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El arte de no decir nada

SAN ANTONIO -- ¿Pollo o pasta? Más de cincuenta periodistas en mesas redondas, comienzan a disfrutar de la comida. Como alguna vez afirmó el maestro Norman Mailer, nada mejor que una comida gratis y un ring side para que disfruten los cronistas deportivos. Algunos allegados se acercan y Ramiro González, jefe de prensa de Golden Boy, les advierte: "Por hoy pasan, pero esto es para periodistas". O sea que el viejo deporte de meterse donde no se debe es universal. En este caso, es en el tercer piso del Marriott Riverside, en donde se presentará la cartelera completa del sábado 14 de diciembre en el Alamodome.

Comienzan a llegar los grupos y los equipos. No todos: a Tamas Kovacs, el retador al campeonato mundial supermediano AMB Beibut Shumenov, todavía no le aparecieron las valijas. Llegaron el lunes y este jueves, aún están reclamando el equipaje, despachado en Budapest, donde vive. La pelea entre shumenov y Kovacs será la primera televisada por Showtime para los estados Unidos. En cambio, la transmisión de Combate Space, para toda Latinoamérica, excepto Puerto Rico, será la pelea entre Leo Santa Cruz, el campeón mundial supergallo del Consejo frente al puertorriqueño César Seda, a partir de las 23, hora de la Argentina.

Mientras está por comenzar la conferencia, Richard Shaefer --hombre fuerte, si los hay, de Golden Boy-- habla con los periodistas. Le preguntamos por el futuro de Lucas Matthysse, quien tras su derrota ante Danny García, debía viajar a los Estados Unidos para hablar de su futuro. "Matthysse debería haber venido ya, pero no pudo. Seguramente lo hará en la primera semana de enero. Veremos. Yo siempre soñé con montar la pelea entre Marcos Maidana y Lucas Matthysse y todavía pienso en hacerla, ya que aunque Marcos pierda con Broner, igual es símbolo de gran pelea", afirma. Luego, ya conduciendo la conferencia de prensa, Shaefer dijo que para la gente, hay un porcentaje mayor de votos a que Maidana le gana por nocaut a Broner.

Ante más de un centenar de periodistas y fotógrafos comienza la conferencia de prensa que, en realidad, no es tal. Porque como se estila en estos casos, el conductor --en este caso Shaefer- se encarga de presentar a los protagonistas y también de mencionar a los sponsors. Se están vendiendo entradas a 10 dólares, "Un regalo" como dice Shaefer. Es que el Alamodome tiene capacidad para unas cuarenta mil personas y, por ahora, la venta dice que asistirán algo más de diez mil.

A todo esto, Marcos Maidana luce tranquilo y relajado. Aunque en las redes sociales se insiste en que hay problemas con la balanza, lo cierto es que no hay comentarios al respecto: por el contrario, nadie del equipo muestra preocupación, salvo la lógica por la pelea. "Maidana está muy bien, se puede ganar o perder, pero el trabajo se hizo a conciencia", afirma su apoderado, Sebastián Contursi.

Van llegando sponsors y amigos de Maidana, como Hugo Basilotta y su hijo, junto a Jorge Morales, histórico anunciador del Luna Park. Se juntan varios argentinos, algunos venidos especialmente para la pelea. El Chino, vestido con su campera blanca y gorrito negro, sonríe. Nos cuenta al pasar que empezó a leer la historia de Mate Cosido, histórico bandido rural que anduvo por las pampas y el norte Argentino. A Maidana le encantan esas historias de los fuera de la ley llevados por las circunstancias, como Juan Moreyra o su querido Martin Fierro. Y, de paso, aprovecha para sacarle una foto a su mamá, Olga. Todo como si nada.

Pasan las presentaciones. Keith Thurman, campeón mundial Interino welter AMB, reconoce los méritos de su futuro rival, el mexicano Jesús Soto Karass. Thurman que empezó haciendo artes marciales y que confiesa que "el boxeo vino a mí, nunca soñé con ser boxeador" tiene el don de la palabra.

Luego viene el turno de Maidana, quien asistido en la traducción por Eric Gómez, dice muy poco, prácticamente nada, salvo agradecer a todo su equipo y agradecerle la oportunidad a Broner. Cuando Shaefer empieza a mencionar a Broner, agrega que "Cuando Maidana le ganó a Josesito López empezó a pedir por esta pelea. Él tiene un gran coraje, una gran pegada y fue el primero en insistir para hacerla".

Y, mientras tanto, el campeón se levanta y comienza a desplazarse a lo largo del escenario. Es como una danza sin música, claro, como si se estuviera preparando para algo más que para hablar. Y, cuando habla, finalmente, dice con una especie de tartamudeo que "Cuando uno se entrena, tiene que alejarse de todo, inclusive del sexo, aunque a veces no es tan sencillo". Seguramente alude a algún video fuera de tono que se desparramó por las redes sociales. Afirma que quiere ser el nuevo Mayweather y elogia a su futuro rival: "No quiero hablar de él porque como no habla inglés y no me entiende, tengo que respetarlo", dice, para luego ser demasiado hiriente y desprolijo: "Pero, igual le voy a patear el trasero". Maidana, curiosamente, se ríe cuando Robert García le traduce. En fin, que el stand up de Broner no es brillante ni demasiado atractivo, aunque provoca risas entre sus seguidores (que tampoco son tantos). Cuando estén frente a frente, para las fotos, El Chino lo mirará sin palabras, aunque en algún momento "El Problema" le diga algo al oído.

Luego vendrán los encuentros de los periodistas arracimados junto a los boxeadores para hacer preguntas. El santafecino --que cuando fue llamado para la foto del frente a frente no aparecía, porque estaba sentado en su silla, por lo que nadie lo vio al comienzo-- tampoco está ahora, esta vez se fue rumbo a sus habitaciones. Y aunque lo buscaron, no apareció más.

"Esta va a ser, sin dudas, la pelea más dura de su vida", nos dice Juan Larena, narrador y conductor de Combate Space. "Todo el mundo sabe que será el primer combate de Broner ante un pegador de raza como El Chino". Y, la verdad, es que casi todos dicen, palabras más, palabras menos, lo mismo: Keith Thurman afirma que "Sabemos que el favorito es el campeón, pero no sabemos qué va a ocurrir cuando le peguen".

Es lo que piensan todos, lo que todos comentan. Solamente hay alguien que no dice nada, y ese es el Chino Maidana.