. Ya mismo, el porcentaje de dos puntos de Okafor sería el segundo mejor para un jugador de una conferencia importante en promediar, por lo menos, 15 puntos por juego en la base de datos de College Basketball Reference (desde 1997-98), únicamente atrás de Michael Bradley de Villanova en 2000-01 (.727). Y Bradley lo logró como transferencia de cuarto año. Si reducimos la lista a los jugadores de primer año, Okafor es el primer lugar con un amplio margen sobre Ike Diogu de Arizona State (.625 en 2002-03)".

En otras palabras, el sistema de Pelton sintió que el porcentaje de encestadas de Okafor era demasiado bueno para ser realidad. En aquel momento, Pelton continuaba creyendo que Okafor sería el pick no. 1.

No fue hasta febrero que las cosas comenzaron a volverse difusas.

La caída

Después de pasar los primeros nueve meses de la temporada en el primer puesto de la clasificación de nuestro Big Board, Okafor cayó al segundo puesto a finales de marzo y al tercero la semana pasada.

¿Qué sucedió? En realidad sucedieron dos cosas.

Primero, a pesar de que el ataque de Okafor era impecable, su defensa comenzó a ser un problema, mientras los scouts continuaban observándolo. Tuvo problemas para proteger el aro, no podía custodiar a los jugadores en el perímetro y con frecuencia jugaba con letargo en el extremo defensivo.

Abundan las teorías. Carecía de acondicionamiento; carecía de condición física; se estaba manteniendo alejado de las faltas; el sistema de Mike Krzyzewski no le favoreció, etc. Independientemente de la explicación, Okafor era tan bueno en el ataque como malo en la defensa.

Sus tiros libres eran otro problema. Okafor llegaba a la línea, en promedio, unas cinco veces por juego y estaba tirano un miserable 51%. En la NBA, los entrenadores estaban cometiendo faltas estratégicas sobre malos cobradores de tiros libres, como DeAndre Jordan y Dwight Howard, cada vez que tocaban la pelota. Es un problema ahora más que nunca.

El segundo factor era el ascenso de Towns. Después de un inicio un tanto lento en Kentucky, Towns realmente comenzó a brillar en marzo. Aunque los jugadores son prácticamente del mismo tamaño, Towns era más atlético y mucho mejor para bloquear tiros, y demostró la habilidad para enfrentarse al aro, una habilidad que Okafor no tenía.

En la antigua NBA (la que hacía énfasis en los aclarados), Okafor hubiera sido, sin duda, el pick no. 1. En la NBA moderna (la que hace énfasis en la protección del aro, cambios en la asignación defensiva y centros que pueden expandir el campo), Towns encaja perfectamente con la definición.

Los scouts y los gerentes generales se sintieron atraídos por la idea de que estos dos jugadores se enfrentaran en el juego por el campeonato nacional. Pero la derrota de Kentucky ante Wisconsin en los Últimos Cuatro terminó con ese sueño. Fue por esa época en la que, por primera vez en el año, la mayoría de los equipos tenían a Towns por arriba de Okafor.

Mientras continuaba el proceso del draft, más y más equipos pusieron a Russell por encima de él. LeBron James, Stephen Curry, James Harden y una gran cantidad de otros bases o alas estaban dominando los playoffs. No había un pívot dominante en el grupo. Pívots como Andrew Bogut y Timofey Mozgov pasaron buena parte del tiempo en la banca en las Finales.

"La NBA suele seguir modas", dijo un gerente general. "El juego de Okafor no encaja en la tendencia actual. Es de la antigua escuela. Y creo que una vez que alguien lo dijo en voz alta, la gente comenzó a apartarse de la causa. Pero creo que es un enorme error. La razón por la que la liga ha cambiado es porque ya no puede encontrar bases que dominen. El tiro de mayor probabilidad que existe es en el aro. Considero que Okafor causará grandes problemas para los equipos que se han alejado de los bases. Okafor dominará la pintura. ¿Y a defensa? No me preocupa. Tiene 19. Su condición mejorará. Aprenderá a jugarla lo suficientemente bien como para que no sea una desventaja. Y la gente se preguntará en unos cuantos años si dejamos ir al próximo Shaq, al próximo Tim Duncan, por el próximo Chris Webber. No creo que 'a la moda' sea algo necesariamente bueno".


Con el triunfo en la mira

Okafor se ha tomado las críticas muy en serio y ha estado trabajando desde mayo para hacer frente a las principales acusaciones en su contra: la falta de físico para dominar en la NBA. Ha estado trabajando durante dos meses con la gente de P3 (el Peak Performance Project) para cambiar su cuerpo y juego. Su cuerpo está más esbelto que nunca. Su estómago está tonificado. Y su físico ha mejorado significativamente.

Hace algunos años hice el perfil de P3. Proporciona evaluaciones biomecánicas y neuromusculares completas a los atletas y les ayuda a superar las debilidades. Este lugar se sitúa a la vanguardia en el ámbito de entrenamiento deportivo. Ahora que la NBA los ha contratado para hacer pruebas previas al draft, P3 tiene cientos de jugadores de la NBA en su base de datos para compararlos con Okafor.

