<
>

Factores X de la Conferencia Oeste en playoffs

Si te perdiste los "Factores X" de la Conferencia Este, haz click aquí.

Es difícil no pensar que, en la Conferencia Oeste, las primeras dos rondas de los playoffs son apenas un preludio para el inevitable choque de titanes entre los Golden State Warriors y los San Antonio Spurs. Eso es lo que sucede cuando el líder en la temporada regular gana más juegos que cualquier otro equipo en la historia de la NBA, su escolta tiene 67 victorias y el tercero tiene 55.

Sin embargo, lo más bello del deporte es su lienzo en blanco. El paisaje todavía no está pintado, cualquier cosa puede llegar a suceder y toda Oklahoma City nos puede mandar a los "expertos" a ya saben donde.

Eso sí, un ingrediente vital para que reine el caos y la anarquía en el Salvaje Oeste es el resurgimiento de ciertos jugadores cuyo talento no se discute pero que a la misma vez no son estrellas o están a punto de bajarle la cortina a su carrera. Los conocemos como los "Factores X".

(A no confundirse con los "X-Men", aunque si lo fueran entonces Stephen Curry sería Gambito. Porque tiene todas las cartas, jeje).

1. Factor X de los Golden State Warriors: Shaun Livingston. Base.

Llegué a pensar en el brasileño Leandro Barbosa, un armador bien capaz de hacerle bailar la samba a cualquier defensa rival, pero lo del base más alto de la liga (2,01 metros de altura) ha sido tan inesperado esta temporada que el veterano de 30 años de edad ha llegado a ser "indispensable" por la prensa local.

"Tienes que utilizar la cabeza para saber como puedes ayudar a tu equipo a ganar. Yo ya no puedo tirar 20 veces como antes...pero si puedo descifrar como puedo ayudar a mi equipo a ganar partidos", Livingston le dijo al San Francisco Chronicle a principios de abril.

Es ese tipo de filosofía cerebral lo que le permite a Kerr confiar en Livingston, quien ha disputado 77 juegos esta temporada y tres de ellos como titular. Él es el balance al ritmo frenético de Curry pero tampoco le teme a penetrar la zona pintada rumbo al aro como cuando tuvo 14 puntos en 21 minutos durante la derrota por 124-117 en tiempo suplementario contra los Minnesota Timberwolves o cuando hizo sacudir la canasta con esta volcada contra los Atlanta Hawks.

Curiosamente, Livingston nunca ha promediado más de nueve puntos por partido, pero su valor para los Warriors es que él cuida el balón con recelo y promedia apenas un balón perdido cada 19,5 minutos en cancha.

Si Curry no está en la cancha, los Warriors están en buenas manos.

2. Factor X de los San Antonio Spurs: Manu Ginóbili. Escolta.

Manu no es ningún secreto, todos conocen la hidalguía con la que juega cada minuto ya sea durante el juego número 38 de la temporada regular o el séptimo juego de una serie de postemporada, pero él es el Factor X de los Spurs por el salto de calidad que siempre les puede dar.

Manu se redimió en las Finales del 2014 tras su pálida actuación en las del 2013 contra el Miami Heat y ya no tiene nada que demostrar a los 38 años, pero su nivel podría llegar a ser un gran respaldo al protagonismo de Tony Parker, Kawhi Leonard, LaMarcus Aldridge y Tim Duncan.

El escolta argentino no ha estado en cancha por más de 24 minutos desde que regresó de su operación testicular antes de lo esperado el 5 de marzo, y desde aquel entonces ha disputado 15 de los 20 compromisos de su equipo.

En la serie de primera ronda contra los Clippers que los Spurs perdieron por 4-3 el año pasado él promedió ocho puntos y 4,6 asistencias comparado con su media de 14,4 puntos y 4,4 asistencias contra el Heat en el 2014. Algo en el medio le caería como anillo al dedo a San Antonio.

3. Factor X del Oklahoma City Thunder: Enes Kanter. Pivot.

La capacidad de liderazgo de Kevin Durant no se pone en duda. Tampoco la habilidad de una máquina de acumular triple-dobles como Russell Westbrook. Después de todo, ambos llegaron juntos a las Finales de la NBA en el 2012.

El tercer mosquetero en aquel entonces era James Harden, quien se marchó a Houston y desde ese entonces ninguno de los tres ha regresado a la tierra prometida. Es por eso que la dirigencia del Thunder incorporó a Kanter la temporada pasada para llenar el vacío que supo dejar Harden.

