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Francona añade otro párrafo a su currículum del Salón de la Fama

TORONTO - La caminata desde el camerino de los visitantes hasta el cuarto donde se llevan a cabo las conferencias de prensa es de unas 100 yardas, pero luego de dirigir un partido de postemporada en una forma que nunca antes se había intentado, el manager de los Indios Terry Francona optó por utilizar un carrito de golf. Él se merecía el respiro, luego de ver como la sangre de su lanzador abridor caía a borbotones sobre la goma de lanzar en lo que puede ser catalogad como el peor escenario posible, luego de haber doblado su cantidad usual de goma de mascar durante un partido, unas 75 a 80 piezas, luego de seis cambios de lanzador, y luego que Cleveland se colocara a una victoria de llegar a la Serie Mundial tras la victoria 4-2 sobre los Azulejos en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

"Se lució con su forma de dirigir", dijo Chris Antonetti, el presidente de los Indios, parado en la entrada del camerino de Cleveland.

Todo el trabajo que Francona hizo aquí el lunes comenzó con franqueza 3 1/2 días antes, cuando los Indios se enteraron del accidente de Trevor Bauer con un dron apenas 90 minutos antes que Cleveland tuviese que someter su roster para la SCLA. Al final, cuando su resumé esté completo para una exaltación al Salón de la Fama que parece inevitable para Francona - que incluye la victoria que rompió una maldición para Boston en la Serie Mundial en 2004, el segundo campeonato de los Medias Rojas en 2007, la clasificación de los Indios a playoffs en 2013 y lo que sea que le siga luego de esto - este partido podría representar el pináculo de su trabajo como manager. Esta fue una noche en la que la habilidad de Francona de conectar con sus jugadores se mezcló con su entendimiento de cómo balancear una necesidad desesperada con estrategias de juego.

De acuerdo al Elias Sports Bureau, los Indios se convirtieron en el primer equipo en la historia de la postemporada en jugar un partido en el que ninguno de sus lanzadores trabajó al menos dos entradas.

La lucha comenzó temprano el viernes en la mañana, con su sonido del celular de Francona. A las 8:30 a.m., Antonetti se enteró de la lesión de Bauer, e inmediatamente llamó a Francona. Hubo una evaluación inicial de la situación de Bauer, y los Indios se enteraron que era posible que el derecho pudiese hacer su salida a pesar de lo asquerosa que lucía la cortadura en el dedo meñique de su mano derecha. Así que los Indios añadieron otro lanzador a su roster, el chico de 24 años Ryan Merritt, quien solo tenía una salida en su carrera en Grandes Ligas.

Francona ya había perdido a Carlos Carrasco, su segundo abridor, y a Danny Salazar, su tercer abridor, y ahora Bauer, su tercer mejor lanzador saludable, tenía un estatus cuestionable, aunque había algún nivel de confianza de que estuviera bien para su salida del lunes.

El cuerpo de entrenadores de los Indios esbozó dos caminos paralelos para el Juego 3. Si Bauer estaba bien y lograba llegar a las entradas del medio, entonces Corey Kluber podría trabajar con descanso regular. Pero si la herida de Bauer se abría y comenzaba a sangrar, entonces tendrían que depender grandemente del bullpen, y entonces Kluber sería colocado para el Juego 4, con Merritt pautado para el Juego 5.

Bauer se sintió bien en su preparación pre juego, mirando en ocasiones al dedo, lo que le dio confianza. Pero mientras iba trabajando contra el cuarto bateador del partido, Troy Tulowitzki, Bauer sintió algo en su dedo anular, y miró hacia abajo. Sangre, en grandes cantidades. Francona dijo que incluso antes de que el oficial del plato Brian Gorman le dijera que Bauer tenía que salir del juego, él sabía que iba a necesitar un relevista tan pronto como vio que la sangre había comenzar a salpicar la goma de lanzar.

