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Miller dispuesto a hacer lo que sea con los Yankees

andrew Miller logró 36 salvamentos para los Yankees en el 2015 en ruta a ganar el premio Mariano Rivera como Relevista del Año en la Liga Americana. AP Photo/Bill Kostroun

CC Sabathia estaba en Hawai el 28 de diciembre cuando le llegó un mensaje de texto de cuatro palabras a su teléfono.

Chapman, Dellin y Andrew.

El nombrede Andrew Miller había sido mencionado en rumores de cambios, y la interpretación inicial tergiversada de Sabathia a ese enigmático mensaje fue que Dellin Betances y Miller habían sido cambiados por Chapman.

Inmediatamente un sorprendido Sabathia llamó a Betances y escuchó la verdad que no se le había ocurrido: Que era posible que los únicos tres relevistas de Grandes Ligas que habían ponchado 100 bateadores la temporada pasada formaran parte del mismo bullpen.

A medida que Sabathia procesaba los detalles, la idea de que eso causara algún tipo de problema - una controversia por quién sería el cerrador - nunca le cruzó la mente, porque él conoce desde hace años Betances, y aprendió el año pasado sobre la devoción de Miller a ganar.

¿Una controversia por el puesto de cerrador con Miller y Betances? Eso no va a pasar, y mirando adelante, la disposición de Miller de hacer lo que le pidan los Yankees va a ser crucal mientras navegan por posibles aguas turbulentas en el futuro.

Sin importar el tipo o la extensión del castigo que enfrenta Aroldis Chapman -- sea suspendido o no - los Yankees están posicionados para ajustarse a cualquier situación, debido a la habilidad de Miller, y a su flexibilidad. Si Chapman es castigado por el béisbol, Miller podría volver al rol de cerrador nuevamente, luego de ganar el Premio Mariano Rivera el año pasado por ser el mejor relevista en la Liga Americana.

Si Chapman está disponible, Miller se encargaría de la octava entrada, o incluso la séptima. Él terminará haciendo lo que le pidan los Yankees, sin problemas, y sin quejas.

"Es algo increíble, especialmente viniendo después de la temporada que tuvo el año pasado", dijo Sabathia. "Es un testamento a quién es él y de lo que está hecho. A él no le importa su rol, o cuántos salvamentos logre, o sus números. Él solo quiere ganar un anillo. Eso es algo increíble, siendo su compañero de equipo, que Andrew tome esa posición y que ayude al equipo a ser mucho mejor".

Los Yankees tuvieron una situación similar con su bullpen en 1978, y se convirtió en una distracción seria. En 1977, Sparky Lyle era el apagafuegos de los Yankees, como se le decía a ese rol en aquel momento, y terminó lanzando en 60 partidos, cifra máxima en la liga, con marca de 13-5 y 26 salvamentos - y ganó el Cy Young de la LA.

Pero en ese invierno, los Yankees firmaron al lanzallamas Goose Gossage para mejorar el bullpen y Lyle perdió su dominio allí, y estaba furioso por eso. Su frustración impulsó uno de los libros de béisbol más notorios de la historia, "The Bronx Zoo (El Zoológico del Bronx)".

Miller es un lector voraz. No es un escritor. Y no está interesado en crear titulares, a pesar de que fue sacado del rol de cerrador sin haber hecho un solo lanzamiento.

"Yo luciría bastante tonto si comienzo a hacer expresiones sobre algo, cuando he visto la forma en que Carlos Beltrán o CC o Alex [Rodríguez] han manejado sus problemas", dijo Miller. "Yo no soy nadie en comparación a ellos, y si salgo y hago todo tipo de declaraciones fuertes, me vería ridículo.

"Estamos rodeados de jugadores del Salón de la Fama, jugadores Todos Estrellas. Brian McCann nunca se saldría de sus casillas a decir algo".

