NEW YORK -- "América Latina ha tenido ayer su día de mayor gloria en los courts de tenis, mientras Australia aparece eclipsada, junto con los Estados Unidos. Por primera vez, un jugador de México se quedó con el título amateur estadounidense cuando Rafael Osuna, con una combinación casi incomparable de claridad táctica y tiros artesanales, derrotó a Frank Froehling III, de Coral Gables (Florida) por 7-5, 6-3, 6-2".

El relato escrito de Allison Danzig en el New York Times testimonia lo que ocurrió hace exactamente 50 años, un 8 de septiembre de 1963: en una tarde neoyorquina calurosa, ante 11 mil espectadores que colmaron el estadio del West Side Tennis Club en Forest Hills, el mexicano Rafael Osuna se convirtió en el primer tenista latinoamericano en ganar un título de Grand Slam en el single masculino. Ese mismo día, la brasileña María Esther Bueno también se quedó con la corona femenina del US Championships (lo que hoy se conoce como US Open), para lograr así un doblete hasta hoy inédito para la región en los grandes torneos del tenis internacional.

"Tengo un recuerdo fantástico de Rafael. El Pelón Osuna. Era mi amigo. Nosotros viajábamos juntos, jugábamos juntos. Era un jugador creativo, que creció tenísticamente en California. Yo pasé mucho tiempo con él", cuenta hoy Bueno, quien llegó a Flushing Meadows como analista de la cadena brasileña SporTV. Ella está acostumbrada a los homenajes. En el viejo Forest Hills ganó 8 veces, cuatro en singles y otras tantas en dobles. Pero reconoce que este 50º aniversario de su título y el de Osuna tiene un toque especial. Dos latinoamericanos coronándose un mismo día, brillando con un juego creativo, inteligente, ofensivo, efectivo.

"El joven Osuna no tiene mucho para mostrar. De 1,77, con un caminar desgarbado, él carga con sus hombros encorvados y su barbilla hacia arriba. Tiene ojos grandes y tristes, una nariz huesuda, dientes torcidos y un cabello negro brillante. Cada vez que entra a un court, parece un jovencito que está por recibir una paliza. El resultado es que la afición se vuelca instantáneamente para su lado".

De esta manera Osuna era "pintado" por el periodista Walter Bingham en las páginas de la revista Sports Illustrated de agosto de 1962. Ya en aquellos tiempos el Pelón era una figura del tenis. Había llegado a las semis de Forest Hills '61, y ese año ganaría el doble del US Championships, además de llevar a México a la final de la Copa Davis. "Osuna es excitante de ver. Tiene reacciones increíblemente rápidas. También tiene balance, toque y velocidad, los atributos de un campeón. Es primero un atleta, y luego un tenista", remataba Bingham.

El mexicano, ex joven maravilla en el tenis de mesa, llegó a aquel Campeonato de Estados Unidos de 1963 con el título de dobles de Wimbledon bajo el brazo. Ante la ausencia de Rod Laver, quien había decidido convertirse en profesional (por aquellos tiempos, quienes cobraban por jugar al tenis no podían disputar los Grand Slams, que eran exclusivos para amateurs), el torneo no tenía un favorito excluyente. Y cuando el australiano Roy Emerson fue eliminado temprano en el certamen, el camino de Osuna hacia el título quedó allanado.

"Rafael era uno de los mejores peleadores que había en el tenis. No tenía tiros fuertes. Su saque no era una cosa espectacular, ni su derecha o su revés. Pero tenía un corazón grandísimo y una agilidad tremenda en los pies. Estratégicamente, la cabeza que tenía era increíble", cuenta Charlie Pasarell, contemporáneo de Osuna a mediados de los ´60 y hoy integrante del Salón de la Fama del Tenis, como el Pelón.

Esa agilidad, sumada a su tenis ofensivo, llevaron a Rafael a vencer al máximo favorito del torneo, el estadounidense Chuck McKinley (campeón de Wimbledon '63), en semifinales. Pero en el encuentro decisivo, fue una estrategia fuera de libreto la que le permitió a Osuna convertirse en el primer y único mexicano en ganar un título de Grand Slam en singles. ¿Qué hizo Osuna en aquella tarde agobiante de Forest Hills? Levantar la pelota al cielo. Una y otra vez.

"La final del single masculino fue inusual por la táctica que decidió seguir Osuna", escribió Danzig. "Su gran problema era cómo devolver el servicio violento de Froehling. El saque había sido clave en la sorprendente victoria del joven alto de la Florida ante Roy Emerson, el favorito a quedarse con el torneo".

Entonces, lo que Osuna ideó para contrarrestar el arma de su rival, fue responder al servicio del estadounidense de forma totalmente heterodoxa, como lo describe la crónica de Sports Illustrated de aquella final.

