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Doble compromiso para Gronkowski

Rob Gronkowski tendrá que hacer más para auxiliar a su mariscal de campo Tom Brady. AP

BRISTOL -- El verano fue bastante relajado para el ala cerrada de los New England Patriots, Rob Gronkowski, entre sus alocadas escapadas románticas, sus fotografías desnudas para ESPN The Magazine y la firma por dos años como vocero de una cadena de cafeterías. Pero cuando llegó el momento de trabajar las cosas se han puesto más difíciles de lo que fue su espléndido segundo año como profesional. En 2011, Gronkowski fue el segundo mejor receptor del equipo con 1,327 yardas, el de más alto promedio de yardas por pase con 14.7, y quien anotó individualmente más que nadie en el equipo (17 TD).

Esta temporada pintaba para que su rol en el equipo por lo menos permaneciera igualmente protagónico, aún más si tomamos en cuenta que Wes Welker fue "congelado" por el equipo durante los dos primeros partidos de la temporada debido a su situación contractual. En la primera semana contribuyó en la victoria de New England ante Tennessee con una anotación, pero contra Arizona le dio "Gronkitis": cometió dos castigos en el último drive de los Patriots cuando le cargaron sujetando y procedimiento ilegal, lo que solo dejó la posibilidad de un gol de campo de 42 yardas a Stephen Gostkowski , el cual falló. El mismo ala cerrada quien siempre está de buen humor ese día salió frustrado porque sintió que se tardó mucho en entrar en ritmo con Brady y sólo hasta el último cuarto pudo anotar el solitario TD del partido. Y luego vinieron los castigos.

Aaron Hernández dejó un hueco en la ofensiva con una lesión en el tobillo tras el partido con los Cardinals, y su ausencia forzada le presentaba un reto a Gronkowski para regresar al ritmo de receptor en situaciones de impacto. Pero en la semana previa al duelo ante los Baltimore Ravens, New England recontrató al veterano WR Deion Branch y trajo al ala cerrada Kellen Winslow, dando entender que quería cubrirse en un duelo significativo por lo ocurrido en postemporada anterior.

El juego físico y la presión sobre Tom Brady obligaron a Gronkowski a quedarse por lo menos en un tercio de los "dropbacks" de Tom para protegerlo de la carga. Y por esa misma presión cuando el ala cerrada salió a buscar su ruta nunca se encontró cómodo ni libre para ser el blanco principal, asi que Brady tuvo que buscar opciones de pases rápidos limitando la actuación en las recepciones de Gronk a solo dos para 21 yardas.

Aunque la lesión de Hernández parece sanará más pronto de los pronosticado, apenas se conoció este jueves de la salida de Winslow del equipo --a petición del mismo jugador-- y Gronkowski tendrá una losa más grande que cargar en la ofensiva: es un blanco grande y regularmente seguro para poder ejecutar las terceras oportunidades, una pieza fundamental para Brady en su circo aéreo, pero también está el papel de Rob como bloqueador para apoyar la línea ofensiva que ya permitió siete capturas de QB en tres partidos y que necesita reactivar el ataque terrestre.

Con la marca que Gronkowski jala a la defensa tendrá que ser más hábil para vencer dobles coberturas y olfatear cualquier hueco en la zona de tráfico que es donde hace más daño. Se tendrá que deshacer de los defensivos más rápido y si en todo esto tiene éxito no sufrirá un desplazamiento notable cuando se recupere Hernández.

Es un paquete grande que cargar pero con la marca perdedora del equipo muchos jugadores estrellas tendrán que hacer el máximo sacrificio para superar el .500 y entonces pensar en estadísticas personales.