EAST RUTHERFORD -- El gerente general de los New York Giants, Jerry Reese, tiene una reputación como gran administrador de draft. Estamos a punto de confirmar si la merece o no.
Reese les diría en persona que los Giants miran al draft de una manera muy específica. No lo ven como una oportunidad anual de acaparar los titulares con adiciones de impacto instantáneo al equipo de la siguiente temporada. Los Giants ocupan el draft como un medio para darle forma y manutención a una plantilla profunda que se logra regenerar con jugadores que han pasado tiempo desarrollándose dentro del sistema.
Los cortes a lo largo de esta semana de jugadores que fueron piezas claves para la consecución de dos títulos como Ahmad Bradshaw, Michael Boley y Chris Canty señalan el momento de dicha regeneración. Los Giants realizan estos movimientos --y probablemente los cortes que sigan-- con la esperanza de que los reemplazos para estos jugadores ya se encuentren en el vestidor. Hasta dónde resulte eso cierto, ayudará a determinar qué tan buenos han sido los drafts recientes de Reese.
Los potenciales reemplazos para Bradshaw son David Wilson (primera ronda, 2012) y Andre Brown (cuarta ronda, 2009). Asumiendo que retienen a Brown luego de su fractura en la pierna, descubrirán si este tándem puede sustituir efectivamente a la dupla Bradshaw/Brandon Jacobs en el backfield. Brown es un jugador a quien siguieron dando oportunidades hasta que se destapó como corredor de poder en el 2012. Wilson es el tipo que dijeron hasta el top de su tabla de clasificaciones de corredores en el draft del año pasado. ¿Decían la verdad? ¿O les ganó Tampa Bay al canjear hacia arriba y robándose a Doug Martin una selección antes? Parece que Wilson tendrá una buena oportunidad en el 2013 para demostrar que efectivamente era el indicado para el puesto con los Giants.
Canty es una pérdida significativa en el medio de la línea defensiva. Y aunque Linval Joseph (segunda ronda, 2010) ya se ha probado como titular confiable en el puesto de tackle defensivo, los Giants esperan que éste sea el año en que Marvin Austin (segunda ronda, 2011) se convierta en el cazamariscales interior que imaginaron cuando lo seleccionaron después de una campaña suspendido en North Carolina. La selección de Austin puede lucir mucho si el jugador responde tras dos campañas en que no ha visto el campo de juego, pero si no lo hace, los Giants necesitarán sumar más profundidad en la posición.
El probable reemplazo para Boley como apoyador externo es Jacquian Williams (sexta ronda, 2011), quien fue de gran ayuda durante la más reciente victoria de Super Bowl, y ahora tendrá la oportunidad de demostrar lo que puede hacer como titular de la NFL. Los Giants no priorizan demasiado la posición de apoyador, y si Williams se convierte en titular saliendo de la sexta ronda, hará que sea porción en particular de la estrategia luzca bien.
Hay algunas otras posiciones donde podría venir el cambio. Los Giants casi con seguridad se despedirán, por ejemplo, del ala defensiva Osi Umenyiora. Y mientras Jason Pierre-Paul (primera ronda, 2010) podría haberse ya hecho con el puesto titular de Umenyiora, los Giants están ansiosos por saber si Pierre-Paul puede ser el incansable cazador de pasadores que fue en el 2011 y liderar la presión por los siguientes años, o si su temporada más pedestre del 2012 es lo que deben esperar a futuro.
Si cortan al esquinero Corey Webster, ¿está listo Prince Amukamara (primera ronda, 2011) para cubrir al receptor abierto Nº 1 del equipo rival de manera consistente? ¿Y es Jayron Hosley (tercera ronda, 2012) suficientemente bueno para ser un titular, o es solamente un esquinero níquel? ¿Podrá Rueben Randle (segunda ronda, 2012) y/o Jerrel Jernigan (tercera ronda, 2011) surgir como jugadores explosivos para ayudar a tomar decisiones menos presionadas respecto a Hakeem Nicks y Victor Cruz? ¿Está el tackle James Brewer (cuarta ronda, 2011) listo para adoptar un rol como parte de la reconstrucción de la línea ofensiva?
Muchas preguntas con muchas respuestas potenciales para los Giants en lo que comienzan lo que parece una limpia de temporada baja. Es el modo en que les gusta operar: cargar su plantilla con jugadores talentosos y trabajarlos hasta que estén listos cuando llegue su oportunidad. Por ello creen en la continuidad de los entrenadores, y por ello creen que pueden gastar hasta el tope salarial todos los años, sin tener que surtirse en el mercado de la agencia libre.
Es posible que las respuestas a las interrogantes de plantilla de los Giants estén en las rondas iniciales o medias de los últimos drafts, y si es así, la reputación de Reese como maestro del reclutamiento se fortalecerá con los resultados. De no ser así, los Giants podrían hallarse en la incómoda posición de tener que alterar su estrategia y encontrar soluciones a corto plazo durante la siguiente temporada baja. Reese y los Giants generalmente han recibido calificaciones altas para los drafts que han tenido en años recientes. Pero con todos esos veteranos de salida, ahora es el momento de saber realmente qué tan buenas fueron esas selecciones.