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La Semana 4 de la NFL se caracterizó por sorpresas y campanadas

MÉXICO --
Muy probablemente, la NFL es la liga profesional donde se presentan semana a semana más sorpresas. ¡Qué difícil es para muchos, incluido su servidor, hacer pronósticos para cada fin de semana!

Me permito preguntar a ustedes, ¿cuál sería mayor sorpresa: la derrota en su propia casa de los Pittsburgh Steelers ante Tampa Bay Buccaneers, o los Atlanta Falcons siendo vapuleados por los Minnesota Vikings?

Los Steeleres venían de una sólida exhibición la semana pasada ante los Carolina Panthers. Aquel encuentro dejó buenas sensaciones, pero ahora en casa ante Tampa Bay, todo fue un desastre. Trece castigos cometidos por los del estado de Pennsylvania, y de esos seis fueron por foul personal. Inevitablemente, hay que ver lo que Mike Tomlin está dejando de hacer como entrenador en jefe. La disciplina, parece, se ha relajado en Pittsburgh.

Hasta el muy cumplidor Shaun Suisham, pateador de los Steelers, se dio el lujo de fallar un gol de campo que a la postre podría haber enviado el juego a tiempo extra.

A diferencia de otros juegos, el ataque terrestre nunca pudo ser establecido por los Steelers.

Pero demos mérito Tampa Bay, que ofreció un gran partido con Mike Glennon comandando su tercer regreso en el último cuarto en su carrera.

Lo de Atlanta es a todas luces una sorpresa. Enfrentó a un equipo que no contaba con su mejor hombre --Adrian Peterson--, y con su novato mariscal de campo --Teddy Bridgewater-- quien tuvo su primer inicio en partido oficial.

Aceptar 41 puntos y más de 200 yardas, sólo por la vía terrestre, es suicida. Jerick McKinnon corrió para más de 130 yardas, y nadie echó de menos a Peterson.

La defensiva de los Falcons simplemente "no se presentó" al partido. Devin Hester, ni Julio Jones, ni mucho menos Matt Ryan, pueden compensar por lo que su defensiva dejó de hacer.

Lo peor es que el resultado exhibe de forma dramática los tremendos agujeros que tiene la defensiva de un equipo que tiene aspiraciones de ganar su división.

Los que se reconciliaron con la victoria después del tropiezo de la semana pasada fueron los Houston Texans.

Mientras sigan contado con una de las mejores defensivas de la liga, y uno de mejores jugadores como J.J. Watt, Houston podrá seguir siendo considerado como contendiente, al menos hasta esta Semana 4.

Lo de Watt es notable porque son su "pick-six" se suma al selecto grupo de defensivos que habiendo anotado touchdown a la ofensiva, anota también a la defensiva.
El mediático J.J. está convertido en un jugadorazo y cada dólar de su millonario contrato lo está desquitando.

Otro duelo de gran interés era el de los Carolina Panthers visitando a los Baltimore Ravens.

La presentación de Steve Smith, ahora con Baltimore y enfrentado a su ex equipo, llamaba poderosamente la atención. Fueron trece temporadas vistiendo el jersey de los Panthers donde vivió éxitos y fracasos, y consolidándose como el mejor receptor en la historia de la franquicia. Sin lugar a dudas, un símbolo de Carolina.

Lamentablemente, el divorcio entre Smith y el equipo no quedó en buenos términos. La salida del receptor abrió el camino a jugadores más jóvenes, cual era la intención de la gerencia de Carolina.

Reza el refrán que "para que la cuña apriete, debe de ser del mismo palo", y vaya cuña que fue Steve Smith, quien fue el mejor receptor de los Ravens con más de 130 yardas y dos recepciones para touchdown.
Smith habrá disfrutado mucho este partido.

Tres equipos llegaron invictos a la Semana 4, y sólo uno de ellos vio actividad este domingo: los Philadelphia eagles. Los otros dos clubes con marca perfecta, Arizona Cardinals y Cincinnatti Bengals, tuvieron fecha de descanso.

El equipo de Chip Kelly fue a visitar a los San Francisco 49ers, equipo que ha hecho de los altibajos un estilo.
Los Niners acabaron dando una lección a Philadelphia. La ofensiva comandada por Colin Kaepernick dio un gran partido, y el joven pasador terminó con 218 yardas por aire, y 58 acarreando el balón.

Pero si Kaepernick lo hizo bien, todavía mejor su corredor Frank Gore.

Gore terminó con 113 yardas. No consiguió touchdown, pero lo mejor de todo fue que ayudó a dejar fuera del campo a la mejor unidad del rival, la ofensiva.

Con un efectivo ataque terrestre, San Francisco le quitó tiempo a la ofensiva de Philadelphia, una de las mas explosivas y la que cuenta con el mejor promedio de jugadas ofensivas por juego. El dato es revelador: San Francisco 42:17 en tiempo de posesión, por 17:43 de Philly.

Mención aparte merecen las actuaciones de los mariscales de campo Aaron Rodgers y Andrew Luck.

Lo de Luck es notable por los cuatro pases de touchdown ante los Tennessee Titans. Lo de Rodgers fue aún mejor. Los mismos cuatro pases para anotación, pero enfrentando a un mejor equipo como los Chicago Bears y casi sin ataque terrestre. Eddie Lacy apenas corrió para 48 yardas.

Este lunes cierra la Semana 4 con el juego entre los Kansas City Chiefs ante New England Patriots. Los invito a seguirlo a las 19:30 hora de México a través de ESPN.