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La odisea del Tri

El Tri se lució en el campeonato Sub-20 Mexsport

BOGOTÁ -- Es una ley no escrita: siempre, en cualquier torneo, los partidos por el tercer puesto son emotivos, con muchos goles y gran cantidad de situaciones. La razón de esto es que las presiones son mucho menores y los futbolistas juegan más sueltos, sin la obligación de pensar en una derrota que los envíe de nuevo a casa.

Este duelo entre México y Francia no fue la excepción, desde luego. Si bien ambos equipos buscaban por primera vez acceder al tercer escalón del podio y en la previa los protagonistas juraron que eso era realmente importante para ellos, se notó que lo más importante del Mundial Sub-20 ya había pasado y que este encuentro era sólo para cumplir.

En ese contexto, el equipo que dirige Juan Carlos Chávez se movió mejor y consiguió un resultado histórico para el fútbol azteca. La medalla de bronce es un símbolo más del crecimiento sostenido que vienen demostrando todas las Selecciones mexicanas. Los títulos en la Copa Oro y en el Mundial sub 17, sumados a esta actuación en Colombia reafirman el buen momento del Tri.

El Campín se vistió de gala para este día de fiesta, en el que se cerrará el certamen más importante celebrado en esta tierra de café y de fútbol. Aunque la lluvia de la tarde intentó opacar un día inolvidable, no pudo. El entusiasmo y la pasión del público pudo más y cuando comenzó el duelo por el premio consuelo una gran cantidad de gente ya poblaba las gradas del renovado Nemesio Camacho.

En el duelo ante Francia, los chavos mostraron una virtud que ya se había visto frente a Colombia: el oportunismo. Y también una cuota de suerte. El cuadro galo había comenzado mejor y, tras un par de buenas intervenciones del arquero José Rodríguez, el goleador Lacazatte abrió el marcador con un imponente cabezazo. El 1-0 era el resultado que más se adecuaba a lo que había sucedido hasta ese minuto seis.

Pero enseguida Ulises Dávila marcó el empate gracias a un remate de larga distancia que se le coló entre las piernas a Jonathan Ligali. El Diez mexicano aprovechó el mal estado del terreno de juego por la lluvia que comenzó a caer justo antes del pitazo inicial y anotó un gol que parecía lejano en el trámite del juego.

Luego, en otro instante clave, Jorge Enríquez, el corazón del equipo, convirtió el segundo gol. Fue en el comienzo mismo del segundo tiempo, cuando Francia había intentado volver a ir en busca del triunfo. Ese tanto le dio tranquilidad a un conjunto que a los 25 minutos del segundo tiempo dio el golpe letal. En ese momento el Seleccionado europeo aún tenía posibilidades de igualar, hasta que Edson Rivera calcó su gol del choque frente a Colombia en este mismo estadio y liquidó el resultado. Luego, el Tri comenzó a manejar con criterio el balón y, aunque sufrió en algunas ocasiones, justificó el resultado.

Este tercer puesto es un premio al buen trabajo realizado por el plantel y cuerpo técnico azteca. Durante la Copa del Mundo Sub-20 mostraron virtudes que serán importantes en el futuro, porque ante todo este campeonato sirve para aprender. Y estos chavos no se van de Colombia de la misma manera en la que llegaron.

José Rodríguez demostró seguridad y compromiso. Jorge Enríquez dio tranquilidad y entregó su corazón. Diego De Buen exhibió su panorama. Carlos Orrantia su dinámica. Erick Torres logró serenarse un poco. Edson Rivera mostró poder de gol. Ulises Dávila pegada y buen juego. Estos jóvenes se graduaron de futbolistas profesionales en este exigente Mundial.

Comenzaron mal, con una derrota ante Argentina, luego vencieron a Corea del Norte con claridad y merecieron ganarle a Inglaterra. En octavos de final expusieron actitud y hombría para superar a Camerún por penales. En cuartos le dieron una lección de fútbol al encopetado Colombia, que llegaba como favorito. Después, en semis, hicieron un respetable partido frente al eterno candidato, Brasil. Y, finalmente, en el choque por el bronce, se recuperaron y dieron vuelta un partido que había comenzado muy complicado.

Fue, sin duda, una campaña para valorar, para elogiar y también para aprender. Los chavos ahora deben mirar los videos, analizar aquello que hicieron bien y lo que deben corregir. Pero lo seguro es que el fútbol mexicano todo debe sentirse orgulloso de este equipo que llegó más lejos de lo que todos pensaban y terminó en el podio, con una medalla en el pecho.