"Parado más lejos de la línea de base que cualquier otro tenista que recordemos, Osuna se permitía más tiempo del habitual para lidiar con el saque de Froehling", relató Bingham en las páginas del semanario. "Cuando uno de esos cañonazos sorteaba la red, él lo devolvía hacia arriba, una y otra vez. Semejantes tácticas le permitieron romper el servicio más poderoso del tenis en seis oportunidades durante tres sets, y aplastar las esperanzas de Estados Unidos de lograr un título en el US Championships".

Una mezcla perfecta de globos en los games de servicio de su rival, con una estrategia de saque y volea cuando le tocaba servir, le permitieron a Osuna destruir a su rival como tantas veces había hecho con otros contrincantes, como el puertorriqueño Pasarell. "Jugué con él varias veces. Y yo siempre creía que debía vencerlo. Pero él me ganaba porque era más inteligente. En general, Rafael trataba de llegar a la red lo más pronto posible. De repente uno sacaba, estaba llegando a la malla, y se lo encontraba a él allí, porque había hecho una devolución y había subido".

Hace 50 años, a la hora de recibir su trofeo, Osuna compartió escenario y fotos con Bueno, quien esa tarde derrotó a una leyenda del tenis femenino: la australiana Margaret Smith. "Aquel título fue uno de varios que conseguí aquí, en Nueva York. Pero ese fue especial porque le gané a ella, que era lo máximo de lo máximo", recuerda hoy María Esther. "Gané el primer set 7-5, y en el segundo iba perdiendo 4-1. Pero desde ese momento solo volví a ceder 4 puntos, y me llevé el segundo set por 6-4. Disfruto de esos recuerdos. Y cincuenta años son cincuenta años".

En esta edición del US Open, los organizadores decidieron recordar por segunda vez a Osuna. Ya lo habían hecho en 1969, apenas semanas después de la trágica muerte del Pelón en un accidente aéreo. Ahora, la memoria del mexicano fue celebrada el pasado lunes 2 de septiembre, en el inicio de la jornada nocturna, cuando se proyectaron en las pantallas del estadio Arthur Ashe imágenes de Rafael.

"Me es difícil hablar sobre él, porque es muy duro perder a un amigo, a alguien joven", confiesa Bueno. "Era un gran amigo. Él estudió en USC, y yo en la UCLA. Éramos enemigos de universidad, y nos enfrentamos muchas veces. Todos quedamos tristísimos luego de aquel accidente", reconoce Pasarell. Ambos fueron habitantes de un mundo del tenis muy diferente al actual. "En primer lugar, no había prize money explica la brasileña--. Una diferencia "pequeña": de no cobrar nada a millones. Pero yo creo que el tenis de esa época era mucho mejor, porque era de menos violencia, más inteligencia, más cabeza. Y por todo eso, era más bonito para observar".

A aquel tenis jugaba Rafael Osuna, el precursor que en aquel lejano 1963 plantó una semilla de gloria para el tenis de nuestra región. "Osuna derrotó a Froehling y María Bueno dio la sorpresa en las finales del US (Championships)", tituló el New York Times un día como hoy, pero hace 50 años. El subtítulo escogido es aún más contundente: "Las estrellas latinas ganan en sets consecutivos".

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NEW YORK -- Escena de conferencia de prensa en Flushing Meadows:

-¿Tú no tienes contrato de ropa con ninguna firma?, pregunta el periodista italiano.

-No. Mi ropa la diseña mi mamá, responde Camila Giorgi.

-Pero si viene ahora un sponsor y te dice: aquí hay 100 mil dólares para que uses mi ropa, ¿qué dirías?

-Eso lo puede responder mi papá.

Desde atrás de la Sala de Conferencias 3 del Billie Jean King National Tennis Center, Sergio Giorgi vigila lo que ocurre en la rueda de prensa de su hija. Suele hacerlo cada vez que puede, para ver qué preguntas debe responder la actual Nº 136 del ranking mundial. Camila es la jugadora con peor ranking en acceder a la tercera rueda de este US Open 2013. Y ahora enfrentará a la danesa Caroline Wozniacki, ex número uno del mundo, en esa instancia.

-¿Pero cuánto vale Camila?, le pregunta el periodista a Giorgi padre.

-No te puedo decir cuánto vale. Pero no vale eso. Vale más, responde Sergio. Y en un instante, vuelve a recordarle al mundo del tenis que ellos, los Giorgi, no se rigen por las mismas reglas que el resto.

La historia de Sergio, argentino, ex combatiente en la guerra de las Islas Malvinas, y Camila, su hija tenista nacida en Italia, fue contada por primera vez en ESPNtenis.com a fines de 2010.

