<
>

Desplazar el sorteo universitario del 2014 sólo perjudica a los novatos

Jugadores que se esperan sean titulares sufrirán por la demora USA TODAY Sports

BRISTOL -- Ya basta.

Ese es el sentimiento abrumador que he recibido de ejecutivos y entrenadores alrededor de la National Football League respecto al tiempo en que se celebra el draft de este año. Odian tener dos semanas adicionales antes de celebrarse el sorteo. Lo odian.

La liga lo ama, por supuesto. Al desplazar dos semanas el draft, la NFL asumió control de 14 días más del calendario deportivo. En un momento en que toda la charla debe centrarse en los Juegos 7 de la NBA y NHL, el Kentucky Derby y la búsqueda de nuevo entrenador de Los Angeles Lakers, el draft está dominando el discurso. Solamente Donald Sterling fue lo suficientemente poderoso --e ignorante-- para cambiar eso temporalmente.

El draft siempre ha estado inflado, de cualquier modo. Cincuenta por ciento de los reclutas de primera ronda terminan siendo fracasos. Es imposible juzgar de modo preciso y adecuado la clase de draft de un equipo antes de que hayan pasado tres años y que los jugadores hayan, de hecho, jugado.

Pero es el evento más grande de la temporada baja de la NFL, que realmente ya no es una temporada baja, de todos modos. Como dijo alguien en la liga, simplemente es el tiempo en que no hay partidos.

Si a la NFL le importaran los jugadores que están a punto de entrar en ella, la liga volvería al modo anterior de hacer las cosas y el sorteo se realizaría en abril. La razón por la que se postergó el draft en primer lugar fue un conflicto de calendario con el Radio City Music Hall que a final de cuentas no sucedió. Fue ridículo en primera instancia que la NFL alegara que la sede estaría ocupada y moviera uno de sus eventos insignia como resultado, como si no hubiera otro lugar en New York City capaz de celebrar el sorteo.

Esa historia nunca tuvo mucho sentido. La NFL podría haber celebrado el evento en un número de sedes. Podrían haberlo realizado en el Madison Square Garden de Manhattan o se hubieran podido mudar al otro lado del puente a Brooklyn, al Barclays Center. Si esas opciones no fueran viables, la liga podría haber ocupado el Prudential Center en Newark, New Jersey, donde llevó a cabo su Día de Medios previo al Super Bowl hace apenas unos meses.

No, la NFL cambió la fecha porque quería cambiar la fecha. Al hacerlo, creó un daño colateral que afecta adversamente al mayor activo del sorteo: los jugadores novatos.

No solamente los prospectos de draft debieron soportar dos semanas adicionales de escrutinio, sino también se han perdido dos semanas adicionales de trabajo para sus nuevos patrones. De haberse celebrado el draft en el momento en que es típicamente programado, ya se hubieran podido incorporar, aunque sea un poco tarde, a la primera fase del programa de acondicionamiento de temporada baja, donde los jugadores pueden entrenar en las instalaciones de sus respectivos equipos.

Cualquier tiempo que puedan pasar en las instalaciones de los clubes es valioso. Nunca ha sido más valioso que ahora, gracias a que las reglas del nuevo convenio laboral han restringido el tiempo en que los entrenadores pueden de hecho enseñar.

Solía suceder que los equipos celebraban un minicampamento específico para novatos. Eso era intencional. Ahí es cuando ocurría la verdadera enseñanza. De eso se tratan todas las prácticas de temporada baja, las actividades organizadas de los equipos y minicampamentos: enseñanza.

El campamento de entrenamiento tiene como objetivo preparar a los titulares para la temporada. Una vez que arranque la campaña, el enfoque pasa a ser la preparación de juego y asegurarse de tener listos a los jugadores de primer equipo. El nivel de estrés sobre los entrenadores es más alto en ese momento. La mayoría carece de horas de sueño. Los desafortunados temen por sus empleos.

La verdadera enseñanza ocurre en abril, mayo y junio. Los jugadores que necesitan un mayor aprendizaje son los que menos saben: los novatos.

Peor desventaja será para los novatos que se espera sean titulares desde el primer día. Los jugadores que sean seleccionados en la primera ronda del próximo sorteo serán proyectados para contribuir de inmediato, como Jadeveon Clowney o Khalil Mack, por nombrar a un par.

Estarán en la mira desde el arranque. Es suficientemente difícil ser novato. Son jóvenes que, en muchos casos, deben ajustarse a una fama inesperada, riqueza financiera, y altas expectativas al tiempo en que realizan la transición desde una vida universitaria a un empleo. Tan pronto como sea llamado su nombre desde el podio del draft, empiezan a formar parte de la fuerza laboral y se convierten en profesionales. Algunos están listos para lidiar con la responsabilidad. Algunos no.

De cualquier modo, la NFL se ha encargado de complicar su camino al recortar el tiempo del que disponen para hacer el ajuste.

Esa es una de las razones por la que entrenadores y ejecutivos no gustan de tener el draft en mayo. Otra es el límite de tiempo que tienen para trabajar con los individuos. Y otra es el límite de tiempo que tienen para enfocarse en la preparación de sus equipos.

Y una final es el límite de tiempo que tendrán para estar con sus familias. Hablamos de seres humanos, después de todo.

Otra mala idea que está considerando la liga es estirar el sorteo a cuatro días. No es suficiente modificar la fecha del draft. Ahora hay reportes de que la liga lo quiere prolongar.

¿Para qué? Para tener mayor control del calendario deportivo. Eso es todo. No se trata de mejorar el producto sobre el campo. Se trata de dominar. En eso, la liga está teniendo éxito, pero a qué precio?