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Fiel a su historia

Hubo algunos puntos individuales de alto rendimiento: Defederico, Pellerano y Fredes, por ejemplo Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- Queridos lectores, no puedo negar mi felicidad, mi alegría sin límites, como hincha fervoroso de Independiente, no puedo menos que alentar y exaltar este triunfo ante el mismísimo Internacional de Porto Alegre, gran equipo donde juega un crack como D'Alessandro.

Bien metidos en la nuestra, haciéndole el guiño a la historia, mi querido Independiente de Avellaneda le ganó con total claridad al Inter, en su primera final de la Copa Sudamericana. ¡Y en Avellaneda, como en los viejísimos tiempos!

Ya no tiene importancia que no hayamos ganado la Copa Suruga Bank, un certamen intranscendente, por cierto; una Copa que casi nadie conoce y que pudimos ganar, pero también podíamos perder, como nos sucedió. Ahora bien, era más importante para la Suruga que Independiente la ganara, que la copa misma para el Rojo. La vitrina de Avellaneda está llena de trofeos de mayor espesor...

Es que el Rey de Avellaneda tiene una tremenda historia sobre su espalda y anoche eso quedó más que claro.

Defederico (que nunca rindió todo lo que puede) anoche se cansó de encarar y desbordar, parecía una flecha. Ojalá el ritmo de este jugador no decaiga como pasó otras veces.

Todos sabemos: Defederico es un jugador muy importante, un astro que, por esas cuestiones de la psicología deportiva, no termina de encenderse en el cielo estrellado del fútbol.

Pellerano también cumplió. Aunque confieso que para mi gusto es un jugador lento (me hace acordar al Checho Batista), pero en el medio recupera muchas pelotas, da seguridad y distribuye con coherencia.

Fredes es otro que rindió. Lo que indica que Independiente es un equipo de mediocampo, que cuando funciona esa parte del terreno de juego, gana los partidos seguro.

No voy a nombrar las peripecias del partido porque sería aburrido y todo el mundo lo vio por televisión. Lo que quiero decir, destacar, exaltar y exagerar es que Independiente volvió a ser el de siempre. Fue protagonista, tuvo muchas situaciones de gol y es difícil que pierda en Porto Alegre. Si juega como jugó anoche...

Nei, Elton y Damiao, desaparecieron en la noche bonaerense. No son tan cucos. Todo fue del Rojo.

Disculpen que esta nota sea tan parcialitaria, tan poco seria a la hora de tener una idea crítica y objetiva. ¡Es bien difícil siendo hincha del Rojo no ver todo fantástico, todo genial cuando gana y cuando pierde también, pues es un orgullo ver salir a la cancha a Independiente de Avellaneda!

Muchos me van a matar, me van a crucificar, van a decir que ¿cómo es posible que un redactor no tenga límites ni la menor cordura? Cómo es posible que no haya visto que en el segundo tiempo dominó un poquito más el Inter de Porto ¡no importa!

Ya tenemos media copa en la solapa y ahora vamos a buscar el resto, dentro de una semana. Hay que festejar, queridos hinchas, no siempre se juega la final de un evento tan importante, tan valioso. ¿Quién piensa ahora en la Copa Suruga Morondanga?

¡Qué bien que juega el gordo Nieva! Ganamos dos a uno y ahora estaríamos llorando si empatábamos un partido que era para ganarlo. ¡Pero lo ganamos!

¿Quién hizo los goles? Ni ni sé, y qué importancia tiene, si fuese Maxi Velásquez, Damiao o el mismísimo Pérez. Ganamos y sin ser resultistas, se enciende la llama de la esperanza roja que está mucho más allá de ganar una copa, de salir campeones del Mundo, la llama roja de volver a emocionarnos con el fútbol de nuestro barrio: Independiente.