El legado de Ray Lewis

FECHA
11/03
2015
por Luis Miguel Vasavilbaso

Ray Lewis en MéxicoImago7
MÉXICO -- Estar ante la presencia de una de las máximas figuras de la NFL fue motivo suficiente para que un par de jóvenes decidieran pernoctar en el Centro Comercial Santa Fe el lunes y todo para estar tan solo tres minutos -máximo- ante el linebacker Ray Lewis.

El miércoles, en el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, para muchos quedó en claro la trascendencia que tiene el histórico N°52 dentro y fuera de los emparrillados, pese a que ya va para su segundo año que anunció su retiro.

La filosofía de Ray Lewis, quien previo a obtener su primer anillo de Super Bowl vivió uno de sus pasajes más oscuros, ha trascendido más allá de todos los que seguimos el fútbol americano y no es porque esté descubriendo el hilo negro, es simple y sencillamente porque estás ante la presencia de alguien que se propuso una meta y para muchos la cumplió: ser el mejor linebacker de la historia. Sí, entiendo que es un tema debatible, pero al menos no pareció así para gran parte de las personas que hoy pudieron tener la fortuna de estar en una charla con el egresado de la Universidad de Miami.

Las preguntas del auditorio: ¿de dónde obtuviste tu motivación? Y ¿cuál ha sido tu principal reto? Parecerían de rutina, pero la última de ellas ¿cómo defines el verdadero éxito? Fue la que particularmente nos brindó una respuesta cercana a lo que esperábamos de él.

"¡Wow! Esa es una buena pregunta", respondió vorazmente el ex jugador. 

Y es que gran parte de la plática de la cual fuimos partícipes se basó en el proceso que le tomó estar en la posición en la que se encuentra hoy día, sin dejarnos sorprender con algunos detalles, aunque fue ese cuestionamiento el que nos permitió ver un poco más allá sobre la figura que no dudó en señalar a algunos periodistas que lo juzgaron por su tamaño, velocidad y capacidades atléticas en su momento.

"Haz lo que todos dicen que no podrás. Rompe las barreras si es que quieres ser recordado y cuando alguien te diga que no puedas hacer algo, solo sonríe", fueron las frases que seleccionó para escuchar un estruendoso aplauso de los presentes al tiempo que remató "el cambiar la vida de alguien que nunca te ha conocido. ¡Ése es el verdadero éxito!", puntualizó Ray Lewis.

Muchas veces nos olvidamos que más allá del deportista está el humano y hoy, uno de las principales figuras de la NFL, quien logró sobreponerse a un tormentoso inicio de carrera, nos recordó que los "súperhumanos" en algún momento también fueron alguien que alguna vez otra persona desechó e hizo menos.

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Donde fuego hubo...

FECHA
10/02
2015
por Luis Miguel Vasavilbaso

MÉXICO -- Hay fechas en el calendario que tienen un significado especial para cada uno de nosotros aunque no estén relacionadas con cumpleaños, compromisos posteriores o un evento que no queramos perdernos.

En particular hay una que año con año me acuerdo de circular con un color diferente cuando me toca cambiar de anuario: 20 de septiembre.

No, no es el cumpleaños de un familiar, la fecha en que comencé a trabajar en ESPN, o algo relacionado con mi vida personal...es simplemente el día que la cara de una franquicia histórica cambió y que tiene repercusión hasta hoy día, a pesar de que fue exactamente en 1992 cuando adquirió un significado especial.

Los Green Bay Packers, el equipo con más títulos en la historia del fútbol americano, navegaban en la mediocridad --un par de visitas a la postemporada desde que obtuvieron el Super Bowl II nos deberían de bastar para entender este punto-- y entonces llegó un súbito momento que llevó a entender el lugar que ocupa la franquicia en la época reciente, aunque fue él mismo, a quién a continuación por fin daré a conocer, el que se puso entre la espada y la pared y probablemente mas de uno ya supo del personaje que estoy escribiendo: Brett Favre.

Brett Favre
Getty ImagesLa tragedia nunca detuvo a Favre

Exactamente han pasado 2,578 días desde que el 'General' vistió por última vez en el Lambeau Field los colores del equipo que le dio la oportunidad tras lograr un canje con los Atlanta Falcons y el momento en que se dio a conocer que finalmente se le iba a dar el reconocimiento esperado: incluirlo en el Salón de la Fama y retirar su ya histórico N°4.

Sí, es cierto que gran parte del hecho que hayan pasado más de siete años se debió a que mucha gente no olvida la alta 'traición' del oriundo de Mississippi cuando en su afan de seguir en el juego se decantó para continuar con los Minnesota Vikings --después de un año para el olvido con los New York Jets-- y no obstante con ello dio gala de su indiscutible talento al endilgar probablemente una de las derrotas más dolorosas para los aficionados de Green Bay en su regreso al Lambeau Field al vencerlos 38-26 con una actuación de cuatro pases de anotación, que de paso sirvió para obtener el título divisional, relegando a su otrora equipo a la ronda de comodines.

Estoy seguro que el día en que finalmente Brett Favre vuelva a pesar el engramado --tal vez congelado-- del recinto ubicado en el N° 1265 de Lombardi Avenue los malos ratos quedarán en el pasado y la comunión que alguna vez existió entre la ciudad y el futuro miembro del Salón de la Fama en Canton, Ohio reviva y nos haga vibrar como lo hizo en numerosas ocasiones.

La gente recordará aquella noche en que perdió a su padre y en apenas una mitad hizo pedazos a la defensiva de los Raiders que incluía a jugadores como Anthony Dorsett, Charles Woodson, Napoleon Harris (en algún momento su compañero). 399 yardas y cuatro envíos a las diagonales son los fríos números, pero el recuerdo de aquel partido aún habita en la mente de muchos cuando recuerdan a Favre.

O qué tal aquel 30 de septiembre de 2007 en que conectó su pase 421 a la zona prometida de por vida cuando encontró las manos de Greg Jennings contra los Vikings, sí, curiosamente un equipo para el que los dos jugaron, para superar hasta el entonces líder Dan Marino. Y así podemos seguir recordando cada uno de los momentos que lo llevaron a la cumbre y que próximamente los aficionados podrán presumir de tener en el anillo de honor en uno de los estadios más antiguos de la NFL.

