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Los Raiders una vez más llegan a la temporada en medio de incertidumbre

MÉXICO -- Al igual que en la última década, los Oakland Raiders llegan a una nueva temporada en medio de la incertidumbre, no sólo por su potencial dentro del emparrillado, sino también por su destino en el futuro próximo.

Los altos salarios de algunos veteranos y los malos canjes han costado al equipo dinero bajo el tope salarial y selecciones de draft necesarios para intentar reconstruir el equipo, sin duda una fórmula que los ha condenado al fracaso en los últimos años.

Cada temporada baja los Raiders están amarrados de manos por no poder invertir en suficientes agentes libres para reforzar la plantilla.

No sorprende que una encuesta reciente de ESPN.com haya revelado que los jugadores de la NFL no quieren ir a los Raiders, esa imagen negativa que arrastra el equipo alrededor de la liga es un lastre muy difícil de superar.

Tampoco ayuda el hecho de que el contrato del equipo con el O.co Coliseum está a punto de expirar y que si la ciudad de Oakland no le brinda las facilidades al equipo para construir un nuevo inmueble existe la posibilidad latente de una mudanza.

¿QUÉ ESPERAR DE LA OFENSIVA?
La incertidumbre rodea a la franquicia y su ofensiva no iba a ser la excepción. Matt Schaub fue firmado en la temporada baja para cubrir la posición de mariscal de campo, lo cual representa una mejoría sobre los titulares del 2013, Matt Flynn, Terrelle Pryor y Matt McGloin, sin embargo tampoco es una garantía después de sus problemas de lesiones en sus últimos años con los Houston Texans.

En el draft reclutaron a Derek Carr, quien sin duda posee un gran talento pero aún no está listo para ser titular en la NFL, por lo que en caso de una lesión de Schaub, Oakland podría enfrentar un grave problema este año.

Maurice Jones-Drew llegó para reforzar la posición de corredor, que podría ser la mayor fortaleza del equipo si logra mantenerse sano junto a Darren McFadden, quien nunca ha jugado los 16 partidos de una temporada en sus seis años de carrera profesional.

La producción de Jones-Drew y McFadden ha visto un marcado declive en los últimos dos años, así que el entrenador en jefe Dennis Allen y el coordinador ofensivo Greg Olson deben diseñar un plan de juego que mantenga frescos a ambos corredores para mantenerse competitivos en los partidos.

El cuerpo de receptores luce sólido con James Jones, Greg Little, Rod Streater y Andre Holmes, sin embargo ninguno de ellos es un verdadero receptor N° 1 y su producción está ligada al rendimiento de Schaub, que ha lanzado 26 intercepciones en las últimas dos temporadas.

El ala cerrada David Ausberry, quien estaba proyectado como titular, sufrió una lesión de rodilla que requirió cirugía en la temporada baja y está en duda su participación en la campaña, lo cual tampoco es de mucha ayuda.

¿QUÉ ESPERAR DE LA DEFENSIVA?
Las esperanzas de los Raiders sin duda están puestas en su defensiva, que a pesar de su veteranía tiene el potencial para provocarle dolores de cabeza a más de un coordinador ofensivo la próxima campaña, aunque su problema principal es la falta de profundidad.

Oakland asumió una postura agresiva en la agencia libre adquiriendo jugadores sólidos, sin ser estelares la mayoría de ellos.

Justin Tuck, LaMarr Woodley y Antonio Smith reforzarán la línea, sumándose al veterano Pat Sims que llegó la campaña pasada y brilló en el interior contra la carrera, lo cual nos hace imaginar que los Raiders tendrán una franca mejoría en su presión al pasador, luego de sumar apenas 38 capturas la temporada pasada.

El recluta de primera ronda del draft, Khalil Mack, se integra a un cuerpo de apoyadores encabezado por Nick Roach y el joven Sio Moore, quien recientemente sufrió una lesión de cuello que pone en riesgo su participación para el 2014. Más allá de los titulares proyectados, Oakland tiene muy pocas opciones para cubrir una posible ausencia.

