NATAL -- Se aproxima el momento del duelo contra Camerún y la Selección Mexicana ha tratado de encontrar en los últimos días lo que no tuvo en año y medio: armonía colectiva, un once definido, victorias consistentes y una idea definida. Al cuarto para las doce.

Si hoy hay tal incertidumbre se debe a todo lo que ha pasado después de aquel 27 de junio de 2010 en que México perdió ante Argentina en Johannesburgo. Si bien es cierto se ganó la Copa Oro en 2011 y la medalla de oro olímpica en Londres 2012, sin embargo, los tropiezos fueron también mayúsculos.

En cuatro años Javier Aguirre fue quemado en leña verde, Chepo de la Torre también por dejar al equipo al borde de la eliminación; salió Néstor de la Torre y entraron Héctor González Iñárritu y Ricardo Peláez a la dirección de selecciones nacionales; hubo dos sanciones disciplinarias por incidentes en Ecuador y Monterrey; y lo peor de todo, hubo un manoseo indiscriminado del puesto de entrenador nacional.

El proceso mundialista ha sido obtuso, desordenado, mal planeado. Esos son los detalles que si se corrigen harían que el futbol mexicano fuera mejor. Llegó el momento del debut mundialista. Sea cual sea el resultado, hay que aprender de una buena vez la lección. Un proceso prolijo acerca a mejores resultados. Hoy se trata de corregirlo todo al cuarto para las doce.

Miguel Herrera es el menos culpable de todo esto. La oportunidad le llegó antes de tiempo, ha decidido, definió su equipo y habrá que tomar "el toro por los cuernos" este viernes en Natal.

La realidad es que hasta ahora no se ha visto idea colectiva, coordinación entre líneas, creación de futbol. Han faltado muchas cosas. Luis Montes y Carlos Peña eran los llamados a generar juego ofensivo, y ninguno de los dos arrancará ante Camerún; Rafael Márquez, en la recta final de su carrera, tratará de liderar una defensa que no se caracteriza por su velocidad; y adelante, Oribe Peralta tratará de recuperar el nivel perdido hace un año, mientras que Giovani y Andrés Guardado acarrean una deuda futbolística de varios años con la selección.

Llegó la hora de presentar el examen profesional. Si el resultado es favorable habrá sido por esas cosas que tiene el futbol, por alguna genialidad, por que de repente surgió espontáneamente el juego extraviado. Eso ocurrió en Francia 1998. ¡Cómo he recordado aquel mes anterior al Mundial con Manuel Lapuente! No descarto que eso pueda ocurrir. Si pasa, no habrá sido gracias a la maquinaria del sistema federativo, sino a pesar de ella. Que no se nos olvide lo cerca que vimos el abismo.

LONDRES -- Debo confesar que ha sido toda una experiencia presenciar una rueda de prensa de José Mourinho. Puede o no gustarte la forma en que juegan sus equipos, pero nadie puede negar que es un ganador y que tiene un dominio escénico único.

En la víspera de la que será su octava semifinal de Champions League aportó varias frases que vale la pena rescatar e interpretar.

"El futbol está lleno de filósofos, que lo entienden mucho mejor que yo... Contra el Atlético, cuando tengan la posesión, defenderemos, cuando la tengamos nosotros, atacaremos... Hace 10, 20 ó 30 años, un buen equipo era el que jugaba según sus cualidades, ahora depende de lo que digan los críticos". Lo anterior lo dijo en tono ácido, irónico, sin sobresaltos, desde el pedestal que lo tiene a dos partidos de convertirse en el primer entrenador en la historia en ganar tres Champions con tres equipos distintos. ¿Arriesgará un poco más ahora que juega en casa y que tendrá de vuelta a Hazard? Habrá que verlo.

"Me ayudará a dormir bien (el hecho de disputar mi quinta semifinal consecutiva), no es un detalle crucial& Durante 90' los jugadores son más importantes que el entrenador". Cierto, lo son. Pero el portugués entiende muy bien su papel antes y después de los partidos. Y es un experto en eso de quitarles la presión a sus jugadores antes de un juego así de importante.

