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Febrero de infarto para los Clippers

Desde hace años, Los Angeles Clippers quieren ser mayores y exitosos. Primero, Donald Sterling, y ahora, Steve Ballmer, pretendieron y pretenden ser los propietarios partícipes del clímax de un equipo demasiado acostumbrado a cumplir a la perfección con su papel de segundones, antes, y de eternos y poco realistas aspirantes al anillo, ahora. Cada año es el idóneo para su efervescencia y lo que acaba ocurriendo tiene más que ver con unas burbujas caducas que, bien por las lesiones, bien por los achaques de inmadurez de Blake Griffin, o bien por lo mal que suelen llegar a las postemporada acaban disolviéndose en su propio elemento.

Esta temporada vuelve a mostrar indicios de situaciones harto conocidas por los aficionados de los Clippers. Doc Rivers no gana para disgustos y las lesiones han mermado la participación de dos de sus jugadores más importantes. Griffin y Chris Paul tan solo han podido jugar juntos en 26 de los 49 encuentros que ha disputado el equipo esta temporada. La intervención quirúrgica en la rodilla del ala-pívot y la fractura en el pulgar del armador cortaron de raíz el binomio en casi un 50 por ciento de los compromisos. De esta guisa, el plantel que comenzó la campaña con el mejor balance inicial de su historia (16-5) y que en enero pulverizó el inicio de 2017 con siete triunfos al hilo ante rivales que incluyeron a Memphis Grizzliers y Oklahoma City Thunder - también a Phoenix Suns, Los Angeles Lakers y Miami Heat entre otros - se encuentra ahora ante un mes de febrero que determinará sus opciones reales para el año. Será el equipo que más complicado lo tendrá a priori según el calendario del mes que está comenzando.

Las cuatro derrotas en los últimos seis partidos frenaron de raíz el paso firme del conjunto de Rivers. Pero fue el estrepitoso tropiezo ante Golden State Warriors del sábado por 46 puntos de diferencia el que puso a los Clippers en un lugar incómodo pero de sobra conocido. Los vigentes subcampeones de la NBA todavía no han dejado respirar a sus vecinos del sur y les han vencido en todas las citas por una diferencia media de 36 puntos por partido, incluida la que protagonizaron con el cuchillo entre los dientes en la pretemporada.

La victoria del miércoles ante Phoenix Suns supo a gloria tras las expulsiones de DeAndre Jordan y uno de los asistentes de Rivers. Era el primer compromiso desde el desfalco ante los Warriors y sin tiempo para recuperarse del mareo de una derrota sin paliativos, los angelinos hicieron los deberes frente al segundo peor equipo de la liga. Los exámenes de verdad vienen a continuación, comenzando este jueves en partido emitido a nivel nacional desde el Staples Center ante los Warriors (será el penúltimo encuentro de la serie entre ambas franquicias).

No hay conjunto de la NBA que tenga un febrero tan cuesta arriba como los angelinos, quienes seguirán jugando sin su pulmón a pesar de que CP3 esté mostrando signos de mejora. En total, se verán las caras en dos ocasiones con los Stephen Curry, Kevin Durant y compañía; contarán con tres tandas de juegos consecutivos en el que se incluye una visita al Oracle Arena mientras que al día siguiente recibirán a San Antonio Spurs. Además, están a punto de comenzar un periplo en la carretera de cinco encuentros de los que cuatro serán en la costa este y uno en Utah para cerrar la gira de los Grammy.

Febrero será determinante para que los Clippers consigan colocarse en la tercera plaza y desfalquen a unos Houston Rockets que lo tendrán complicado desde el primer día de marzo, cuando visiten el Staples Center, hasta el último, cuando viajen a la bahía de San Francisco. Entre medio tendrán un elenco de pruebas de fuego ante rivales como Memphis, San Antonio, Utah Jazz, Cleveland Cavaliers, Oklahoma City Thunder y otro contra los Warriors. También contarán con dos tandas de juegos consecutivos y siete visitas.

Con el Juego de las Estrellas a la vuelta de la esquina, el cierre del mercado de fichajes previsto para el día 23 podría impactar en los Clippers si los rumores sobre la llegada de Carmelo Anthony y la salida de algún jugador se hace efectivo. A partir de ahí, el tramo final de la temporada será, como de costumbre, una oportunidad para que los angelinos logren un buen posicionamiento en la postemporada.