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CUBA: protagonistas de una nueva historia

ProFocus / Valle-Izaguirre

BUENOS AIRES -- "Las rachas las dicen para que alguien las rompa; son divertidas, están buenas, y se toman como un desafío hasta que se rompen. Hoy nadie va a hablar de los 43 años de sequía que tiene CUBA, vamos a empezar a escribir una nueva historia. No tienen que pasar más de uno o dos años para que CUBA vuelva a ser campeón", fueron las palabras del capitán y tercera línea Lucas Piñas tras la consagración merecida conjunto de Villa de Mayo en el Top 14, Copa DIRECTV.

La Catedral fue el escenario que albergó una definición para el recuerdo. La mística fue el marco perfecto para esta final que quedará en la memoria de varios de los centenares de universitarios que sufrieron, se alegraron, lloraron y desataron el festejo a la hora del penal convertido Bautista Güemes. Sí, ese que le dio el triunfo a CUBA por 11 a 9, sobre los de Don Torcuato, faltando solamente tres minutos para el final: "La verdad que estaba nervioso, pero al mismo tiempo tranquilo porque estaba confiado. Se me cruzó por la cabeza ver todo esto; la cantidad de personas de CUBA que vinieron. Creo que será inigualable en la historia y ahora se va a seguir dando por 43 años más", sostuvo el apertura.

Pero los nervios no sólo dijeron presente afuera de la cancha, debido a que adentro, los propios protagonistas y artífices de lo logrado en esta temporada estaban expectantes en el momento culmine del desenlace del encuentro. "Cuando Bauti iba a patear, me puse a rezar un poquito. En esos momentos me gusta rezar, ya estaba afuera y no podía hacer mucho más que rezar para pedir que le de fuerzas y que la pueda meter", confesó el segunda línea Lucas Ponce, mientras que el wing Agustín Migliore agregó: "No vi el penal, pero se me pasó todo por la cabeza: mi familia y mis amigos".

En el olvido quedó aquella sequía de glorias y laureles que databa de la época de 1970, año en donde se logró aquel título compartido con el SIC, y que con el correr de los años, se transformó en un reto que había quedado a cuestas hace mucho tiempo sobre la espalda de la institución: "Entre nosotros decidimos agarrar el guante del desafío ese de 43 años sin campeonatos de CUBA, encolumnar a todo el club detrás de este equipo y dijimos: vamos todos juntos, para adelante y vamos a salir campeones", manifestó el capitán del conjunto negriazul.

"CUBA es un equipo grande", declaró con alegría tras la consagración el hooker Facundo Bosch, y si uno observa la rica historia del Universitario podrá avalarlo y contabilizar ahora su título número catorce en su haber. No obstante, la magnitud de la emoción en el festejo no es para menos, ya que para el club fue su primera final desde que en 1998 empezó a utilizarse el sistema de playoffs. Las palabras de Piña fueron contundentes: "No era doble, era cuádruplo el desafío que teníamos porque queríamos salir campeones, porque queríamos salir campeones después de 43 años, porque queríamos ganarle a Hindú que nunca había perdido una final y porque queríamos ganarle a un equipo que nos había ganado las dos veces en el año".

Y no fue una parada fácil la que vivió el equipo de Villa de Mayo en el CASI, ya que en frente tuvieron al último campeón defensor, como a su vez al único equipo al que no habían vencido en toda la temporada: "Creo en lo que se dice que 'para salir campeón hay que ganarle a todos'. En la final tuvimos esa posibilidad y se nos dio", afirmó Guemes.

Sin embargo, se llevaron una victoria importantísima que quedará guardada por siempre tanto en la mente como en el corazón de cada cubano: "Somos quince amigos que empujamos todos para un mismo lado y por eso salimos campeones", comentó el pilar Nicolás Quadri, mientras que el apertura también explicó: "La clave fue sentir que lo íbamos a ganar, no bajar los brazos nunca como en todo el año; bancamos muchas muy duras, esta fue una de ellas, se nos dio y ahora a festejar". Pero las razones no son pocas para la consagración. Por su parte, el segunda línea Ponce indicó: "Hace tres años venimos armando un equipo fuerte, que cree en sí mismo y por suerte pudimos mostrar eso en este campeonato y lo pudimos ganar".

Sea como fuese, CUBA es un más que merecido campeón. Con fortalezas, como también debilidades demostró siempre adentro de la cancha porque hoy en día es el conjunto que festeja ese sacrificio realizado que dio por fin sus frutos: "La virtud de este equipo es jugar y nunca traicionar su plan de juego. Eso es lo que hicimos todo el año. Obviamente, también el tackle que es espectacular", sintetizó el hooker.

Pese a que las apuestas estaban más a favor de su rival, Piña resaltó y halago al conjunto de Don Torcuato. Por otro lado, a la hora de ver el historial de campeonatos, se sinceró: "En algún momento se tiene que cortar la hegemonía de un club de hace cinco o diez años, como fue la de Hindú; eso en algún momento se termina. Hindú acabó con la hegemonía del SIC en el noventa y pico, y ahora CUBA terminó con la hegemonía de Hindú de estos últimos diez años. Ojalá podamos copiar lo que ellos hicieron estos últimos diez años para hacerlo nosotros en los próximos diez".

Este plantel, con mayoría de chicos jóvenes, escribió una página más en la rica historia que forma a CUBA. Con la premisa de trabajo, entrenamiento y esfuerzo consiguió un título a base de amor por la camiseta y sacrificio: "Venimos de dos Reubicaciones, perdimos el año pasado en playoffs, y nos bancamos bastantes. Ahora se nos dio y hay que festejar", sostuvo Guemes, mientras que Bosch confesó: "No soy conciente, pero me imagino con el tiempo nos vamos a dar cuenta".

Un lapso de tiempo increíble pasó de aquel 1970, un período sin festejos que ningún jugador quiere que se vuelva a repetir: "Antes de empezar el partido vino un señor y nos dijo que era uno de los que salió campeón hace 43 años. Yo la verdad es que no quiero ser como ese señor grande que diga que pasaron otros 43 años para sacar otro campeonato. Yo creo que en CUBA podemos salir campeón, y tenemos que empezar a acostumbrarnos a este campeonato. No somos menos que ningún otro equipo, que el SIC ni que Hindú", manifestó Ponce.

"Este club tiene una historia que es riquísima. Nosotros empezamos hoy a reescribirla, a cortar una sequía muy larga. No se van a dar devuelta 43 años sin CUBA campeón. Nuestro primer objetivo es ganar ahora el Seven de la URBA, después el Nacional de Clubes y después salir campeón", fueron las palabras del capitán Piña que sintetizan está magnífica temporada de CUBA, esa que será el piso de este equipo para continuar por esta misma senda de glorias para mantener al club en el lugar que se ganó y que merecido lo tiene, la cima de la elite del rugby de Buenos Aires.