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Nadie se salva

12 de diciembre de 2011

El profundo de los New England Patriots, James Ihedigbo, se agazapó en su asiento, tratando de hacerse tan pequeño e indistinguible como fuera posible.

James IhedigboAP

Ihedigbo tuvo que escuchar bastante de su jugada

Sabía lo que venía.

El entrenador en jefe, Bill Belichick, apagó las luces y puso a correr la cinta de video.

"Entonces, ahora vamos a ver una doble reversible", dijo Belichick, lanzándose a su análisis semanal de video, al cual el ex apoyador Mike Vrabel recientemente reveló había sido apodado como "El Belistrador".

La escena en la pantalla fue dolorosamente familiar. Sólo un día antes, los Patriots habían pasado sobre los Washington Redskins por marcador de 34-27, no sin antes ser humillados por el coordinador ofensivo de los Redskins, Kyle Shanahan, con una jugada de doble reversible. El mariscal de campo, Rex Grossman, le entregó el balón al corredor Roy Helu, quien entregó el balón al receptor Brandon Banks, quien lanzó un pase de touchdown de 49 yardas para Santana Moss, que anotó sin ser tocado.

"Como pueden ver claramente aquí", dijo Belichick, deteniendo lentamente la acción del juego para hacerlo insoportable, "es donde Ihedigbo es superado".

Ihedigbo, se hacía más pequeño en su silla, se retorcía incómodo mientras su entrenador hacía pedazos su actuación.

"Corrieron la doble reversible en Cover-2. Mordí, y me atraparon. Eché a perder la cobertura", lamentó más tarde Ihedigbo.

"Así que así es como no tienen que defender la doble reversible", dijo Belichick mientras la mostraba nuevamente.

De nuevo. Y de nuevo. Y de nuevo.

"Bueno, al menos ya quedo atrás", expresó Ihedigbo, en su primer año con los Patriots, cuando Belichick finalmente la pasó.

Sus amigos de la defensiva secundaria estallaron en risas.

"James", uno de sus compañeros le informó, "apenas es el principio".

"Estuvieron en lo correcto", confirmó Ihedigbo más tarde. "Bill puso esa jugada por semanas. Seguía sacándola a colación: 'Ahora vemos, aquí es donde Ihedigbo permitió una atrapada a lo profundo'".

"Después de un tiempo, se volvió más genérico. Era, 'Ey, podemos ver una doble reversible esta semana como vimos contra Washington'. Y ahí estaba yo, en la pantalla, en el lugar equivocado una y otra vez".

Nadie está a salvo

El Belistrador es humillador por igual. No importa si eres un profundo joven o un futuro miembro del Salón de la Fama, si te equivocas, te va a pedir cuentas.

Y luego va a degradarte.

El ex apoyador, Don Davis, fue una figura popular y respetada en el vestuario de New England. Era un pastor que coordinaba grupos de estudio de la Biblia para jugadores y demostró ser un duro trabajador en el campo y en la sala de pesas. Incluso ganó el premio de acondicionamiento de la temporada baja.

"Entonces aquí está esta jugada que hizo que Don se viera realmente mal", recordó Vrabel. "Bill la mostró algunas veces y luego dijo, 'Ganador del premio en la temporada baja mi [grosería]. Pareces una vaca en el hielo'. Tedy [Bruschi] y yo estábamos en la parte de atrás riéndonos".

Tom Brady, Bill BelichickGetty Images

Ni Brady se esconde de las críticas de Belichick

"Desde luego, sólo es chistoso hasta que te pasa a ti".

Los jugadores actuales, ex jugadores y entrenadores dicen que el vicio de criticar cintas por parte de Belichick ha sido parte de su arsenal de motivación por tanto tiempo como pueden recordar. El origen de la táctica no es claro --Belichick declinó una solicitud para ser entrevistado para esta historia-- pero el impacto deseado ha sido bien documentado.

"Fue muy, muy efectiva", declaró Brad Seely, ex entrenador de equipos especiales de los Pats, y quien actualmente desempeña ese mismo cargo con los San Francisco 49ers. "Sólo vean a los ex jugadores quienes ya se han ido por algunos años y todavía pueden describirlo con gran detalle".

Seely dijo que rara vez sabían lo que Belichick tenía preparado para su temida reunión del lunes.

"Todos estábamos ansiosos como los jugadores por ver con que venía Bill" dijo Seely. "Esas sesiones fueron siempre muy esclarecedoras".

