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Confidencias de campamento: los Jets vuelven a su porte orgulloso

CORTLAND -- Advertencia a la NFL: cuidado con los New York Jets.

¿Quién lo dice?

Los Jets, claramente.

Pese a los tres años seguidos sin playoffs, los Jets han vuelto al pavoneo que los volvió un equipo a seguir (y escuchar) en el 2009 y 2010. Rex Ryan está motivado y eso significa que todos a su alrededor también lo están. Lo han presumido en el campamento de entrenamiento, asegurando que tienen la mejor defensiva, el mejor esquinero (autodenominación de Dee Milliner) y un mariscal de campo futuro Top-5 (la opinión de Geno Smith).

¿Qué podemos interpretar de su confianza abierta?

Francamente, no se han transformado mucho --somos de la vieja escuela-- pero no hay discusión que los Jets son mejor equipo que el año pasado. Añadieron un par de jugadores experimentados a la ofensiva, Chris Johnson y Eric Decker, y su profundidad es mejor en casi todas las posiciones. Smith se muestra más cómodo y la línea defensiva tiene la oportunidad de ser atemorizante. Hay muchas cosas que agradan de los Jets, quienes se unificaron por Ryan al final de la temporada pasada... y salvaron su trabajo.

Hay continuidad en la plantilla y en el personal de entrenamiento, lo que motivó a Ryan para asegurar que este equipo está a "millones de millas" del que era el año pasado. Hay una vibra positiva en torno al club, la cual reemplazó la incertidumbre que copó la mente de muchos el año pasado. El estado laboral de Ryan, un tema primordial durante el 2013, ya es tema pasado. El enfoque está en el campo al tiempo que los Jets intentan volver a la postemporada.

"Llevamos mucho tiempo fuera", manifestó el apoyador Calvin Pace.

TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO
1. La defensiva puede controlar la línea golpeo contra casi cualquiera. Liderados por Muhammad Wilkerson y Sheldon Richardson, Novato Defensivo del Año en el 2013, los Jets tienen una de las mejores líneas jóvenes de la liga. Terminaron terceros contra la carrera la temporada pasada, y sería una decepción si pierden lugares en esa categoría. Los siete frontales pueden pasar de buenos a destacados si un par de los apoyadores en su 3° año, Quinton Coples y Demario Davis, mejoran su consistencia. Davis ha sido uno de los mejores jugadores en el campo, mostrando instintos más afinados que en el pasado. Coples es un enigma: talentoso, pero su motor se calienta y se enfría. La presión al pase que corre por el centro de los Jets necesita una temporada de doble dígito en capturas por parte de Coples.

2. La ofensiva ya no tiene que jugar en una cabina telefónica. Con Johnson en el backfield y Decker en el perímetro, presumen la habilidad de atacar todas las áreas del campo. La clave es Johnson. Si su rodilla atendida quirúrgicamente puede aguantar, les dará algo que los Jets nunca han tenido bajo el ala de Ryan: una amenaza real para toda liga en el ataque terrestre. Los Jets planean utilizarlo en espacio, asumiendo que Johnson --echado por los Tennessee Titans-- aún tiene suficiente en el tanque. Decker no te cambia un juego, pero será un objetivo confiable y versátil para Smith, específicamente en la zona roja.

3. La situación de mariscal de campo es sólida. Salvo una lesión, todo apunta que Smith será el titular en la inauguración de la liga. No obstante, el equipo continúa con una falsa competencia entre Smith y Michael Vick. Smith será mejor que el año pasado, durante el cual no fue más que un novato propenso a lanzar intercepciones, pero aún hay dudas sobre su toma de decisiones y habilidad para leer defensivas. Si tropieza, Ryan volteará a un Vick de 34 años que conoce la ofensiva de Marty Mornhinweg y ya se ganó el respeto de sus compañeros. A diferencia del año pasado, cuando no había un respaldo probado, el puesto titular no será una cita de toda la temporada para Smith. Vick, una compra inteligente de temporada baja, está al acecho.

TRES MOTIVOS PARA SER PESIMISTA
1. Los Jets, alguna vez conocidos por el gran nivel de sus esquineros, tendrán problemas en la cobertura. Y eso no es bueno, considerando que enfrentarán a unos de los mejores receptores en la primera mitad de su calendario: Calvin Johnson, Brandon Marshall, Jordy Nelson y Demaryius Thomas. Por primera vez desde el 2006, no tienen un Darrelle Revis y/o un Antonio Cromartie en la esquina. Es un grupo de reconstrucción liderado por Milliner, quien tiene talento pero aún le falta mucho por demostrar. Atrás de él, todo son obstáculos y jugadores poco experimentados. Si no obtienen ayuda en la presión al pase, los Jets se arrepentirán de no haber firmado esquineros de alto perfil en la agencia libre.

2. Siguen a la espera de una segunda opción que emerja en el juego aéreo. ¿Será el ala cerrada novato Jace Amaro? ¿El receptor de ranura Jeremy Kerley? ¿Será que Stephen Hill por fin alcance su potencial? Si nadie aparece, la ofensiva se inclinará mucho hacia Decker y eso llevará a las defensivas a cubrirlo más. Eso no le pasaba en Denver, donde era la tercera o cuarta opción en el prolífico ataque de Peyton Manning. Los Jets dicen que pueden trazar esquemas para mantener a Decker en cobertura sencilla, pero la mejor manera sería tener un arma legítima en el lado contrario.

3. La nutrida generación de draft (12 selecciones) empezó lento. Se pueden culpar las lesiones por ello. El profundo Calvin Pryor, proyectado como titular en la Semana 1, lleva una semana fuera por conmoción. El esquinero Dexter McDougle y el receptor Shaq Evans también se han visto limitados por lesiones, aunque ninguno había brillado antes de lastimarse. Amaro, también, tiene su porción de obstáculos mientras intenta dominar una posición compleja en el sistema de Mornhinweg. Nadie esperaba que duplicaran el draft del 2013, el cual produjo cinco titulares, pero tampoco es que los resultados prematuros sean alentadores.