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Un futuro brillante no es suficiente

Los San Francisco 49ers se quedaron a cinco yardas de anotar un touchdown clave en el último cuarto. AP

NEW ORLEANS -- Digan esto de los San Francisco 49ers: Pueden recibir un golpe. Pueden recibir muchos golpes, de hecho. Y si un corte de energía les da 34 minutos para despejar las telarañas, cuidado. Sin embargo es difícil ganar un campeonato jugando de la manera en que San Francisco lo hizo durante su derrota, 34-31, frente a los Baltimore Ravens en el Super Bowl XLVII.

Es difícil ganar un campeonato cuando permites tres pases de touchdown en la primera mitad y un regreso de patada de salida para touchdown al inicio del tercer cuarto. Es difícil ganar un campeonato cuando el rival convierte nueve veces en tercer intento, o después de que tu mariscal de campo de segundo año y tu corredor novato sueltan el balón. Es difícil ganar un campeonato cuando cometes castigos claves y consumes tus tiempos fuera.

El entrenador en jefe de los 49ers, Jim Harbaugh, se quejó por un castigo por sujetar en contra de los Ravens ya que Michael Crabtree tuvo problemas para superar al esquinero, Jimmy Smith, en una cuarta oportunidad y cinco yardas por avanzar con 1:50 por jugar, sin embargo la marcación no fue la diferencia en este partido.

De manera entendible, Harbaugh quería que se marcara el castigo de todas formas.

"Sí, no hay duda, para mí esa fue una interferencia de pase [en segunda oportunidad] y después sujetaron a Crabtree en la última jugada", sentenció.

Más tarde, después de responder una pregunta acerca del desempeño en general del mariscal de campo, Colin Kaepernick, Harbaugh volvió a hablar de la jugada que no se marcó.

"Una vez más, en mi opinión esa serie debió haber continuado", declaró.

Mike Pereira, ex vicepresidente de oficiales de la NFL y actual analista de Fox, estuvo de acuerdo con la decisión de los oficiales de no lanzar el pañuelo en la jugada.

Harbaugh no había terminado con sus quejas sobre los oficiales. También se quejó de una interferencia en contra de su propio esquinero, Chris Culliver.

"¿Estamos hablando de la que extendió su marcha cuando tuvieron su penúltima posesión del balón?", señaló. "No creyeron que esa fuera una interferencia".

Y cuando los Ravens agotaron siete de los últimos 11 segundos del partido antes de aceptar un safety, Harbaugh quería que se marcara un castigo por sujetar.

"Es un buen esquema de su parte detener a tantos jugadores como les sea posible cuando aceptas un safety así, pero no se marcó ningún castigo por sujetar", indicó Harbaugh.

Una vez más, el arbitraje no fue perfecto, pero tampoco fue el mayor problema de los 49ers

Los Ravens estuvieron un paso delante de los 49ers en la zona roja toda la noche, no sólo cuando Smith detuvo a Crabtree con el partido en la línea.

Quizás deberíamos haber visto venir esa parte del enfrentamiento.

La defensiva de los Ravens se ubicó en el segundo lugar en el porcentaje de touchdowns permitidos en zona roja durante la temporada regular. Kaepernick, a pesar de representar una mejoría respecto al ex titular, Alex Smith, había completado apenas el 51.4 por ciento de sus pases en la zona roja durante la temporada regular y los playoffs. El índice de pases completos de Smith en esa área fue de 70.6 por ciento. Ambos pasadores tuvieron un diferencial similar de touchdowns e intercepciones en la zona roja. Kaepernick le ha dado otra dimensión como corredor, obviamente. Sin embargo, cuando los 49ers necesitaban finalizar sus marchas en el partido, Kaepernick no pudo completar pases.

Los Ravens capturaron dos veces a Kaepernick y lo obligaron a la lanzar cuatro pases incompletos --todos en dirección a Kaepernick-- en seis jugadas de pase en la zona roja. Kaepernick se escapó para un touchdown de 15 yardas en otra jugada en la zona roja.

Los 49ers anotaron dos touchdowns en seis posesiones en la zona roja. También fallaron al intentar una conversión de dos puntos mientras caían 31-29. Sin embargo, la zona roja no fue donde los 49ers perdieron este juego. Los balones perdidos y los errores defensivos metieron en problemas a los 49ers al inicio del partido.