"El primer día pudimos ver exactamente dónde se colocaba en nuestra base de datos de pívots de la NBA desde una perspectiva vertical, lateral, de agilidad y biomecánica", comentó Adam Hewitt, asistente de dirección de P3. "Aunque había algunas metas claras, sabíamos que Jah podía mejorar mucho más y que no estaba cerca de alcanzar su potencial atlético".

Dos meses después de iniciar con P3, Okafor ha avanzado mucho.

"Pudo mejorar notablemente su aceleración lateral y agilidad con la ayuda de P3", dijo Hewitt. "La prueba de aceleración lateral es una prueba que hemos estado haciendo con atletas de la NBA durante mucho tiempo y hemos descubierto a través de investigación interna que existe una fuerte correlación entre la posibilidad de tolerar una gran fuerza horizontal y tener un tiempo rápido de agilidad lateral".

En su primera evaluación, la agilidad del lado izquierdo de Okafor fue de 2.88 segundos. El lado derecho, 2.81 segundos. Dos meses más tarde, registró mejores tiempos del lado izquierdo (2.66 segundos) y derecho (2.58), colocándolo en el percentil 87, cuando se compara con otros pívots de la NBA en la base de datos de P3.
Okafor también aumentó su salto vertical estando parado en 6.35 cm y su salto vertical máximo en 10.16 cm. Y Hewitt cree que continuará mejorando. Este tipo de problemas no se corrigen en un par de meses.

Sin embargo, en la cancha, Okafor sigue siguiendo el guion al pie de la letra.

Aunque los scouts quieren ver mejoras en su juego perimetral, Okafor, durante el corto entrenamiento que vi el 20 de junio, pasó todo el tiempo perfeccionando sus movimientos en la pintura.

"Mi interés principal, mi orgullo es justo aquí en el bloque", dijo Okafor después del entrenamiento. "Aquí es donde siempre he jugado y donde siempre he centrado mi atención. Es lo que hago todos los días, y no quiero alejarme de eso".

¿Incluso cuando la liga ahora quiere que los bases salgan y tiren?

"No le teme a ser un verdadero base", dijo Lewis. "Tiene que ser el base que expanda la cancha. Lo comprende. Está preparado mentalmente para hacerlo. Dado el informe de scouting, la gente lo va a dejar. Se apartarán de él. Para que pueda quedar libre otra vez, debe hacer ese tiro en suspensión desde entre 4.5 y 5 m".
Pero tal vez Okafor no tenga que ajustarse. La forma en la que las bolas de la lotería cayeron en el sorteo puede haber beneficiado a Okafor. La revolución analítica que ha captado la atención de la NBA, no pesa tanto en Minnesota y Los Ángeles. Aunque ambos equipos usan las cifras, Flip Saunders y Mitch Kupchak son ejecutivos de la vieja escuela.

Ambos equipos están considerando seriamente elegir a Okafor en el primer lugar.

Saunders ha sido un gran fan de Okafor todo el año. Le encantaría tener a un anotador en el poste bajo dominante para acompañar a Andrew Wiggins. Su equipo de trabajo se opone y prefiere a Towns, y han surgido algunas preguntas sobre lo que harán los Wolves en el número 1.

Si Towns es el número uno del draft, los Lakers aún no se deciden por Okafor o Russell.

Mientras que Russell es un jugador más atractivo y encaja con la descripción de un jugador tipo Stephen Curry o James Harden, los Lakers tradicionalmente se han construido alrededor de pívots de élite. Con una enorme brecha entre ellos, ¿realmente dejarían pasar a Okafor por un ala como Russell?

Si los Lakers eligen a Russell, las cosas se complicarían un poco para Okafor.

Los Sixers, en el no. 3, aparentemente no tienen a Okafor como uno de sus favoritos. A los Knicks si les gusta Okafor y probablemente lo elegirían en el no. 4. Pero con Phil Jackson insistiendo en una mejora defensiva, y con los Knicks considerando intercambios, no será pan comido.

Por primera vez en su vida, es posible que Okafor tenga que esperar para escuchar su nombre.

Y esta vez, ser el primero parece no importarle tanto. Porque ser el primero en el draft no tiene nada que ver con ganar. Nada que ver con el basquetbol. Okafor sigue enfocándose en esas dos cosas.

"Este es mi santuario", dijo Okafor, señalando la cancha. "Es donde aclaro mi mente. Ahora, podrían pagarme por hacerlo. Esta es mi pasión. Simplemente quiero ganar. No importa mi destino. Solo recuerden que, independientemente del lugar al que vaya, voy a ganar".

Según las Escrituras, los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros. Para Okafor, dondequiera que vaya la noche del draft, ya sea como primero o cuarto, la meta final será la misma.

Va por el primer lugar... el tipo de primer lugar que se decide en las Finales, no en la noche del draft.