Tal vez la relación Favre/afición no termine en el cuento de hadas que muchos quisieran presumir en un futuro, y que más de uno también hablará de su último pase como Packer --una intercepción en el Campeonato de la Conferencia Nacional ante los New York Giants en casa-- pero sería injusto señalarlo por sus 'errores' y dejar en el olvido que aquel 20 de septiembre de 1992 empezó a escribir una historia y un futuro de opulencia para la nación verde con amarillo.

Donald Driver/Brett Favre
Getty ImagesDriver-Favre y una relación especial

En aquel momento, ya bajo la dirección de Mike Holmgren, el equipo se encontraba con una marca de 0-2 y enfrente tenían hasta a los entonces invictos Cincinnati Bengals de Boomer Esiason. Las cosas no pintaban bien para la franquicia al ver a su mariscal de campo titular Don Majkowski dejar el emparrillado con una fractura de tobillo, pero el destino dictaría otro camino.

Holmgren volteó a la banca y recurrió a Favre, quien ya había probado suerte el partido anterior ante los Tampa Bay Buccaneers y entonces la magia comenzó.

Con el marcador adverso de 23-17, y la moral por los suelos por el balón suelto en el regreso anterior de Terrell Buckley, Favre y compañía iniciaron la eventual serie del triunfo desde su propia yarda 8 con 1:07 por jugar y apenas un tiempo fuera.

Apenas cinco jugadas después, incluyendo un pase de 42 yardas a un lesionado de la costilla Sterling Sharpe, vieron al oriundo de Mississippi empezar a escribir una historia que lo tendrá como algo irrepetible para los Packers y la NFL, al darnos una pequeña probadita de lo que vendría en los años subsecuentes cuando encontró en una trayectoria de 13 yardas a Kittrick Taylor para dar la vuelta al marcador con segundos por jugarse, gracias también al punto extra de Chris Jacke.

Muchas victorias para él y el equipo se presentarían de manera similar, pero pocas como la que se vivió aquel día en Lambeau Field.

Tal vez Brett Favre ostente también el nada presumible récord de más intercepciones en la liga, pero fue gracias a ese estilo aguerrido, de forzar pases y a no darse por vencido lo que le permite ocupar un lugar especial en aquellos que gustan del deporte de las tacleadas.

No me queda la menor duda que cuando llegue el momento en que Bill Jartz, la voz del Lambeau Field, anuncie al legendario 'General' para su ingreso al Salón de la Fama, todos aquellos momentos álgidos se vean superados por los gratos recuerdos que nos entregó y el estruendoso clamor que emane del recinto no sólo cimbrará los edificios aledaños, sino también nuestra memoria.

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NFL, Green Bay Packers

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MÉXICO -- Las historias que nos otorga año con año un Super Bowl no dejan de sorprenderme, y en su edición XLIX no fue la excepción.

Glendale, Arizona ha tenido dos ediciones del partido por el campeonato de la NFL y en ambas nos hemos ido con un grato sabor de boca; hay quien se ha atrevido a decir que probablemente han sido dos de los mejores juegos en el deporte de las tacleadas.

Malcolm Butler/ Disney
Getty ImagesMalcolm Butler, de Vicksurg a Disney

Malcolm Butler, quien hasta antes del partido solía ser un jugador que peleaba por mantenerse en el roster semana a semana, hoy es el centro de atención para muchos de nosotros y es así como llegamos al fascinante mundo del destino.

El hoy héroe de la franquicia con sede en Massachusetts nació en un estado marcado por el fútbol americano.

El 2 de marzo de 1990 Vicksburg, Mississippi vio nacer a Malcolm Butler, ciudad con aproximadamente 25,000 habitantes que ha tenido diversos jugadores en los emparrillados de la NFL como Roland Lakes (tomado en la segunda ronda de 1961 por los San Francisco 49ers; Eric Warfield (seleccionado en la séptima ronda del draft de 1998 por los Kansas City Chiefs) y Eddie Ray, quien fue reclutado precisamente por los Boston Patriots --hoy New England-- en 1970, entre otros. Pero si hemos de hablar de jugadores que ayudaron a escribir parte de la historia de la liga y que nacieron en éste estado se encuentran: Brett Favre, Leslie Frazier, L.C. Greenwood, Archie Manning, Steve McNair, Walter Payton, entre otros. ¿Impresionante, cierto?

Escarbando un poco sobre la historia del lugar en el que nació el hoy reconocido back defensivo de los Patriots me encontré con otra increíble similitud.

Algunos términos que se emplean para el fútbol americano tienen su origen en conceptos bélicos; Vicksburg, Mississippi, enclavada a 377 kilometros del noroeste de New Orleans, fue una ciudad fundamental durante la Guerra Civil estadounidense ya que Jefferson Davis, presidente de los estados confederados, dio su primer discurso precisamente en esa locación, pero fue una frase del Coronel James L. Autry, comandante de Vicksburg, el 18 de mayo de 1862 la que robó particularmente mi atención.

"Los Mississippians no saben y se niegan a aprender a cómo rendirse ante un enemigo".

Y es que eso fue precisamente lo que hizo Malcolm Butler.

Con la espalda contra la pared, constantemente probado --por no decir quemado-- por Russell Wilson y la ofensiva de los Seahawks, el Vince Lombardi en disputa y ante la mirada de gran parte de Estados Unidos y unos cuantos millones más alrededor del orbe, Butler supo responder; sí, un jugador que pasó sus primeros años como colegial en Hinds Community College antes de ser transferido a West Alabama, lo que supuso una mejoría sin llegar a ser algo extraordinario, ya que es un programa de la División II de la NCAA.

La imagen del N° 21 de los Patriots con la intercepción que selló el campeonato circula hoy por muchos medios, pero fueron otras dos jugadas las que habían dado muestras de lo que era capaz de hacer.

En el tercer cuarto, cuando Seattle gozaba ya de una ventaja de 10 puntos, Russell Wilson volteó hacia su lado izquierdo izquierdo donde notó que Jermaine Kearse había vencido la cobertura del esquinero de los Patriots. El pase fue preciso, el receptor plantó los dos pies y el ovoide cayó en el momento justo. La banca de Seattle levantaba los brazos en señal de festejo por la jugada que parecía ponerlos en situación inmejorable para aumentar la ventaja que pudo haber sido definitiva, pero Butler se aprestó a jalar del brazo a Jermaine Kearse para que no completara el proceso. Los Patriots respiraban.