"No jugamos nuestro mejor partido", sentenció Harbaugh.

Ganar no había sido tan fácil para los 49ers últimamente. Las lesiones golpearon a su mejor cazamariscales. Aldon Smith tuvo su sexto partido consecutivo sin ninguna captura después de sumar 19.5 durante los 13 partidos previos. La capacidad de los 49ers para cubrir pases a lo profundo, lo que alguna vez fue una de las fortalezas del equipo, brilló por su ausencia. Sus equipos especiales, una decepción durante la mayor parte de la temporada, conspiraron en su contra en este partido, al igual que durante el Juego por el Campeonato de la NFC hace un año.

Los 49ers ahora han perdido partidos de playoffs en temporadas consecutivas jugando como favoritos en las apuestas. Perdieron este juego ante Baltimore con un pasador de 300 yardas (Kaepernick), un corredor de 100 yardas (Frank Gore) y dos receptores de 100 yardas (Crabtree y Vernon Davis). Perder pese a tener esa clase de producción sugiere que los 49ers no hicieron las cosas que los equipos que están bien dirigidos hacen para ganar.

Habrá lugar a cuestionar las jugadas enviadas por los 49ers después de esta derrota. Haloti Ngata, el gran liniero defensivo de los Ravens, se preguntó por qué Gore no recibió el balón con más frecuencia en la zona roja. La explicación de Harbaugh fue, "Llamamos otras jugadas".

Los 49ers no habrían ganado títulos consecutivos en la NFC Oeste mientras establecían récords de franquicia a la ofensiva sin Harbaugh y coordinador, Greg Roman, en los controles. Sin embargo hubo muchas ocasiones en el juego en las que los Ravens plantearon preguntas que los 49ers no pudieron responder.

"Un poco sorprendido", confesó el profundo de los 49ers, Donte Whitner, acerca de la jugada que se envió en cuarta oportunidad y cinco yardas por avanzar. "Supongo que querían darle el balón a Crabtree. Es duro. Es difícil. Es difícil para los entrenadores estar en esa situación porque cualquier cosa que hagan, si funciona eres un genio, y si no, lo echaste a perder".

Fue extraño después del juego escuchar a los Ravens reconocer al entrenador de receptores, Jim Hostler, despedido como coordinador ofensivo de los 49ers en el 2007, por agregar un engaño en la jugada que el mariscal de campo, Joe Flacco, usó para encontrar a Jacoby Jones para un touchdown de 56 yardas.

"Pensé que era una buena idea", señaló el coordinador ofensivo de los Ravens, Jim Caldwell. "Después, terminamos usándolo, y Joe terminó comprando suficiente tiempo para enviarle el balón a Jacoby".

Como dijo Whitner, eres un genio si funciona.

La recepción de touchdown de Jacoby le dio la ventaja a Baltimore 21-3 en el segundo cuarto. Eso hizo a Flacco el segundo rival de los 49ers en igual número de juegos en lanzar tres pases de touchdown en la primera mitad. Flacco terminó la postemporada con 11 pases de touchdown y ninguna intercepción. Fue el mejor pasador en este Super Bowl, incluso cuando estaba bajo presión.

Los 49ers terminaron con la ventaja 468 a 367en yardas netas totales. Tuvieron más primeros intentos (23 a 21). Pero no pudieron conseguir cinco yardas cuando tenían que conseguirlas.

"Fue muy frustrante", expresó el tackle izquierdo, Joe Staley. "Todo el trabajo que hicimos en la temporada baja, toda la temporada, todo se redujo a cinco yardas y no fuimos capaces de conseguirlas".

Los 49ers deben seguir siendo un equipo con calibre de playoffs en los próximos años. Sin embargo, sus rivales de división están despertando. Su jugador defensivo más importante, Justin Smith, cumple 34 años en septiembre y estará saliendo de una cirugía de tríceps, Gore cumplirá 30 años en mayo.

No hay vergüenza en perder un Super Bowl después de quedarse cerca de remontar una diferencia 28-6. Sólo que es difícil desperdiciar dos oportunidades en dos temporadas consecutivas cuando no hay garantías para el futuro. Los 49ers no tienen anillos de campeones por tener un futuro brillante.