Considerado uno de los mejores Libra por Libra del mundo, el doble campeón mundial súper gallo, el filipino Nonito Donaire (31-1 con 20 KO), enfrenta este sábado en el Radio City Music Hall de New York al campeón olímpico cubano Guillermo Rigondeaux (11-0 con 8 KO),por los títulos OMB-AMB. Para ganar ese combate, aquí están las cinco claves del filipino.
DISTANCIA, JAB Y MOVIMIENTO
Donaire deberá utilizar el jab para controlar la distancia, establecer el ritmo temprano, moverse en círculos y golpear en largo desde los ángulos. Eso obligará a Rigondeaux a mudar de perspectiva cuando pretenda contragolpear y Nonito encontrará de esa manera los espacios por donde hacer llegar su artillería.
MOSTRAR LA DERECHA y GOLPEAR CON LA IZQUIERDA
Algunos de sus KO's más impresionantes, (contra Vic Darchinyan y Fernando Montiel) Donaire los consiguió gracias a sorpresivos ganchos de izquierda. Se sabe que Rigondeaux trabajará en defensa con un radar encima de la poderosa derecha del filipino, por ello la izquierda será la carta escondida para encontrar temprano el KO.
LA ESQUINA Y EL "TATEQUIETO"
Nunca como en esta pelea, el trabajo del entrenador Robert García será tan importante para controlar la paciencia que necesita Nonito ante un rival astuto, técnico y que apuesta todo al contragolpe. García inculca a sus pupilos la agresividad, pero esta vez deberá dosificar esa receta. Solo atacar, ante el cubano, puede ser un suicidio.
CUIDAR EL ERROR Y PROTEGER LA ZONA MEDIDA
Rigondeaux es un francotirador astuto. Golpea justo, potente y cuando apunta acierta. Ante un rival más veloz y elusivo, el cubano apostará al error para atacar en contragolpes y castigar la zona media. Nonito tendrá que utilizar triples combinaciones de doble jab de izquierda y rectas o ganchos de derecha para complicar la respuesta inmediata.
CAMBIAR DE ESTILO Y CERRAR ARRIBA
Si pasado el quinto asalto no ha logrado conmover o mandar a la lona a su rival, Nonito deberá cambiar el estilo. Por momentos ceder la iniciativa, dar el paso atrás y regresar en velocidad por adentro, castigando en ráfagas, sin descuidar la lluvia de golpes al final de cada asalto para garantizar los puntos en las tarjetas.