Malcolm Butler
AP PhotoKearse hizo ver su suerte a Butler en diversas ocasiones
Tras el pase de anotación de Brady a Amendola, mismo que recortó la ventaja a tan solo tres puntos, los Seahawks se veían forzados a visitar las diagonales para acabar con el intento de rebelión de sus oponentes. Su blanco: Malcolm Butler.

Russell Wilson, quien necesitó de 22 minutos con 24 segundos de tiempo oficial para completar su primer pase en el partido, notó que la trayectoria de poste tenía completamente vencido al jugador que los Patriots firmaron como agente libre tras no ser seleccionado en el draft. Butler, al darse cuenta que los profundos estaban ocupados con sus trayectorias y Ricardo Lockette se aprestaba a atrapar el pase, hizo gala de la experiencia que le dieron sus juego previos a la NFL para tropezar al N°83 de los Seahawks, quien reclamó una interferencia de pase que los oficiales no señalaron; Brady, con una serie de 10 jugadas y 64 yardas conseguiría el touchdown que les otorgó su cuarto anillo de Super Bowl, no sin antes vivir uno de los momentos más tensos en la historia del Super Bowl.

Con 1:14 por jugar Wilson decidió atacar de nuevo la zona custodiada por el oriundo de Vicksburg y este atrevimiento pareció darle la razón. Jermaine Kearse logró quedarse con el ovoide tras un gran despliegue de concentración a la hora cero y atrajo a los fantasmas de Glendale --disfrazados de Eli Manning y David Tyree-- que rodeaban a Belichick, Brady y compañía.

Pero vaya que el destino es caprichoso. Butler tuvo la oportunidad de redimirse y de qué manera cuando su intercepción, al anticiparse a la trayectoria de Lockette en la yarda uno, finiquitó el cotejo.

Hoy día Malcolm Butler, junto con Julian Edelman, visitaron las instalaciones de Disney, algo que difícilmente un jugador seleccionado en la séptima ronda y otro que hace apenas unos años jugaba en la División II de la NCAA alguna vez soñaron.

Mississippi, tierra de grandes figuras en la historia de la NFL, vio el domingo 1° de febrero del 2015 a uno de sus originarios cumplir con la máxima del Coronel James Lockhart Autry.

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MÉXICO -- Cuentan las anécdotas que en 1996 existía un sólo clamor entre todos los aficionados a los Packers: We want the Cowboys! We want the Cowboys! (¡Queremos a los Cowboys! ¡Queremos a los Cowboys!) y es que tenían más de un motivo para pedir al conjunto de la estrella solitaria ya que fueron tres temporadas consecutivas en las que el conjunto de Green Bay vio truncadas sus esperanzas de llegar a un Super Bowl a manos de Troy Aikman, Emmitt Smith, Michael Irvin y compañía. Éste domingo, 19 años después, podrán cobrarse una factura atrasada cuando definan cuál será el equipo que viaje a la Final de la Conferencia Nacional ante los Seattle Seahawks.

Dallas Cowboys vs. Green Bay Packers
Getty Images

Los Carolina Panthers se interpusieron en el camino del conjunto texano para la temporada de 1996 y no sólo rompieron corazones en Dallas, sino también en Wisconsin, ya que esperaban con ansia toparse una vez más a su némesis en la postemporada, al tiempo que se frotaban las manos para tener una nueva edición del famoso Ice Bowl, mismo que podrán disfrutar 19 años después y ya con dos anillos de Super Bowl en su haber, mientras que el conjunto del sur de Estados Unidos no ha regresado al partido grande de la NFL.

Dos campeones divisionales, Lambeau Field, dominantes ataques y un par de mariscales de campo espectaculares detrás de líneas ofensivas poderosas prometen un partido para el recuerdo que podría ser definido por algo que se pasa por alto: DeMarco Murray y Eddie Lacy. 

1. MVP's en un mismo emparrillado
La batalla por ser nombrado jugador más valioso de la temporada parece haber terminado con el calendario regular, pero no queda la menor duda que el recinto en Lombardi Avenue tendrá a tres integrantes de la selecta lista: Aaron Rodgers por los Green Bay Packers, así como DeMarco Murray y Tony Romo por los Dallas Cowboys, pero en este punto nos enfocaremos en los mariscales de campo.

El encargado de manejar la ofensiva de Jason Garrett pasó gran parte de su infancia admirando a Brett Favre, dado que estudió en escuelas de Wisconsin, y este fin de semana buscará sepultar las esperanzas de un equipo que se convirtió en su primera referencia en lo que a fútbol americano se refiere.

Tanto Tony Romo como Aaron Rodgers montaron números dignos de conseguir el premio al mejor jugador de la temporada. El mariscal de campo de los Cowboys terminó el calendario regular como visitante con 1,933 yardas, 20 envíos a las diagonales y un par de intercepciones, mientras que su contraparte culminó con 2,334 yardas, 25 touchdowns y no tuvo pases a manos de sus enemigos. 

Uno de los dos perderá su condición de invicto: Romo como visitante y Rodgers como local.

2. El juego dependerá de los corredores
Poco crédito reciben dos de las líneas ofensivas más sólidas y efectivas de la NFL. Las lesiones por fin respetaron a los jugadores que están en las trincheras y los primeros que agradecieron esta situación fueron los corredores de ambos equipos: Eddie Lacy y DeMarco Murray.

Con estilos completamente diferentes, ambos devoradores de yardas buscaron con base en su estilo convertirse en piedra angular de sus ofensivas y vaya que lo han logrado. El egresado de Oklahoma gozó de plena salud a lo largo del año --situación que se vio empañada en la recta final-- y demostró que puede ser uno de los mejores corredores de toda la liga. Las selecciones en el draft de Jerry Jones por fin entregaron resultados.

Eddie Lacy fue mejorando conforme avanzaba la temporada y ahora buscará imponer su estilo físico ante una defensiva de los Cowboys que ha dado muestras de ser uno de los puntos débiles del equipo, pese a una gran temporada de Rolando McClain.

Dadas las condiciones climáticas, será fundamental lo que puedan hacer los equipos para establecer el ataque terrestre.

