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Selección de Puerto Rico juega como local... en Orlando

ORLANDO, Florida -- Hasta el equipo nacional de baloncesto de Puerto Rico se mudó a Orlando, Florida, en una parada que sus integrantes esperan sea provisional mientras en la isla trabajan arduamente para tratar de crear las condiciones mínimas que permitan el regreso a casa.

Puerto Rico enfrentará a Estados Unidos el jueves, el Día de Acción de Gracias, en la Arena CFE del campus de la Universidad Central Florida, en el inicio de un nuevo formato de eliminatorias continentales para el Mundial de Baloncesto del 2019. El choque arrancará a las 7:30 pm en la instalación con capacidad para 9,465 fanáticos.

El partido estaba programado originalmente para celebrarse en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan, pero fue mudado a Florida debido a la gran devastación que causó el huracán María en todo el país en septiembre pasado, que convirtió la mítica casa de ‘Los 12 Magníficos’ en el principal refugio de los damnificados por el fenómeno atmosférico.

Los organizadores del encuentro en Orlando anunciaron que el 20 por ciento de las recaudaciones será donado a la fundación “United For Puerto Rico”, como una contribución de la Federación Puertorriqueña de Baloncesto (FBPUR) para la recuperación de la isla.

El presidente de FBPUR, Yum Ramos, informó a ESPN Digital que mover su primer encuentro como local fuera de su escenario natural, costó a la selección nacional más de cien mil dólares, entre patrocinios y gastos, además de perder parte de la ventaja de jugar en casa.

“A pesar de la situación adversa que estamos viviendo en nuestro país con el huracán, que no tuvimos una preparación adecuada, que no hay instalaciones deportivas para hacerlo, la federación hizo un sacrificio económico enorme para poder jugar este partido”, dijo Ramos. “Espero que nos apoyen en este gran esfuerzo”, agregó.

Debido a las condiciones en Puerto Rico y las propias restricciones de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), los países participantes en las nuevas eliminatorias no tuvieron mucho tiempo para trabajar juntos.

“El tiempo de preparación fue corto. Muchos equipos soltaron a los jugadores el 20, 72 horas antes del torneo, pero algunos de ellos volaron por más de 20 horas, dejándome apenas 48 horas para preparar un equipo”, dijo el entrenador Eddie Casiano. “Pero es lo que hay y debemos trabajar con eso”, apuntó.

Con poca preparación, lejos del hogar y mientras la mayoría de familias norteamericanas se estarán reuniendo para la cena de agradecimiento, los jugadores boricuas enfrentarán al país más poderoso del baloncesto mundial.

“Primero, vinimos a buscar la victoria porque es clasificatorio para el mundial, que es lo que buscamos todos. Segundo, queremos dedicarle el juego a la gente de Puerto Rico por todo lo que está pasando en la isla”, dijo Ricky Sánchez, el ala-pívot de siete pies de estatura.

“Queremos mostrar ese sentimiento patrio, ese sentimiento de pertenencia, de que estamos con ellos. Y dejarles saber que estamos aquí para representar a Puerto Rico y poner a Puerto Rico en alto”, agregó el gigante.

“Vamos a hacernos de cuenta que estamos jugando en San Juan. Esperamos que la gente de Orlando nos haga sentir como en casa. Cuando saltemos a la cancha estaremos jugando por los puertorriqueños de la isla, de Orlando y de todo el mundo”, dijo el delantero Gilberto Clavell, quien se integró al equipo horas antes de que se hiciera el corte final al roster para las eliminatorias.

Al igual que fue Nueva York en el pasado, para los puertorriqueños, Orlando es como una extensión de la Isla del Encanto. Más de 200 mil puertorriqueños vivían en la gran área de Orlando, de acuerdo al censo del 2014, pero debido a la crisis económica que afectó la nación caribeña en los últimos años, y acelerado por los daños causados por el huracán María, la cifra se habrá duplicado para cuando termine el 2017.

De acuerdo al Pew Research Center, la población de puertorriqueños en todo el estado de La Florida supera el millón de personas. Pero no todos están en condiciones de asistir a un partido de baloncesto la noche de Acción de Gracias.

“He seguido el equipo de baloncesto de Puerto Rico desde que era un niño”, dijo Delvin Rodríguez, un nativo del municipio de Toa Baja que trabaja en una barbería de Kissimmee desde que llegó de Puerto Rico hace dos años.

“Ver en vivo un partido de Puerto Rico contra Estados Unidos siempre ha sido una de mis metas, pero con todo lo que pasó en la isla, he tenido que reconsiderar mis prioridades. Tengo varios familiares en mi casa que llegaron de Puerto Rico porque lo perdieron todo. Estaremos al tanto de lo que pase en el partido, pero no podremos comprar boletos para ir a la cancha. Es triste, pero es la realidad”, dijo.

“Hay mucho en juego, pero no solamente se trata de baloncesto”, dijo el armador puertorriqueño Ángel Rodríguez, conocido en la Florida porque fue armador titular de los Hurricanes de la Universidad de Florida entre 2014 y 2016.

“Nosotros queremos ganar un partido, contra un rival poderoso, para tratar de brindar un poco de alegría a un país que está necesitado de buenas noticias. Puerto Rico siempre ha tenido un amor especial por la selección de baloncesto y nosotros sentimos que podemos aportar para mejorar el estado de ánimo de la gente”, agregó Rodríguez.

Para la Copa Mundial de Baloncesto del 2019, programada para celebrarse en ocho ciudades de China del 31 de agosto al 15 de septiembre, se amplió el número de participantes de 24 a 32 y se reformuló el formato de clasificación por un sistema de ida y vuelta muy parecido al que se usa en los torneos eliminatorios de fútbol.

Bajo el nuevo esquema, que sustituye los torneos clasificatorios continentales, las eliminatorias para el Mundial se realizarán en dos rondas entre noviembre de este año y febrero del 2019, con partidos de local y de visitante para cada país durante los dos años de competición.

Mientras en cada una de las eliminatorias de América, Africa/Oceanía y Asia compiten 16 países, en las de Europa lo hacen 32, divididos en grupos de cuatro. Los tres mejores de la primera ronda, avanzarán a la segunda y los ganadores de grupo de la segunda pasarán al Mundial.

En la primera ronda, además de Estados Unidos, Puerto Rico chocará con Cuba y México.

Para las eliminatorias mundialistas, Estados Unidos ensambló un roster compuesto casi por completo por jugadores de la liga de desarrollo de la NBA, liderado por Jameel Warney, un delantero de 23 años que fue Jugador Más Valioso de la Americup que ganó la selección de las barras y las estrellas en Córdoba, Argentina, en septiembre pasado.

El conjunto norteamericano es dirigido por Jeff Van Gundy, antiguo entrenador de los New York Knicks, y tiene en su staff técnico al veterano Mo McHone y a John Thompson, el ex manejador del equipo masculino de la Universidad de Georgetown.

“Estados Unidos es la potencia, no importa el equipo que traiga”, dijo Casiano, quien fue miembro del equipo boricua que derrotó a las estrellas de la NBA de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos del 2004 en Atenas, Grecia. Puerto Rico no clasifica a la justa mundial desde entonces, y no avanza a una segunda ronda de la Copa Mundial desde 2006.

“Ellos tienen una cantera bien grande, enorme, de jugadores. La mayoría de sus jugadores son de la liga de transición a la NBA. Es un equipo bien competitivo, que acaba de ganar la Americup en Argentina y sabemos que tendremos las manos llenas contra ellos”, agregó el entrenador.