La secundaria cuenta con jugadores reconocidos pero que en algún momento de sus carreras fueron descartados en otros equipos, y eso podría ser un problema.

Los esquineros Tarell Brown y Carlos Rogers ya no fueron requeridos por los San Francisco 49ers y encontraron un nuevo hogar al otro lado de la bahía, el profundo Charles Woodson tampoco era parte de los planes a futuro de los Green Bay Packers y volvió al lugar en el que inició su carrera como profesional. El veterano Tyvon Branch viene de una fractura en la pierna que lo marginó la campaña pasada con los Raiders y existen dudas sobre si podrá recuperar el nivel que tenía antes de su lesión.

El esquinero D.J. Hayden no ha podido entrenar junto a sus compañeros por una lesión en el pie que requirió cirugía en la temporada baja, y ahora todo indica que el club lo mandará a la lista de los físicamente incapacitados para desempeñarse (PUP).

El esquinero Chimdi Chekwa ha recibido elogios durante la pretemporada, pero en tres años como profesional apenas suma 35 tacleadas sin intercepciones, una producción bastante pobre.

Un dato que no debemos pasar por alto es que si la defensiva de los Raiders lograr mantener los partidos cerrados hasta el final, la pierna de Sebastian Janikowski también podría ayudarles a conseguir algunas victorias este año.

DESDE LA ENFERMERÍA
Hayden ha tenido una corta carrera marcada por las lesiones. Llegó a la NFL después de sufrir una una ruptura en la vena cava inferior que puso en riesgo su vida durante la universidad, tardó en recuperarse y se perdió las actividades organizadas por el equipo y durante la temporada un problema en la ingle lo envió a la lista de reservas lesionados, marginándolo por el resto del año.

Ahora una lesión de tobillo lo envía a la lista de físicamente incapacitados para jugar, lo que le obligaría a perderse al menos los primeros seis partidos de la temporada.

Moore salió en camilla durante el partido de pretemporada contra los Green Bay Packers y el equipo ha informado que su situación está siendo evaluada día a día. En caso de que Moore no pueda arrancar la temporada, Miles Burris tendrá que ocupar su lugar.

La lesión de Ausberry también tiene en el limbo al ala cerrada, quien podría seguir el mismo destino que Hayden y perderse el inicio de la temporada regular.

Los Raiders esperaban contar con su ala cerrada desde el inicio del año y ahora podrían tener que voltear hacia Mychal Rivera, Nick Kasa y Brian Leonhardt para reemplazarlo.

Schaub también sufrió una lesión en el codo durante la pretemporada y aunque no pone en riesgo su participación en el inicio de la campaña, sí estará limitado en el resto de las prácticas, lo que podría afectar su química con sus receptores.

PRONÓSTICO PARA EL 2014
El futuro de los Raiders no luce nada halagador. Acumulan 11 temporadas consecutivas no sólo sin playoffs, sino que tampoco han podido terminar con récord ganador.

La llegada de Reggie McKenzie como gerente general ha dado estabilidad al equipo, pero los resultados aún no han llegado con Allen, quien ha terminado con récord 4-12 en sus dos campañas al frente del equipo.

Por ridículo que parezca, el destino también parece conspirar en contra de los Raiders, que enfrentarán el calendario más complicado de la NFL esta temporada (.578), así que pensar en romper cualquiera de sus sequías este año parece francamente poco probable.

El futuro de Oakland con Carr en los controles luce prometedor, pero es eso, futuro. El presente sigue luciendo sombrío para una franquicia que merece salir del bache en el que se encuentra y regresar a los años de gloria que vivieron en las décadas de 1970 y 1980.

Mi pronóstico para los Raiders este año es un récord 5-11, quizás no una gran mejoría en relación a la campaña anterior, pero mejoría al fin.