Algunos Patriots veteranos del pasado recuerdan la vez que Tom Brady lanzó un pase poco característico en él, débil e inestable. Cuando abandonaron el estadio, Brady anunció, "traigan palomitas de maíz. Seré la estrella en el programa de mañana". Y en efecto, cuando las luces se apagaron y comenzó la cinta, ahí estaba Brady a todo color, lanzando un pato herido por los aires... una y otra vez.

En esa caso, el entrenador dejó que la imagen contara la historia. Luego encendió las luces y anunció, "He visto pases mejor lanzados en Foxborough High School".

Las malas jugadas de Brady han sido frecuentes durante estos años. Belichick insiste en la necesidad de nunca dejar puntos en el marcador y cuando sea que su mariscal de campo lo hace, es tratado con su propio festival de cintas de video. Las escenas incluyen malas lecturas, intercepciones y pases mal sincronizados, como uno en el 2009 cuando Brady voló a Randy Moss mientras se dirigía a la zona de anotación.

"Como pueden ver", el Belistrador te apunta, "Randy está abierto. La defensiva lo dejó ir. Sin embargo, no pudimos conectar con él, ¿correcto Tom?".

Criticar a Ihedigbo es una cosa, avergonzar al rostro de la franquicia pareciera ser algo completamente distinto.

No lo es.

"El mensaje siempre fue claro", sentenció Bruschi. "Nadie está fuera de los límites. Es por eso que debes respetarlo".

"Nadie de nosotros es inmune a nuestro entrenador", agregó el pateador Stephen Gostkowski.

Ni siquiera el pateador. En el Super Bowl XLII contra los New York Giants, los Patriots acababan de anotar con un acarreo de una yarda de Lawrence Maroney, cuando Gostkowski pateó para reanudar el encuentro... y el balón salió por la línea de banda.

Ese error crítico dio a los Giants buena posición de terreno al salir de su propia yarda 40. Gostkowski tuvo que sentarse en semanas y semanas de repeticiones de esa patada, así como el pase de Eli Manning a Amani Toomer que colocó a los Giants dentro de la yarda 20 de New England. New York no anotó en esa marcha porque Ellis Hobbs interceptó un pase de Manning, pero imágenes de esa jugada nunca se muestran. El Belistrador siempre termina con los Giants alistándose para capitalizar el error de Gostkowski".

Por un segundo, Gostkowski pensaba que podía escaparse de la humillación en las sesiones de video, porque su error ocurrió durante el final de la temporada.

Ah, no.

"Bill esperó hasta la primera semana de la siguiente temporada", dijo Gostkowski. "Me recordó esa patada casi todos los días. Él tiene una manera de poner presión sobre ti, así que aceptas cualquier reto que te ponga afuera.

"Él nunca olvida nada. Sigue trayendo jugadas de cuando era entrenador con los Giants y los Cleveland Browns. Esas reuniones son como clases de historia de la NFL".

7 de octubre de 2001

En los segundos finales de la primera mitad, los Miami Dolphins estaban en la zona roja, listos para anotar. El trabajo de la defensiva de los Patriots en tercera oportunidad era claro: evitar el touchdown, forzar el gol de campo.

"El ala cerrada [Jed Weaver] se abrió", dijo Bruschi. "Ni siquiera estaba seguro si se supone que él era mi hombre, pero salté y lo cubrí".

"Era una situación de zona roja. Con 20 segundos por jugar, todo lo que tenía que hacer era mantenerlo fuera de la zona de anotación. Conceptualmente, quieres mantenerte alejado de ese jugador. Por alguna razón, jugué contra él al extremo de la línea de golpeo".

El balón fue centrado. Beaver superó a Bruschi, luego lo quemó para un touchdown de 14 yardas lanzado por Jay Fielder, 7 segundos antes del medio tiempo. Los Patriots se fueron perdiendo 30-10.

"Sabía que iba a escuchar acerca de eso", expresó Bruschi, "pero Bill seguía mostrando esa jugada cinco años después. Para ese entonces ya no era, 'Miren lo que hizo Bruschi'. Era, 'Aquí está un ejemplo de una mala decisión situacional de fútbol americano'. Para el 2007 le dije, 'Oye Bill, ¿crees que podamos encontrar otro ejemplo?'".

Bruschi admitió que la repetición de la humillación fue, a veces, irritante.

"Pero tengo que decirles, funcionó", sentenció. "Cometí un error, y fue señalado tantas veces que nunca lo hice de nuevo. Es como Bill Parcells solía decir: 'No seas ese chico que arruina una temporada'".

