ROSARIO -- Esta última semana me agarró una especial ansiedad por llegar a Rosario. Tenía muchas expectativas puestas en lo que iba a ser la Gran Final de la tercera temporada del Latin American Poker Tour. Conociendo el casino y el habitual glamour que aporta PokerStars, imaginaba un evento espectacular, y no veía la hora de que comience el ruidito de las fichas.
El viaje desde Buenos Aires a Rosario se hizo un poco largo. Un piquete (una medida de protesta tomada por trabajadores) bloqueaba la ruta 9 y la combi que me llevaba hacia el casino tuvo que desviarse por un camino alternativo. En lugar de arribar en tres horas, nos demoramos cerca de cuatro y media, pero finalmente terminé llegando.
Como les dije, esperaba un evento espectacular, pero el marco del LAPT me impactó. El Salón de Convenciones del City Center Rosario había sido armado a la perfección para un torneo de alto calibre y se lucía como el escenario ideal para la Gran Final. No me quedan dudas que es el mejor lugar de Latinoamérica para hacer un torneo, a la altura de los torneos de Europa o Las Vegas.
A lo largo y ancho del inmenso salón pude ver alrededor de 50 mesas, una cómoda sala de prensa, un sector de relax con sillones masajeadores, buffet, mostrador para la conferencia de prensa con sillas para la tribuna y como siempre, la mesa televisada. Todo en un solo lugar para comodidad de todos los presentes.
Al rato empezó el show y como no podía ser de otra manera, lo encabezó una de las figuras más emblemáticas y populares de Argentina, la conductora Susana Giménez, que es también madrina del casino.
La Su vino para la mesa de celebridades con otras figuras de alto vuelo. En el torneo participaron el actor chileno Gonzalo Valenzuela, la actriz Pamela David, los ex tenistas Gastón Gaudio y Mariano Zabaleta, el ex campeón de la WSOP, Chris Moneymaker, el conductor brasileño Ottavio Mesquita y los Team PokerStars Pro, Leo Fernández y Alex Gomes, quien a la postre terminó ganando el torneo, eliminando a Susana en el heads-up.
De todas formas, todos salieron ganadores porque el torneo fue realmente una excusa para donar 50 mil dólares al hospital de niños de Rosario, recibida por el intendente local.
En el final, se mezclaron los periodistas de poker con los noteros de espectáculos, que atraídos por Susana y los famosos, se sumaron a esta vorágine del LAPT. Nacho Barbero cimentó su lugar como estrella y dio notas por doquier. Aparecieron las modelos de Leandro Rud y aportaron belleza y color. La Princesa del Poker Vero Dabul se hizo presente con su habitual simpatía y todos terminamos celebrando el reencuentro en la fiesta de bienvenida.
No faltaron los canapés de ciervo ahumado, los langostinos con salsa rosa y los tragos (en cantidad para algunos). Entre la gente pude saludar al divertidísimo Victor Ramdin, al gran Tiburón Humberto Brenes, a los mexicanos Ángel Guillén y Grillo de León, al subcampeón del LAPT Perú, Ben Barrows y a varios hombres del medio local que vinieron a probar suerte a la Final.
Hubo tiempo para un sólido show de Choque Urbano, un grupo musical que hace sonidos en base a elementos naturales. Impresionante lo que puede salir de cuatro muchachos moviendo bolsas de basura o golpeando unos tachos de lata.
Me retiré poco después con la ilusión de ver un gran torneo y por cómo arrancó todo, no tengo dudas que será la mejor final del LAPT en estos tres años de vida.