Miller reconoció la naturaleza humana de todos los competidores, el deseo de estar en un rol de mayor prominencia. "Todos lo tenemos en diferentes niveles", dijo. "En universidad, uno quiere lanzar un viernes en la noche. O uno quiere lanzar en el partido grande en las eliminatorias regionales. Los cinco abridores quieren ser el que esté en el montículo en el Día Inaugural, porque es un reconocimiento a lo que has hecho y donde estás parado, lo bien que te preparas.

"Pero al final del día, en los equipos buenos, eso no se debe convertir en una distracción. Todo el mundo tiene cierta cantidad de orgullo, un cierto lado de ego que juega un rol en ser exitoso, pero los buenos equipos tienen chicos que echan eso a un lado".

La decisión de Miller de no causar problemas con su cambio de rol tiene algo de estrategia. "La prensa aquí [en Nueva York] es un poco diferente", dijo. "En cualquier momento que uno abre una puerta para ellos, ellos crean una tormenta. Las distracciones sin innecesarias si se pueden evitar, y debemos tratar de evitarlas. Es la manera en que veo las cosas. No estoy diciendo que es la manera correcta, pero prefiero evitar eso. Preferiría, en cierto sentido, aplastar la historia. No es bueno para ustedes, muchachos, pero para mí, es más fácil evitarlo. Además es la verdad".

La verdad. Que lanzar en el rol de cerrador no es algo que Miller necesite para su afirmación personal.

"Lo he dicho un millón de veces desde que llegué aquí: Yo no firmé aquí para ser cerrador. Yo solo firmé aquí. La pasé muy bién el año pasado. Me siento orgulloso de lo que hice el año pasado. Pero no es algo que sea el todo, la meta máxima para mí. Si nosotros ganamos al final del año, eso va a ser mucho mejor para mí que cualquier otro logro individual".

Cuando Miller lanzó con los Medias Rojas de Boston en el 2013, vio un grupo de jugadores que puso a un lado sus preocupaciones personales por el bien común, conducta que reforzó lo que ya creía. Y cuando se le preguntó sobre cuáles jugadores han servido de ejemplo para él, citó a uno de sus compañeros del 2015.

"Yo solo puedo seguir el ejemplo de Dellin del año pasado", dijo Miller. "Probablemente él quería cerrar el año pasado. Probablemente tenía muchas cosas en juego como alguien que estaba a punto de entrar al proceso de arbitraje. Yo ya tengo mi contrato. Yo sé que mi salario no va a cambiar si lanzo mal, o si lanzo en la octava o novena entrada".

El ser cerrador no va a afectar nada para Miller, dijo. "Para [Betances], sí le va a afectar. Y él lo manejó con tanta clase, y nunca dejó que eso le afectara en el terreno. Si puedo seguir su liderato, va a ser pan comido, y ciertamente él estableció el tono para eso".

La primavera pasada, el manager de los Yankees Joe Girardi se reunió con Betances y Miller en Washington para darle a los relevistas algunas ideas de como ellos serían utilizados. "Andrew me dijo, 'Joe, yo solo estoy aquí para ayudarte a ganar; en la situación que me quieras poner, yo voy a estar de acuerdo con ella'", recordó Betances. "Esa fue la actitud para ambos. Todo el mundo estuvo de acuerdo".

Miller escuchó sobre el cambio de Chapman cuando el gerente de los Yankees Brian Cashman lo llamó, y el mensaje de Miller a Cashman fue: Lo que usted necesite hacer para ganar. Betances escuchó sobre el cambio de Chapman mientras se dirigía a un evento de firma de autógrafos, medio dormido en la parte trasera de un auto. "Me despertaron un montón de mensajes de textos y llamadas telefónicas, y primero no podía creerlo", dijo Betances.

"Pero entonces, cuando uno piensa sobre ello, es como que, wow, es algo bastante loco tenerlo a él y a Miller en la parte trasera del bullpen. Va a ser algo emocionante, y los fanáticos están emocionados por ello - yo sigo escuchando comentarios dondequiera que voy".