De acuerdo

Después que los novatos de los Patriots tienen en sus manos sus libros de jugadas, si son afortunados, un veterano los empujará a un lado para prepararlos para la devastadora paliza que invariablemente experimentarán.

La mayoría deben aprender a tomarla, algunos nunca pueden. Estos jugadores no duran en la organización de los Patriots.

"La idea es tomarlo personalmente", dijo Bruschi. "Bill te quiere para hacer algo. Te da coraje, y te avergüenza. Luego llegas al punto donde quieres arreglarlo, y arreglar lo que está mal".

Un número de ex Patriots señalaron a Adalius Thomas como uno de los que batallaron con esas sesiones de video. En 2007, Thomas diseñó playeras y las repartía en el vestidor. Al frente, la playera decía "cómete", y en la espalda decía "una tarta de humildad". Al tiempo, Thomas explicaba de buena manera que estaba acentuando la necesidad de ser capaz de reaccionar positivamente a la crítica.

"Pero creo que eso lo golpeó", dijo Vrabel.

Dos años después, Thomas fue desactivado --sin estar lesionado-- para un partido en contra de los Tennessee Titans. Cuando se le preguntó lo usaría como motivación, Thomas replicó: "No necesito algo como eso para encenderme. Esto no es jardín de niños. No juego esos juegos".

Ese abril, Thomas fue dejado en libertad.

Deion Branch dijo que si estás buscando retroalimentación para calmar tu ego, New England es el lugar equivocado para jugar. La idea, dijo, es presionarte hasta el límite, luego reencarrilarte, así "puedes probar que Bill se equivoca".

"Él nunca te complementa", declaró el apoyador Rob Ninkovich. "Te lanza algo pequeño de vez en cuando, pero nunca es, 'Buen trabajo'. Es más como, 'Bueno, lo hiciste un poco mejor con esto'".

Ninkovich experimentó su propio momento con el Belistrador después de la derrota del 7 de noviembre de 2010 en Cleveland. Josh Cribbs se alineó en la formación Wildcat, pero en lugar de correr él, le dio el balón a Chansi Stuckey en una jugada "fumblerooski". Stuckey se escapó de Ninkovich para un touchdown de 11 yardas.

"[Stuckey] estaba posicionado detrás del guardia", dijo Ninkovich. "Vi todo. Sabía exactamente lo que iban a hacer. Pero a veces las cosas pasan tan rápido que no reaccionas de la manera que quieres".

"En lugar de correr detrás de la línea de golpeo y correr sobre el balón y taclear al tipo para que perdiera yardas, corrí por abajo. Cribbs estaba corriendo en sentido contrario, y yo estaba no estaba corriendo en el camino correcto".

"Puedo prometerles esto: no pasará de nuevo".

10 de octubre de 2007

Los Patriots llevaban la ventaja 3-0 en contra de los Cincinnati Bengals y habían avanzado hasta la yarda uno de los Bengals. Estaban tratando de anotar, así que el apoyador Mike Vrabel se registró como receptor elegible, luego se dio la vuelta y atrapó un pase de touchdown de Brady.

Después de una revisión, el entrenador estaba molesto por el resultado. Belichick colocó juntas todas las jugadas en las que Vrabel incursionaba a la ofensiva, luego resaltó sus carencias en sus intentos de bloquear en su papel como ala cerrada.

"No hay duda que lanzaremos hacia ti", dijo el Belistrador cuando las luces volvieron. "Nadie en su sano juicio correría detrás de un bloqueo como ese".

Ni siquiera un touchdown exitoso es inmune a la crítica.

Hubo días, ex jugadores y jugadores actuales confesaron, cuando la humillación fue descorazonadora, incluso abrumadora. Seguido, los jugadores dejan el edificio con coraje y sintiéndose poco apreciados".

Eso, declaró Vrabel, es parte del reto mental.

"Creo que si el fútbol americano es realmente importante para ti y eren mental y físicamente fuerte, entonces no es tan difícil", sentenció Vrabel. "Si te gusta ponerte antes que el equipo, entonces puede ser complicado. Si tienes un itinerario distinto, entonces será brutal".

"Me gustaba saber donde estaba parado. Me gustaba que ahí no había mucha área gris".

Critica porque le importa

El actual contribuyente a ambos lados del balón en New England, Julian Edelman, dijo que no puede reducir sus humillaciones hasta un punto específico en las cintas.