3.Clay Matthews vs Tyron Smith
Si bien es cierto que este partido nos ofrece enfrentamientos individuales muy interesantes: Sam Shields vs. Dez Bryant, Brandon Carr vs. Jordy Nelson, Letroy Guion vs. Zach Frederich, AJ Hawk vs. Jason Witten, entre otros, hay uno que sobresale y que será determinante para ambos equipos.

Tyron Smith y Clay Matthews, ambos egresados de USC, es un duelo que no debemos perdernos ya que el liniero ofensivo de los Cowboys buscará mantener lejos del backfield a uno de los mejores cazadores de cabeza de la liga y quien ha demostrado ser capaz de cambiar la historia de un partido en tan solo una jugada con las entregas de balón que es capaz de forzar.

El tackle de los Cowboys determinará en gran parte lo efectivo que puede ser DeMarco Murray.


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MÉXICO -- Si hay un número que los Cincinnati Bengals buscarán dejar atrás este domingo cuando se midan en la Ronda de Comodines a los Indianapolis en el Lucas Oil Field es el 23, ya que es la cantidad de años que tiene el equipo ahora dirigido por Marvin Lewis sin conocer la victoria en la postemporada y del cual no ha podido escaparse Andy Dalton, quien es uno de los principales señalados por el mal paso del equipo cuando llega la hora cero aunque a decir verdad tienen una gran oportunidad de imponerse, aunque estén en calidad de visitantes.

Trent Richardson
Getty Images

Si bien es cierto que durante la temporada regular los Indianapolis Colts maniataron por completo a Andy Dalton y compañía al vencerlos por contundente 27-0 y limitarlos a tan solo 135 yardas totales, la defensiva liderada por jugadores como D'Qwell Jackson, Mike Adams, LaRon Landry, entre otros, se ha convertido en una de las vulnerables y pese a que no contarán con su principal estrella del lado ofensivo del ovoide, AJ Green, las posibilidades de que los felinos puedan salir con la victoria son amplias.

Intentaré darles una estadística alentadora a los aficionados a estos equipos: en nueve ocasiones el ganador del Super Bowl ha llegado desde la ronda de comodines, incluyendo tres en las últimas cuatro temporadas, pero siendo honestos estos equipos nos dan pocos argumentos para creer que estarán haciendo el viaje a Arizona.

1. Presión en los QB's
Pese a apenas estar viviendo su tercera y cuarta campaña respectivamente en la NFL, Luck y Dalton llegan a este partido con gran responsabilidad y serán desmenuzados en cada lectura, pase, acarreo dadas las esperanzas que las franquicias tienen depositadas en estos jugadores y el hecho de los resultados que han entregado en su andar, hace suponer que los Colts ven en el egresado de Stanford a uno de los mejores en su posición y Cincinnati fue severamente criticado por la extensión que le ofrecieron al integrante de cuarto año.

Si bien es cierto que Luck terminó el calendario regular como el mariscal de campo que más pases de anotación consiguió, también dejó 16 balones en las manos de sus oponentes cuando intentaba alargar las jugadas, uno de los principales puntos a criticar --sin olvidar que durante todo el año fueron incapaces de establecer el ataque terrestre.

Por su parte Andy Dalton ha sido responsable de una de las mejores épocas en la franquicia --cuatro visitas consecutivas a la postemporada lo demuestran-- pero también el hecho que ostenta seis pases interceptados a cambio de uno de anotación en este tipo de partidos lo tienen bajo la lupa. La única manera en que esto cambie es si logran salir con la victoria de patio ajeno.

2. Colts deben tomar apunte
Si hay algo que Chuck Pagano y el coordinador ofensivo Pep Hamilton deben de hacer este domingo es pedir la mayor cantidad de consejos posibles de parte del staff de entrenadores de los Bengals en como seleccionar a un corredor y lograr que una línea ofensiva abra las avenidas para que el juego no sólo se centre en lo que pueda hacer Andrew Luck con su brazo.

Giovani Bernard inició el año como el titular indiscutible, pero conforme fue avanzando la temporada el novato Jeremy Hill logró llenarle el ojo a Hue Jackson y compañía para ser el principado del backfield de Cincinnati, aprovechando esta situación al terminar la campaña con 1,124 yardas y nueve visitas a las diagonales. Bernard quedaría con las nada despreciables 680 yardas y cinco anotaciones.

El contraste con los Colts fue evidente --Bradshaw prometía, pero una lesión acabó con sus ilusiones-- Trent Richardson terminó como su líder al conseguir 519 yardas y sólo en tres ocasiones llegó a la tierra prometida.

3. Ofensiva unidimensional
Cualquier baja significa un fuerte golpe a la hora de armar un plan de juego, pero cuando se trata de uno de los receptores más dominantes de la liga, es un hecho que le ha llevado a Marvin Lewis horas de desvelo intentando encontrar la fórmula para que la defensiva secundaria de los Colts no se baje a la caja y se enfoque en contener el laureado ataque terrestre de su rival en turno. La baja de AJ Green bien puede significar un nuevo desaire para la afición de los Bengals en su búsqueda de lograr su primer triunfo en postemporada desde 1991.

Pese a que Andy Dalton sabe que su receptor predilecto no estará en el campo --tras no sobreponerse a una conmoción sufrida en el partido ante los Pittsburgh Steelers-- será difícil no apreciarlo escaneando todo el campo en situaciones de pase intentando encontrar, aunque sea en las laterales, al espigado jugador.

Vaya predicamento en el que están inmersos los Bengals toda vez que su segundo mejor receptor fue Mohamed Sanu, quien terminó el calendario regular con 56 recepciones para 790 yardas. El siguiente abierto que aparece en esta lista es Brandon Tate con 17 pases engarzados para 193 yardas y un touchdown.

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MÉXICO -- Desde el 2010, año en que la NFL decidió que en la Semana 17 se enfrentaran rivales divisionales, las historias que se han escrito son dignas de libreto y a pesar de sólo tener cuatro años de caducidad, los Green Bay Packers han sido partícipes de algunas de ellas y se espera, que con el título divisional y una semana de descanso en los playoffs en juego, los Detroit Lions y el conjunto de Wisconsin den una vez más la razón a la liga en que no se equivocaron con esta determinación.

