IRVING -- El mensaje parece estar escrito para Miles Austin, ¿no es así?
Se trata de la ofensiva de Dez Bryant ahora, después de una temporada de destape en el 2012. Los Cowboys reclutaron a Terrance Williams en la tercera vuelta del draft de abril pasado para ser el sucesor de Austin, eventualmente. Austin cobra demasiado dinero y los Cowboys necesitarán billetes --reales y del tipo de tope salarial-- para pagarle a Bryant en algún momento.
¿No se dan cuenta todos de que Austin siempre está lastimado, de que cobró en grande tras firmar un convenio enorme en el 2010, y que nunca ha vuelto a ser el mismo?
¿Verdad?
Excavemos un poco más profundo para ver lo que hizo Austin la temporada pasada cuando atrapó 66 pases para 943 yardas y seis touchdowns.
Superó a los receptores primordiales de otros 16 equipos en recepciones, yardas o touchdowns, incluyendo a receptores en Arizona (Larry Fitzgerald), Baltimore (Anquan Boldin), Seattle (Sidney Rice), Washington (Josh Morgan) y Pittsburgh (Mike Wallace, Antonio Brown). Fuera del caso de los Cardinals, no existe un mariscal de campo malo en ese grupo.
En una división junto a Bryant, Victor Cruz, Hakeem Nicks, Jeremy Maclin y DeSean Jackson, Austin tuvo el cuarto mayor total en atrapadas y touchdowns, y fue tercero en yardas. Y consiguió esas estadísticas en una campaña en la cual Jason Witten impuso una marca de NFL para recepciones una temporada para un ala cerrada (110) y Bryant explotó para 92 recepciones para 1,382 yardas con 12 touchdowns.
"Observo a la temporada no necesariamente mirando sólo mis números porque ¿qué cambiaría una temporada buena de una mala? ¿Se trata de una cantidad X de yardas?", preguntó Austin. "Valoro una buena temporada o una mala temporada a lo que ganas, a lo que contribuí para el equipo, al impacto que tuve. No siempre es sobre el campo. Se trata de ayudar a los demás, aparecerse a tiempo, siendo el jugador correcto, hacer las cosas adecuadas".
Pese a su eterna sonrisa y su siempre amable disposición, Austin comprende el juego. Está por comenzar su octava campaña. Ha visto a jugadores ser cortados por todo tipo de razones: pobre nivel de juego, costo elevado, vejez, o por ser un dolor en el trasero.
Y esos han sido los receptores que le han rodeado.
"Estoy muy consciente de lo que me sucede, pero al mismo tiempo, me percato de cuál es mi labor", dijo Austin. "Mi trabajo es cuidar de mis compañeros, hacer lo mejor para ellos, para mí, mi familia, los entrenadores, y hacerlo todos los días. Ese es mi trabajo. Si te preocupas por las demás cosas que no necesariamente controlan tus circunstancias, entonces gastas tu energía".
Algunos jugadores famosamente se valen de la duda para motivarse. Buscan faltas de respeto, reales o percibidas, para mantenerlos hambrientos.
Austin no es así.
Lo que lo impulsa ahora es lo que lo impulsó a llegar a Valley Ranch en el 2006 como novato no reclutado procedente de Monmouth.
"Debo quedarme en el equipo", declaró Austin. "Es mi empleo. Debo quedarme en el equipo y probar no solamente a mí mismo, sino a mis compañeros que pertenezco aquí. Es lo que hago. Debo demostrar que merezco esto. Es por eso que debes salir todos los días y hacerlo. No se trata únicamente de lo que acontece durante los partidos y durante la temporada, pero debes hacerlo en este punto de las prácticas, del campamento de entrenamiento, y luego también durante la temporada".
Oh, todo suena bien, ¿pero sigues desconfiado?
¿Es la parte del dinero la que no te gusta? Austin estaba por impactar por 8.303 millones de dólares al tope salarial del 2013 antes de reestructurar su acuerdo en marzo. Los Cowboys sumaron un año rescindible para incluir la campaña del 2017 con la idea de disminuir el impacto de este año, pero también será más costoso cortar al jugador el año que viene. Austin tiene programado cobrar 5.5 millones de dólares en el 2014, algo bastante tolerable.
¿Y aquellos tendones de la corva que están a punto de reventar? Olviden que Austin jugó en todos los partidos de la temporada pasada. Salió lastimado en ambos encuentros en contra de Washington por lesiones de cadera y tobillo. Se perdió seis encuentros del 2010 con lesiones en los tendones de la corva, pero ha jugado en todos los partidos en tres de las últimas cuatro campañas.
Austin, quien cumple 29 años de edad el próximo mes, ha alterado su mentalidad de temporada baja, pasando más tiempo estirando y fortaleciendo sus isquiotibiales. Tambiéen ha intentado ajustar su estilo de correr, poniendo sus pies por debajo de su cuerpo para no poner tanta presión sobre los tendones de la corva.
"Se sienten bien", admitió Austin.
Parece que fue hace una eternidad cuando Austin atrapó 10 pases para imponer una marca de la franquicia de 250 yardas y dos touchdowns en un triunfo de tiempo suplementario sobre Kansas City. Sus apariciones consecutivas en el Pro Bowl parecen haber desaparecido para algunos. Lleva apenas tres partidos de 100 yardas en las últimas dos campañas.
"Siempre existe la urgencia de producir, es parte de este trabajo", dijo Austin. "Cuando firmas, lo haces a sabiendas de lo que es desde el principio".
Quizás el mensaje sí está escrito para Austin, pero quizás algunos deberán leerlo con mayor cuidado.