"A Lisboa seguramente iré en verano, veremos si vamos juntos como equipo". Fue la quinta pregunta que respondió y sirvió para aflojar un poco la tensión que se respiraba en una sala de prensa dividida entre ingleses y españoles. Sabemos que su relación con los medios españoles no quedó en los mejores términos. Por cierto, volvió a negarse a responder en castellano. Todo lo hizo en inglés.

Brendan Rodgers, el técnico del Liverpool lo criticó el domingo por su planteamiento ultradefensivo en Anfield Road, a lo cual Mourinho dijo: "Sé lo que dijo el domingo, también hablé con él hoy en otros términos& Lo considero mi amigo y me quedo con lo que dijo hoy". También comentó que "hoy entendió mejor las razones de la derrota".

"Mi capitán (John Terry) está tan bien como en 2007& La UEFA Champions League le debe algo, porque perdió semifinales y una final de manera especial, y ganó una final que no jugó". Terry escuchaba atentamente a su derecha. Hasta ayer se mantenía en duda por lesión, todo apunta a que jugará con lo que tendrá su zaga de lujo.

Nadie puede negar que Mourinho sabe lo que hace. Se salió con la suya del Calderón (así como también lo hizo de Anfield) y tiene 90' por delante, en su casa, para definir el pase a la final. Pocos como él para moverse como pez en el agua aún en los momentos más turbios y de más alta presión.

Objetivamente pocos habrían imaginado en el verano pasado que el Atlético de Madrid estaría vivo en las semifinales de la Champions, y que tendría en sus manos la posibilidad de ser campeón de España. Pocos menos ellos mismos. Jornada a jornada nos han demostrado lo equivocados que estábamos en pensar que iban a desinflarse. El final de abril está a la vista y están más fuertes que nunca, convencidos de lo que pueden lograr.

Todo mundo señala que el Atleti de Diego Simeone es excelente en defensa, y es cierto. Apenas han concedido 22 goles en La Liga, son los mejores en ese rubro. Sin embargo, pocos reparan en que llevan 109 goles a favor en esta temporada en todas las competiciones, dos más que el anterior récord del club de 1996-97. Equilibrio y convencimiento.

Los primeros veinte minutos que dieron en el Calderón ante el Barcelona en la vuelta de los 4os de final de la Champions son una demostración de lo que puede ser cuando se deciden a atacar. Asfixiaron la salida del Barça, marcaron un gol y estrellaron tres balones en los postes&y eso que Diego Costa no jugó por lesión. Semejante inicio frenético también lo podemos esperar para la semifinal de este martes ante el Chelsea de José Mourinho.

La diferencia es que el Chelsea se defiende mucho mejor que el Barcelona, y que puede ser muy peligroso en los contragolpes. Los azulgrana no cuentan con fieras como John Terry, Gary Cahill o David Luiz. Aunque si hablamos de ferocidad para defender, pocos como los Colchoneros, auténticos perros de presa con uno de los mejores porteros del mundo: Thibaut Courtois.

El problema que tiene el Chelsea es que no tiene un ataque tan afinado como el Atleti. Samuel Eto'o está lesionado y ni siquiera hizo el viaje a Madrid; Eden Hazard sí viajó pero será una decisión que se tome de última hora. Todo apunta a que la opción adelante será Fernando Torres, relegado a la banca por Mourinho aún en ausencia del camerunés. "El Niño" tendría que iniciar en su regreso al Vicente Calderón, sin embargo ni el propio Mou parece convencido de que lo sea. En repetidas ocasiones ha demeritado la calidad de sus delanteros.

Bien lo dijo Simeone en la víspera, "será un partido apretado, decidido por detalles, por calidad técnica individual". Yo agregaría por ese convencimiento que el técnico sea capaz de imprimir en sus jugadores para dar el 101% en un juego de calidad mundial.