Aaron Rodgers
Getty Images

Si bien es cierto que ambos equipos ya llegan con la postemporada asegurada, basta con ver el hecho que Aaron Rodgers no descansará pese a presentar una lesión que mermó su desempeño la semana pasada ante los Tampa Bay Buccaneers, aunado al hecho que estos dos conjuntos tienen rencillas que se remontan a más alla de 1932, pero que fue precisamente ese año en el que iniciaron una serie de cotejos que se mantiene hasta nuestros días y dados los recientes enfrentamientos, la victoria es en lo único que piensan estos dos equipos. 

Green Bay y Detroit, a diferencia de Seattle y Dallas, no llegan en el mejor momento, pero no se les debe descartar por ninguna manera en los playoffs y el duelo de esta semana sólo les permitirá tomar un mejor ritmo de cara a la etapa decisiva.

1. Antídoto para Rodgers
Los Lions no pudieron haber escogido un mejor momento para enfrentar a Aaron Rodgers. Su línea defensiva, apoyada por los linebackers, es capaz de detener a casi cualquier terrestre de la liga y prueba de ello es que son el único equipo en la NFL que no ha aceptado más de mil yardas. Esta semana tendrán que contener a un Eddie Lacy que se tardó en despertar, pero que ya le alcanzó para pasar una vez más la marca de las mil yardas detrás de una línea ofensiva que ha tenido algo que otras recientes en Green Bay no han tenido: regularidad.

Regresando al punto inicial, el equipo comandado por Jim Caldwell ya tendría la mitad del partido en la bolsa con el hecho que Aaron Rodgers no se encuentra en plenas facultades físicas, por lo que Lacy y compañía tendrán que encontrar la fórmula que nadie ha podido descifrar a lo largo de la temporada.

Ndamukong Suh, Nick Fairley, Ezekiel Ansah y Jason Jones representan un verdadero dolor de cabeza para cualquier frente ofensivo, pero Corey Linsley, Bryan Bulaga, Josh Sitton, David Bakhtiari y T.J. Lang han demostrado que son capaces de medirse a grandes linieros defensivos y generar las suficientes avenidas para sus corredores, al tiempo que le permiten a Rodgers tener la ventana suficiente para concretar sus envíos.

Cabe resaltar el hecho que los Lions son la segunda mejor defensiva total de la NFL, sólo por debajo de los Seattle Seahawks.

2. Golden Tate vs. Randall Cobb
SI bien es cierto que los receptores primarios de ambos equipos --Calvin Johnson y Jordy Nelson-- son capaces de cambiar el resultado de un partido en cualquier momento, Cobb y Tate han dejado en claro que ellos bien podrían tomar el lugar que ocupan los jugadores anteriormente mencionados.

Golden Tate actualmente es el líder receptor de los Lions con 97 pases engarzados y 1,286 yardas mientras que Randall Cobb tiene en su haber 87 recepciones para 1,207 yardas y diez visitas a las diagonales, números que sólo supera el egresado de Kansas State.

Nelson y Cobb son la primera pareja de receptores en la historia de los Packers que superan los 10 touchdowns cada uno y es el duo más prolífico en una temporada para Green Bay gracias a sus 2,640 yardas.

3. Paternidad packer
Pese al reciente despertar de Detroit, la balanza se inclina con claridad hacia el lado verde y dorado. Green Bay ha ganado 15 de los últimos 18 partidos ante Detroit en cualquier escenario, incluida una racha de 10 partidos sin descalabro entre diciembre del 2005 y octubre del 2010.

La última victoria de los Lions en el estado de Wisconsin fue el 15 de diciembre de 1991 cuando Erik Kramer manejaba la ofensiva de Detroit con un corredor muy recordado en la ciudad motor, Barry Sanders.

Jugadores como Eric Ebron, Davante Adams, Ha Ha Clinton-Dix, Richard Rodgers, entre otros aún no habían nacido.  

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MÉXICO -- Si bien es cierto que ambos equipos han quedado muy por debajo de las expectativas que se tenía sobre ellos al iniciar la temporada, los New Orleans Saints y los Atlanta Falcons son un rival al que a pocos equipos les gustaría visitar en la ronda de comodínes dadas las explosivas ofensivas que poseen y la habilidad que tienen para poner puntos en el marcador. 

Mark Ingram
Getty Images

El sistema de competencia ha sido benéfico para estas dos organizaciones y al igual que en varios partidos de la Semana 16, una eventual despedida o un paso firme hacia el boleto a los playoffs está en juego aunque varios preferirían que otros equipos, con un mejor récord que ellos, sea el que ocupe su lugar en las instancias finales. Sigamos soñando y mejor disfrutemos de dos ofensivas y entendamos que el tener un buen ataque aéreo te va a hacer un equipo respetable en esta liga.

Lo mejor que le podría pasar a la NFL sería una victoria de los locales Saints para que al menos puedan aspirar a terminar la temporada con marca de 8-8 y así poder justificar su eventual gallardete divisional. Un triunfo de los Falcons daría aún más argumentos para criticar el hecho que el ganar tu división te asegure un lugar.

1. Lesiones que justifican
Kenny Vaccaro dio mucho de qué hablar después de su primera temporada con el conjunto de la flor de lis. En su segundo año la historia es completamente diferente y es tal el contraste que inclusive perdió su posición como titular.

Otro jugador que llegaba como uno de los líderes a la defensiva era el también safety Jairus Byrd, quien fue tomado en la agencia libre, pero una lesión en la rodilla después de la derrota ante Dallas puso fin de manera abrupta a su temporada.

El resultado para los Saints: 374 puntos recibidos y 5,461 yardas en contra, de los peores números en toda la liga. Sus 16 entregas forzadas tampoco hablan muy de un equipo que alguna vez precisamente obtuvo un Vince Lombardi con una defensiva que concedía muchas yardas, pero que era capaz de obligar a que el rival cometiera errores.

Enfrente tendrán a una ofensiva capaz de competir contra las mejores en la liga, máxime cuando se le da tiempo en la bolsa de protección a Matt Ryan. 

Del otro lado, con Mike Nolan como principal responsable, la historia no es muy diferente.