Francona se volteó y le hizo una señal a su coach de lanzadores, Mickey Callaway, para pedir el cambio de lanzador. Y comenzó el desfile de relevistas de Cleveland. El derecho Dan Otero fue el primero en salir del bullpen, y se enfrentó a seis bateadores. Jeff Manship le siguió a Otero, laborando con cinco rivales. Zach McAllister trabajó con cuatro bateadores, retirando a tres. Los Indios se habían ido al frente en la primera entrada y el partido estaba cerrado, así que Francona quería tratar de ganar pero limitando en cierto grado el uso de sus relevistas, sabiendo que podía necesitarlos más en los Juegos 4 y 5 debido al agotamiento en su rotación. En el caso de cada relevista, según dijo luego Antonetti, la elección se tomó utilizando algo de lógica - el pareo ante un cierto número de bateadores, sus fortalezas contra sus debilidades. Ningún relevista de Cleveland hizo más de 28 lanzamientos.

"Esa no era la manera en que lo pensamos", dijo luego Francona. "Pero tengo que decir que este ha sido uno de los mejores trabajos de bullpen que jamás haya visto. Quiero decir, comenzando con Otero a Manship a McAllister a [Bryan] Shaw, si alguien hubiese flaqueado, probablemente hubiésemos perdido. Y todos hicieron sus lanzamientos, ante bateadores realmente buenos".

Shaw le siguió a McAllister, lanzando rectas en las altas 90 mph, y Jason Kipnis conectó cuadrangular para darle ventaja a los Indios en la parte alta de la sexta entrada. Cody Allen, el cerrador de los Indios, fue traído a lanzar en la parte baja de la séptima. Francona eligió invertir a Allen y Miller, porque a medida que seguían pasando las entradas y la alineación de Toronto volvía a comenzar en la séptima, la ristra de bateadores derechos estaba por venir al plato. Allen le tiró a seis bateadores, incluyendo a los cuatro derechos en la parte superior de la alineación: José Bautista, Josh Donaldson, Edwin Encarnación y Troy Tulowitzki. Entonces Miller entró con dos outs en la octava y le tocó enfrentarse a la parte interior de la alineación de los Azulejos, con sus zurdos, y Miller lanzó slider tras slider hasta que Darwin Barney conectó rodado para acabar el partido.

Cuando Mike Napoli atrapó el último out en un tiro de Kipnis y Francona levantó su puño, no le tomó mucho tiempo a Francona comenzar a enfocarse en el siguiente partido, el Juego 4 de hoy. Lo que los Indios necesitan hacer, dijo poco después del Juego 3, era mantener el mismo enfoque, hacer las cosas como siempre las han hecho.

Francona terminó su conferencia de prensa post juego, y se montó en el carrito de golf, y bajó las escaleras, pasándole a Nelson Pérez, el entrenador asistente de fortaleza y acondicionamiento físico del equipo. "Te veo mañana, Nellie", le dijo Francona, y el manager entró a su oficina a reunirse con sus entrenadores.

Del departamento de Estadísticas e Información de ESPN: El lues fue el sexto juego en esta temporada (temporada regular y playoffs) en el que un abridor de los Indios falló en terminar la segunda entrada. Cleveland tiene marca de 4-2 en esos partidos, y su bullpen tiene efectividad de 2.25 ERA en 48 entradas.

Y Andrew Miller sigue redefiniendo la palabra "dominante".

De Elias: Miller tiene 20 ponches en nueve entradas en esta postemporada. Ningún otro lanzador en la historia de las Grandes Ligas ha producido al menos 20 ponches en sus primeros 27 outs en una postemporada. El mayor total anterior era de 17 ponches, logrado en tres ocasiones (Bob Gibson en 1968, Kevin Brown en 1998 y Jacob deGrom el año pasado).

Mientras tanto, la racha de seis victorias en fila de los Indios comenzando una postemporada los ubica empatados con los Orioles de 1970 en el cuarto puesto en la lista de todos los tiempos, detrás de los Reales de 2014 (8), Rockies de 2007 (7) y Rojos de 1976 (7).