"Hay muchos de ellos", confesó. "La mayoría cuando cometo un balón suelto".

Edelman dijo que ha aprendido a apreciar los asaltos en las cintas de Belichick, incluso si estos son directos a él. Le gusta la idea de la responsabilidad y reforzar los fundamentos.

Bill BelichickUS Presswire

Las críticas de Belichick no son nada fáciles de digerir

"Es la manera como Bill firma las cosas", dijo. "Además, a veces es muy divertido. Tiene un buen sentido del humor".

El Belistrador ama correr una jugada en particular, cuando el centro Dan Koppen supuestamente está limpiando la bolsa de protección, pero es incapaz de hacer contacto.

"Estamos esperando Dan", se deleita Belichick al decir mientras la cinta avanza. "Todavía esperando... todavía esperando...".

"Entrenador", finalmente respondió Koppen después de dos años de ver la escena. "No importa cuántas veces muestre esto, todavía no llegaré allá".

"Alguien, ¿Dan? ¿Alguien? ¿Puedes sólo golpear a alguien?", imitó Vrabel, en su mejor voz del Belistrador. "Esa es una de mis favoritas".

"Y no olvides la vez que fue a Willie McGinest y dijo, 'Ey Willie, si estuvieras en la línea ofensiva y gritara, "Pantalla izquierda" ¿a qué lado bloquearías? Willie dijo, 'Iría a la izquierda'".

"Bill dijo, 'Demonios, eso es correcto. ¿Ves Light? Hasta un tipo de la defensiva sabe hacia qué lado bloquear".

Bruschi supone que los Patriots de 2011 ya han pasado por el infierno mientras se aproximan al enfrentamiento del Super Bowl con los Giants. Mientras más fuerte es el equipo, dijo, más intensamente te conduce Belichick.

"Veo de vuelta en aquella temporada 2007, y esa fue la vez que más duro nos ha entrenado", dijo Bruschi. "Estábamos invictos y nos trataba como si no hubiéramos ganado ningún partido".

"Estoy seguro que fue el mismo con su equipo después de vencer a los Denver Broncos en su primer partido de los playoffs. Ellos liquidaron a los Broncos, pero les garantizo que la junta completa trató de las cosas que hicieron mal".

"En ese sentido, Bill no ha cambiado en lo absoluto. Él te quiere al límite. Te quiere incómodo".

"Si pensaba por un minuto que se había suavizado, le llamaba y le decía, '¿Qué está mal entrenador?

Vrabel tenía un año más en su contrato cuando fue con Belichick en el 2009, y le dijo que le gustaría renegociar su contrato. En unas semanas, fue negociado con los Kansas City Chiefs.

Fue impactante y doloroso para el orgullo del apoyador, quien había gozado de una tremenda relación con Belichick. Vrabel no le habló a su ex entrenador por al menos dos temporadas después del canje.

El tiempo ha suavizado la postura de Vrabel. Ahora está retirado y trabaja como entrenador de línea defensiva en Ohio State, y espera aparecer en una práctica de los Patriots en Indianapolis.

"Bill y yo estamos más que bien ahora", declaró Vrabel. "Para ser honesto, tuve esta revelación. Me quedé en New England y envejecí, lo tengo complicado. Quizá me cortaron. Si eso pasaba, probablemente no tendríamos una relación".

"Mirando al pasado, lo que hizo Bill tuvo sentido. Me fui a Kansas City, conocí a mucha gente. Ahora Bill y yo hablamos todo el tiempo. Conseguí asesoramiento con mis jugadores. Le echo un vistazo a su hija, quien está en Ohio State".

"Nunca hablamos del canje. Probablemente nunca lo hagamos. Pero sé esto: a Bill le importa. No lo muestra, pero si arriesgas tu trasero por él, te lo respalda".

"Ahora, eso no puede venir en el campamento de entrenamiento en agosto. Pero un día, esos chicos tendrán 36 años y entenderán todo lo que hizo".

Mientras tanto, el Belistrador los aterroriza con sus defectos humanos, cortando a su mariscal de campo franquicia con la misma tijera que corta a un aspirante de preparatoria, haciendo que su apoyador y su profundo sientan que todavía no realizan una sola jugada significante en su carrera con los Patriots.

El entrenador quiere perfección. Sabe que nunca la tendrá, porque la cinta guarda todos y cada uno de los errores. Así que bajará la luz, correrá el video y hará muecas de otro domingo imperfecto.

Aun cuando sea el Super Bowl XLVI.