2. Hogar, no tan dulce hogar
Parecía como si fuera ayer cuando el Mercedes Benz Superdome era una aduana infranqueable, pero desde el inicio de la temporada quedó en claro que el jugar en casa no le garantizaba una victoria al conjunto negro y oro. Los Browns mostraron el camino en la Semana 2 y a partir de ahí cinco equipos han repetido la fórmula que los Falcons intentarán utilizar para salir con el uño en alto y seguir con la ilusión de obtener un nuevo gallardete divisional.

Los Saints, con marca de 6-8, llegan a un territorio que ahorita pareciera que prefieren evitar ya que sus últimos cuatro rivales han salido con la victoria y lo visto hace dos semanas (vs. Carolina Panthers) fue el fiel reflejo de lo que es este equipo cuando están en sus dominios: desesperación. 

Si el conjunto comandado por Sean Payton busca revertir lo vivido en la Semana 1 (derrota en su visita a los Falcons en OT) y darle una alegría a sus aficionados, deben salir con el triunfo sí o sí para regresar a los confines de New Orleans en la postemporada y así evitar que mañana sea la despedida ante su gente.

3. La espera tuvo recompensa
Tomado en la primera ronda del draft del 2011, Mark Ingram se perfilaba a ser un jugador más de aquellos que llegan con un gran nombre a la NFL, pero que una vez en la liga pasaban a ser uno más del monton.

El egresado de Alabama cambió su fortuna para esta temporada y de cara a la agencia libre se ha revalorizado para que otros equipos, o los mismos Saints, decidan darle un nuevo voto de confianza. Ingram suma en lo que va del año, pese a perderse cuatro partidos por lesión, un total de 869 yardas y siete visitas a las diagonales, siendo los mejores registros en su carrera como profesional.

Solo 131 yardas lo separan de llegar a mil, algo que los Saints no logran desde que Deuce McCallister registró en la temporada del 2006 un total de 1,057. 

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MÉXICO -- Si los Dallas Cowboys y los Indianapolis Colts buscaban irse curtiendo de cara a lo que serán los playoffs --porque seamos honestos ambos estarán-- no podían haber escogido una mejor calendarización para saber cuáles son sus fortalezas y debilidades para el momento decisivo. El AT&T Stadium puede ir vistiendo sus mejores galas y prepararse para lo que se avecina en unas cuantas semanas más y dejemos deleitarnos por dos mariscales de campo que son espectáculo garantizado: Andrew Luck y Tony Romo.

DeMarco Murray
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La motivación de ambos equipos estará en las nubes toda vez que el conjunto de la estrella solitaria busca asegurar su primer boleto a la postemporada desde el 2009 cuando cayeron en la ronda divisional ante los Minnesota Vikings (3-34) y los Colts, ya con el título divisional asegurado --repitiendo lo hecho el año pasado-- aún aspiran, pese a ser una remota posibilidad, a descansar en la primera semana de los playoffs.

Luck viene del que ha sido su peor partido en lo que va de la temporada (168 yardas vs. Houston Texans), pero enfrente tendrá a una defensiva que sufre contra el juego aéreo y que parece sentirse más cómoda cuando no están jugando en su casa ya que ostentan un nada envidiable 3-4, contrario al 7-0 que presumen en calidad de visitantes.

Indianapolis no sabe lo que es ganar en Dallas desde 1996, año en el que eran liderados por Jim Harbaugh, hoy día entrenador en jefe de los San Francisco 49ers. 

1. Decisiones, decisiones
Uno de los jugadores más electrizantes de la temporada 2014 ha sido sin duda alguna DeMarco Murray, quien sigue estando en duda para este compromiso dada la cirugía a la que se tuvo que someter por una fractura en la mano izquierda. La lógica indicaría que el egresado de Oklahoma no vea actividad en este encuentro, pero reportes señalan que una eventual participación está más cerca de lo previsto.

Un entrenador con pasado en Indianapolis --Bruce Arians-- fue el primero que logró contener al veloz corredor en menos de 100 yardas cuando ya se jugaba la Semana 9, pero a pesar de ello no perdió el impulso que llevaba y hace un par de encuentros dio gala del gran momento por el que está atravesando al amasar 179 yardas ante los Chicago Bears.

En esta ocasión tendrá enfrente a una defensiva que ya concedió más de 1,500 yardas por ésta vía para ubicarse en la parte media de la liga.

El arriesgar una nueva lesión de DeMarco Murray puede sonar irresponsable, pero él mismo sabe si es capaz o no de equiparse y ayudar a su equipo a conseguir el ansiado boleto. 

2. Luck vs. Romo
Podrá no gustarles a todos el estilo de Tony Romo y las decisiones que toma en momentos de apremio para su equipo, pero hoy día es el que pone en una mejor posición a su equipo para llegar a la postemporada y de alguna manera mantenerse en la pelea.

Para el partido de este domingo tendrá a uno de los jugadores que mejor se ha ajustado a la velocidad a la NFL desde que empezó a incursionar en el 2012 y que respondió a las expectativas que se generaron en torno a él. Esta temporada ha sido uno de los mariscales de campo más efectivos de la liga, pero no todo ha sido positivo para el egresado de Stanford, simplemente hay que ver el numero de intercepciones que ha lanzado (14).

Actualmente Andrew Luck es líder en intentos, yardas y envíos a las diagonales.

Si queremos hablar de mejoría, debemos voltear a ver a Romo. Sus ocho intercepciones les dará la respuesta. 

3. Secundaria visitante vs. Dez Bryant
Gran parte del éxito que ha tenido Romo y compañía se debe a la cantidad de tiempo que su línea ofensiva le provee en la bolsa de protección y la habilidad que tiene Dez Bryant para deshacerse de los profundos gracias a su velocidad, fuerza y tamaño.

La defensiva comandada por el coordinador Greg Manusky necesitará que Vontae Davis, esquinero N°1 de Indianapolis, salga en uno de sus mejores días y que el safety LaRon Landry aproveche los años que pasó en la División Este de la Conferencia Nacional estudiando a sus rivales de este domingo para que la primera opción de Romo sea maniatada el mayor tiempo posible.

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MÉXICO -- Los Bills pagaron cara la osadía de perder encuentros que en el papel les pudieron haber permitido llegar con mayor tranquilidad a este compromiso y ahora deberán dar uno de sus mejores encuentros de la temporada ante unos enrachados Green Bay Packers que buscarán evitar la sorpresa y así seguir en la lucha para poder conseguir la mejor siembra en la Conferencia Nacional. El conjunto comandado por Doug Marrone intentará aprovechar el conocimiento que tiene su coordinador defensivo Jim Schwartz del rival en puerta y jugar una carta que en el papel parece intrascendente: su invicto ante los 'cabeza de queso' en el Ralph Wilson.