El pivot turco es muy similar al escolta de los Rockets, ya que ambos son más que capaces de anotar y toman a la defensa como un curso opcional más que una obligación.

Su promedio de puntos por partido ha bajado de 18,7 como pilar ofensivo en Utah a 12,7 como tercer opción en Oklahoma City, pero él tendrá que elevar su nivel cuando Durant enfrente marcas dobles y Westbrook no esté inspirado o viceversa.

El destino del Thunder podría llegar a depender de ello.

4. Los Angeles Clippers: Blake Griffin. Ala pivot.

La actual temporada se puede separar en dos partes para Griffin: Pre-lesión en Navidad contra los Lakers y post-lesión, escándalo y suspensión tras golpear a su amigo y ayudante del equipo en un restaurante de Toronto hace un par de meses.

Los Clippers contaron una marca de 28-15 en su ausencia rumbo a otra temporada con al menos 50 victorias, pero el consenso general siempre fue que el conjunto angelino no llegaría lejos en los playoffs sin uno de sus emblemas.

La versatilidad ofensiva y presencia en la zona pintada de Griffin va más allá de cualquier alley-oop.

5. Factor X de los Portland Trail Blazers: C.J. McCollum. Escolta.

McCollum ha sido una de las gratas revelaciones de la liga durante la temporada regular durante su tercer año como profesional y ayudó a los Trail Blazers a sobrepasar todas las expectativas haciendo olvidar a Wesley Matthews.

McCollum solo se perdió dos juegos en toda la campaña y elevó su promedio de 6,8 a 20,6 puntos por partido mientras redoblaba sus minutos por encuentro (de 15,6 a 34,8) para consolidarse como titular indiscutido ante los ojos de Terry Stotts.

Ahora se viene su prueba de fuego, ya que esta postemporada lo verá considerado como parte de la estrategia defensiva del rival y ya no pasa desapercibido en los planteos tácticos como suplente anónimo.

¿Podrá McCollum emular a Paul George y dar el salto del anonimato al estrellato?

6. Factor X de los Memphis Grizzlies: Lance Stephenson. Escolta.

Las bajas por lesión de Mike Conley y Marc Gasol dejaron a los Grizzlies diezmados y sin dos líderes ofensivos vitales para el éxito del equipo, lidiando a Zach Randolph con toda la carga como anotador principal.

Sin embargo, esa carga se podría llegar a ver disminuida al menos un poco si Stephenson logra volver a descubrir aquel nivel que lo hacía pensar en verde durante su última temporada en Indiana antes de marcharse a Charlotte como agente libre.

Stephenson se marchó sin pena ni gloria de los Clippers tras promediar 4,7 puntos y 15,8 minutos por partido en 43 juegos durante la actual campaña pero parece haber encontrado un segundo hogar en Memphis al elevar su productividad a 13,9 puntos cada 26 minutos con los Grizzlies.

Su forma de jugar es temeraria tanto para sus rivales como para sus propios compañeros a veces, y en Memphis esperan que el "Buen Lance" aparezca esta vez.

7. Factor X de los Dallas Mavericks: José Juan Barea. Base.

Héroe de las Finales del 2011, Jugador de la Semana en abril de este año e ídolo de la gente, Barea representa la esperanza en Dallas.

Su racha de cuatro partidos entre el 30 de marzo y el 6 de abril con 26 puntos contra los New York Knicks, 29 contra los Detroit Pistons, 21 contra los Minnesota Timberwolves y 27 contra los Houston Rockets (superando a los 26 de un anotador nato como Harden) dejó a todos boquiabiertos.

La lesión en la ingle sufrida poco después detuvo su envión, pero Barea no necesita demasiado para volar alto.

8. Factor X de los Houston Rockets: Dwight Howard. Pivot.

Howard es capaz de ponerse a un equipo al hombre, lo vimos hacerlo en el 2009 llevando al Orlando Magic a las Finales y eliminando a LeBron James en el camino, pero la postemporada pasada fue lo opuesto y su presencia en la cancha era representada en la forma de un embudo ofensivo cuando él era el foco de ataque.

Los Rockets ya tienen al asunto cuesta arriba con los Warriors como oponente en la primera ronda, pero cualquier esperanza de un batacazo depende de si Howard logra volver a dominar la zona pintada como alguna vez lo hizo en Orlando.