BUENOS AIRES -- De la trillada frase "el dinero no es todo" - aún a riesgo de ir a contramano del mundo en que vivimos - Germán Chiaraviglio hace su filosofía de vida.
Con sólo 19 años, tentado para competir representando a Italia en las mejores condiciones de la elite europea, la aparición más sorprendente del atletismo argentino de los últimos años rechaza ofertas y elige a su país una y otra vez. Y no parece arrepentido.
Con el mate de compañero, Germán Chiaraviglio disfruta con su familia y amigos del comienzo de los Juegos Odesur que se disputan en Buenos Aires y donde el domingo buscará quedarse con el oro en su especialidad, el salto con garrocha.
En el segundo día de competencia, Germán se convirtió en el hincha número uno de su hermana Valeria, que también compite en salto con garrocha.
"Estuvo bien. Una marca de 3.60 para ella es importante porque son sus primeros torneos de esta categoría. Con mi viejo (Guillermo, su entrenador) y mi hermano (Guillermo Jr.) tratamos de acompañarla y aconsejarla pero sufrimos un poco. Es difícil vivirlo desde afuera", reconoció Chiaraviglio.
- ¿Cómo te estás preparando para tu presentación del domingo?
- Bien, con muchas ganas de saltar, con buena predisposición. Ojalá sea un lindo evento y tenga un buen día. Entrené para llegar a este último torneo del año, así que espero disfrutrarlo de la mejor manera y si saco una buena marca, mejor.
- ¿Cómo evaluarías el nivel de los rivales?
- Bueno. Siempre hay buenos saltadores y todos quieren dar un poco más, así que va a ser un desafío muy grande. Voy a tener que estar atento, hacer las cosas de manera prolija.
- ¿Es especial competir en Buenos Aires? ¿Genera presión o motivación extra?
- Sin dudas es una alegría grande. Saltar ante el público argentino y en un escenario nuestro es muy lindo. En general me ven saltando fuera del país y no tienen la posibilidad de hacerlo acá. Me siento muy local y es un punto a favor.
- ¿Cómo se siente ser la gran promesa del atletismo argentino?
- No sé... no quiero asignarme ese compromiso. Me gusta que hablen de mí, que me apoye la gente, los dirigentes, pero no quiero cargarme de ninguna responsabilidad porque sería perjudicial para mi carrera. Prefiero seguir disfrutando de este deporte como lo hice hasta ahora, tratando de dar lo mejor.
- ¿Qué cambió después del título en China (se coronó en agosto campeón mundial juvenil saltando 5.71)?
- En mí, sinceramente, nada. A lo mejor cambiaron algunas cuestiones de la gente para conmigo. Mucha gente me conoció más de lo que me conocía antes. Pero no cambió nada y no quiero que cambie nada porque si hasta ahora con lo que he hecho y he trabajado tuve buenos resultados, para qué cambiar, ¿no?
- ¿Qué aspectos de tu preparación en Europa se extrañan al regresar a Argentina?
- Básicamente en Europa las competencias tienen más nivel y el atletismo se encara como un deporte súper profesional. Las condiciones de entrenamiento son muy buenas, ideales. Son factores que ayudan a crecer.
- Te comprometiste a representar a Argentina en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 pero dejaste la puerta abierta a un posterior cambio de nacionalidad...
- (Interrumpe) No, no. Eso fue una controversia que se originó a partir de algo que yo dije pero no quise decir. Sinceramente quise decir que no tenía ningún interés en competir para otro país, así que lo voy a hacer para Argentina y con mucho orgullo.
- Solange Witteveen, a quien también le habían ofrecido hace unos años la nacionalidad belga, reconocía que elecciones de ese tipo no eran fáciles y comentaba, a propósito de tu caso, que si recibías de Argentina el apoyo necesario no te ibas a ir...
- Sin dudas. Si acá uno tiene todo lo que necesita no hay por qué cambiar. La cuestión es de corazón... más humana que económica, porque si pesara sólo lo económico sin dudar tendrías que irte a competir a otro país. Pero no pasa por ahí, pasa por lo que para uno representa su país, la bandera argentina y eso la plata no te lo va a cambiar. Reconozco que me han hecho ofertas pero no tengo ningún interés.
- ¿Cómo será tu preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Pekín?
- Trabajar de la mejor manera. Siempre con estadías en Europa, como lo he hecho anteriormente. Me gustaría entrenar tranquilo y bien. Tener en este tiempo un crecimiento no sólo técnico sino también humano, psicológico, lo que te lleva después a tener un alto rendimiento en los Juegos Olímpicos. Sé que cada centímetro y cada momento va a ser más difícil pero es parte del desafío.