Packers/Bills
AP Photo

Con una serie que en los últimos años sólo se ha cumplido en la rotación de cuatro temporadas que existen en la NFL, pocos son los jugadores que verán por segunda ocasión en su carrera al rival de este domingo y probablemente sea la última vez que lo hagan ya que el presente de ambos equipos apunta en direcciones diferentes a pesar que los Bills han mostrado interesantes niveles de mejoría, pero en una posición clave --mariscal de campo-- la diferencia entre uno y otro es abismal aunque cabe recordar que Kyle Orton --hoy con Buffalo-- ostenta marca ganadora ante los Packers (4-2).

Los Packers parecen haber encontrado la fórmula del éxito con Eddie Lacy y dada la habilidad que tiene Aaron Rodgers para alargar las jugadas será vital lo que Mario Williams, Marcell Dareus, Kyle Williams y Jerry Hughes puedan hacer para contenerlo y así limitar el tiempo que tenga en la bolsa de protección para encontrar a Randall Cobb, Jordy Nelson, Davante Adams, entre otros.

1. Viejas rencillas
Jim Schwartz pocas veces se imaginó tener la oportunidad de volver a montar un plan de juego para detener el ataque liderado por Aaron Rodgers, algo que sabe muy bien tras los cinco años que pasó al frente de los Detroit Lions, ostentando una marca de dos triunfos y ocho derrotas, aunque hay que darle crédito que solo en un par de ocasiones una ofensiva tan poderosa fue capaz de superar los treinta puntos y el asedio de su línea defensiva sobre el movil mariscal de campo era constante.

Ante los planes de juego que armó Jim Schwartz para Rodgers, el egresado de California consiguió un total de 1,923 yardas, 13 envíos a la zona de anotación y cinco intercepciones.

Otro jugador de los Bills que ya sabe lo que es vestir los colores de los Packers es Jarius Wynn, quien  jugó del 2009 al 2011 en Wisconsin, pero contó con poca regularidad.

2. Línea interior de Packers vs. Marcell Dareus y Kyle Williams
Retomando un poco el tema de Jim Schwartz, en Buffalo llegó a encontrar a dos jugadores con características muy similares a la de sus linieros defensivos de Detroit (Ndamukong Suh y Nick Fairley) en las figuras de Marcell Dareus y Kyle Williams, quienes llegan a este compromiso con 15 capturas entre los dos.

Cuando la temporada estaba por iniciar, los Packers perdieron por unas semanas a su centro titular J.C. Tretter y dado su conocimiento con Aaron Rodgers no se auguraba un gran futuro para el juvenil Corey Linsley. La historia, hasta la Semana 15, es otra. El egresado de Ohio State se ha ganado la confianza de sus compañeros y flanqueado por Josh Sitton y T.J. Lang, quienes llegan ligeramente lesionados, forman un interior de línea interesante que tardó en entender los esquemas de bloqueo, pero que hoy día han brindado grandes resultados. 

El reto de contener a Dareus y Williams será muy interesante para estos tres jugadores ya que dado el clima que enfrentarán en Buffalo será primordial ganar la batalla de las trincheras y establecer el ataque terrestre con un Eddie Lacy que con cada acarreo va obteniendo mayor confianza de cara a la postemporada.

El enfrentamiento de esta semana será muy cercano a lo que tendrán en la Semana 17, cuando seguramente estén decidiendo en el Lambeau Field el título de la División Norte de la Conferencia Nacional ante los Detroit Lions.

3. Sam Shields vs. Sammy Watkins
Si hay algo que quisiera olvidar pronto el esquinero egresado de Miami es el número 259, total de yardas que obtuvo la semana pasada el receptor Julio Jones y una manera de demostrar que ha superado los errores cometidos en el Monday Night cuando tenga enfrente a uno de los novatos más productivos de la presente temporada, Sammy Watkins.

La cuarta selección global ha respondido con creces a las expectativas generadas en su época con Clemson y pese a que sus números habían bajado durante noviembre --13 recepciones para 105 yardas-- la semana pasada despertó en el duelo ante Denver cuando registró siete pases engarzados para 127 yardas.

Hasta el momento Sammy Watkins es el líder receptor de los Bills y está a 178 yardas de llegar a 1,000 cuando le restan tres partidos en el calendario.

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MÉXICO -- Pese a perder una racha de siete triunfos de manera consecutiva, seguidilla que los colocó con el mejor récord de la Conferencia Americana, los New England Patriots pueden seguir siendo considerados para ser el representante en Arizona de la conferencia anteriormente mencionada y enfrente tendrá un equipo que tras sufrir derrotas inesperadas podemos decir que su postemporada ha iniciado ya que una derrota y una combinación de resultados dejaría al conjunto comandado por Philip Rivers sin acudir a los playoffs.

Tom Brady/Philip Rivers
AP PhotoBrady y Rivers, espectáculo hasta el final.

Por su parte los Chargers vienen de una memorable victoria --tercera de manera consecutiva--al vencer en calidad de visitantes a los Baltimore Ravens por ajustado 34-33, siendo un partido que puede servir como punto de inflexión de cara a un cierre de temporada que pocos equipos pueden desear, pero que en caso de superarlo y lograr el boleto a los playoffs deberemos de darles el reconocimiento que quizá no les hemos atribuido (su rival en turno, Denver Broncos, San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs).

El duelo de mariscales promete que viviremos un gran espectáculo y es que Rivers y Brady suelen ser jugadores que ponen puntos en el marcador con relativa facilidad y dado el hecho que enfrentarán a menguadas defensivas, el circo aéreo en California será uno de los principales motivos para degustar de este platillo que nos preparó la NFL para el domingo por la noche.

Desde el 2007, en enfrentamientos directos, los Patriots tienen una marca de cinco triunfos y una derrota.

1. ¿Pagarán los platos rotos?
Los New England Patriots han sufrido pocas derrotas en la temporada --tres-- y en las dos anteriores lograron salir avantes de gran manera al reponerse inmediatamente con marcadores y actuaciones que despejaban las dudas creadas en sus anteriores actuaciones.

Brady y compañía cayeron en la Semana 1 ante los Miami Dolphins (20-33) para después vencer sin mayor problema 30-7 a los Minnesota Vikings, incluida una gran actuación de Stevan Ridley, quien visitó las diagonales y corrió para más de 100 yardas-

El siguiente tropiezo para los actuales líderes de la División Este de la Conferencia Americana fue en la Semana 4 ante los Kansas City Chiefs (14-41) para después pasarle por encima a los Cincinnati Bengals, 43-17, justamente donde arrancó su racha de siete triunfos consecutivos; una vez más Stevan Ridley superó las 100 yardas y llegó a la zona prometida. Rob Gronkowski también cooperó con 100 yardas por la vía aérea y un touchdown.

2. El ataque terrestre debe despertar
La ofensiva por tierra de los Chargers ha sido raquítica a lo largo del año y como ejemplo basta decir que no hay un solo jugador en su roster que haya superado las 500 yardas en lo que va del año: Branden Oliver tiene 431 y Ryan Mathews, quien se perdió siete partidos por lesión, tiene en su haber 284 yardas y en sus dos compromisos más recientes ha logrado timbrar la zona de anotación.

San Diego tiene una gran oportunidad para liberar la presión que se ha ejercido sobre el ataque aéreo para generar ofensiva ya que enfrente tendrán a una defensiva que en promedio acepta más de 100 yardas por partido y que la semana anterior vio como Eddie Lacy casi alcanza la centena, siendo su mejor tercer registro en lo que va de la temporada.

Si bien es cierto que tendrán una defensiva endeble enfrente, también hay que puntualizar que tienen cinco linieros ofensivos en la lista de reservas lesionados, al tiempo que la participación del tackle D.J. Fluker está en duda tras haber abandonado el partido de la semana pasada con síntomas de conmoción cerebral, por lo que deberá de superar los protocolos que establece la liga, sí, aquel que provocara un balón suelto de su compañero Eddie Royal.  

3. Espectáculo garantizado
Frente a frente estarán dos mariscales de campo capaces de cambiar la historia de un partido en cualquier momento aunque no precisamente este comentario sea del todo positivo.

Si bien es cierto que las lecturas de Tom Brady y Philip Rivers son de las más acertivas en la Conferencia Americana, también el egresado de North Carolina State suele cometer errores en momentos críticos de los partidos, caso contrario a su contraparte, quien en lo que va del año solo tiene seis intercepciones a cambio de 28 envíos a las diagonales.

Los números de Rivers también son dignos de presumirse al contar con 25 pases de anotación y diez en manos de los enemigos; ambos completan el 65% por ciento de sus envíos. 

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MÉXICO -- Tras sorprenderse a sí mismos al vencer en la Semana 12 en casa a los Kansas City Chiefs, los Oakland Raiders ahora buscarán que la magia de esta victoria se extienda cuando visiten a unos St. Louis Rams que parecían encontrar la fórmula a seguir durante el resto de la temporada pero una devastante derrota en los instantes finales en su visita a San Diego pudo haber permeado en el ánimo del equipo, mismo que también busca un punto de inflexión en el regreso de una de sus insignias para esta semana: Chris Long.

Darren McFadden
AP Photo

Si bien la NFL no ha emitido una postura oficial al respecto, bien podríamos estar viendo a dos equipos que podrían estar viendo sus instantes finales en la ciudad que hoy radican y llevar sus millones y destino a Los Angeles, California, ciudad que ha levantado la mano para recibir de nueva cuenta al deporte de las tacleadas con estos conjuntos que ya saben lo que es gozar de las bondades de este territorio californiano.

Con los playoffs como un sueño guajiro, Rams y Raiders despliegan sus armas en la búsqueda por encontrar la solución para el próximo año y que les permita competir en divisiones que cuentan con equipos que tienen calibre de Super Bowl recurrentemente, pero que alguna vez ocuparon el lugar en el que ahora ellos se encuentran: el sótano. 

1. A romper maleficio como visitante
Con la victoria la semana pasada ante los Chiefs, los Raiders acabaron con su sequía de triunfos y ahora tienen la encomienda de revertir también esta situación en patio ajeno toda vez que su última victoria en calidad de visitantes se dio durante la semana en la que falleció Al Davis, es decir hace más de un año.

En este lapso el conjunto negro y plata tiene ocho derrotas y han concedido un total de 195 puntos. 

Los Rams ostentan una marca de 2-3 en casa tras iniciar la temporada en el Edward Jones Dome con marca de 0-3 se han logrado reponer con convincentes triunfos sobre Seattle Seahawks y Denver Broncos, equipos que disputaran el último Super Bowl.

2. A resarcir el daño
Pese a llegar como una de las defensivas más laureadas y contar con unos frontales capaces de presionar a los mariscales de campo sin necesidad de utilizar a los apoyadores, los Rams han quedado a deber y una vez más la semana pasada ante San Diego se mostraron como una unidad vulnerable al juego terrestre pese a que en sus dos partidos anteriores habían concedido un total de 56 yardas (contra Cardinals y Broncos).

El arribo de Gregg Williams como coordinador, tras cumplir su suspensión, no ha otorgado los resultados que la gerencia general tenía en mente cuando lo trajeron ya que actualmente ocupan el vigésimo escalafón en lo que a yardas admitidas se refiere y la vigésimotercera casilla en puntos en contra. El año pasado, con Tim Walton al frente, estuvieron en media tabla en ambos departamentos.

Robert Quinn, quien fue seleccionado como uno de los mejores defensivos la temporada anterior, ha bajado notablemente su número de capturas aunque el regreso de Chris Long le será de gran ayuda.

3. Batalla de las entregas
Pese a ser dos equipos que pasan problemas a la hora de forzar intercepciones o balones sueltos, cabe destacar también el hecho que tanto Derek Carr como Shaun Hill suelen cometer pocos errores y su numero de intercepciones es menor a lo que uno podría pensar.

El problema para el conjunto negro y plata se traduce a que hasta el momento solo han provocado ocho entregas para ostentar el segundo peor registro de la liga --sólo por detrás de los New York Jets-- mientras que St. Louis tiene el doble que su rival en turno para ubicarse en media tabla.

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