Desde ese entonces, Giorgi padre se negaba a manejar la carrera de su talentosa niña como lo hacía el resto. Nada de firmar contratos de representación con empresas como IMG, Octagon o Lagardere. Distanciamiento con la Federación Italiana de Tenis, como consecuencia de constantes desencuentros. No a la llegada de un coach tradicional para entrenar a Camila. Padre e hija, y a la vez coach-pupila, eran un vínculo inseparable que navegaba evitando a los tiburones que merodean las peligrosas aguas del tenis.

"¿Qué cambió? No mucho ha cambiado", me dice Sergio Giorgi, mientras conversamos ahora en los jardines que están pegados al Estadio Arthur Ashe, por donde entran los tenistas al club. "En realidad sí cambió algo. El año pasado, después de Wimbledon, firmamos con Octagon. Pero duramos un mes. No cumplieron nada de lo que nos habían prometido. Y no querían disolver el contrato. Tuvimos que ir a pedir ayuda a WTA".

Ahora, cuenta Sergio, los agentes ya ni se le acercan. Allí están, apenas a unos metros de donde transcurre la charla. Giorgi los mira, y no puede evitar fastidiarse. "No hacen nada por las jugadoras, que son las que se rompen corriendo y jugando adentro de la cancha. Tienen todo arreglado con las empresas para venderlas barato, quedarse con una comisión y alimentar el negocio. ¿Por qué ninguna compañía de la que están involucradas en el tenis viene por afuera a ofrecer algo? Porque todas están conectadas con esta gente", explica.

Camila, de todas maneras, sigue teniendo un potencial de estrella más que atractivo. La ítalo-argentina, que llegó a ser 73 del ranking mundial en febrero de este año, apenas está empezando a hacer experiencia a nivel WTA. Con 21 años, ha llegado dos veces a 8vos de final de Wimbledon (2011 y 2012). Y éste es su segundo acceso consecutivo a una 3ra ronda de Grand Slam. Su tenis es explosivo. Y su belleza también aporta al paquete.

Escena de conferencia de prensa, toma II:

-¿Tú tienes una estrategia cuando entras al court?, pregunta otro periodista italiano.

-Yo trato de ser siempre agresiva, y buscar el winner, responde Camila.

-¿Pero tú juegas los puntos de manera diferente, según cuál sea el momento del partido?

-No. Yo juego todos los puntos iguales.

Existe en la prensa italiana un descrédito casi general a las capacidades de Sergio de guiar a su hija a los niveles de elite del tenis femenino. Y ello también tiene algo de lógica: Giorgi padre no jugó el deporte, no enseñó, y no luce como los demás coaches. "Probamos trabajar con otros entrenadores, pero Camila no se siente cómoda. Y me pide que yo vuelva a entrenarla", explica Sergio. "Su juego es muy instintivo. No hay que complicarlo, porque perdería su esencia".

Pero a pesar de no tener un coach "externo", los Giorgi ahora no están más solos. Luego de Wimbledon, limaron asperezas con la Federación, y toda la familia mudó su residencia de Miami a Tirrenia, centro de operaciones del tenis italiano. Allí Camila comenzó a trabajar con un preparador físico y un médico, que la han ayudado a recuperarse de la bursitis y tendinitis en el brazo derecho que arrastraba desde hace 9 meses.

Según pudo averiguar ESPNtenis.com, el acuerdo entre los Giorgi y Federtennis incluye un pago retroactivo de apoyos y un compromiso de sponsorización vía Supertennis, el canal multimedia de la institución. Una de las condiciones puestas por parte de la jugadora es que Sergio se mantenga como el coach. A cambio, Camila estará disponible para jugar Copa Fed para su país de nacimiento. La opción de que representara a Argentina, entonces, se desvanece.

Escena final, ya fuera de la sala de conferencia:

-Sergio, ¿dónde ubicas potencialmente a Camila? ¿Ella tiene nivel para estar en qué ranking?

-Camila tiene potencial de top-5.

Entonces, tiene sentido que el precio de su talento esté por encima de los 100 mil dólares. Eso fue lo que Octagon le había ofrecido a los Giorgi. Y ellos dijeron: no, gracias. Ahora es doble o nada. Toda la apuesta es a ganador. Los outsiders contra el sistema. Esta noche, en el Ashe y contra Wozniacki, tendrán la oportunidad de demostrar que ellos tienen razón.

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NUEVA YORK -- Son las 9:43 en Nueva York, y las raquetas de Roger Federer comienzan su viaje rumbo a Flushing Meadows. Van cargadas en un bolso que cuelga de las espaldas de Ron Yu, uno de los responsables de Priority 1, la firma especializada en encordar, balancear y cuidar las raquetas de algunas de las grandes estrellas del tenis profesional. ¿El cliente más famoso? Su Majestad.

"Cada vez que Roger juega, hay que encordar sus raquetas de nuevo. Anoche llovió, su partido se suspendió hasta hoy, y entonces tuvimos que cortar las cuerdas de todos sus marcos, y volvimos a empezar", me cuenta Ron, mientras llegamos a la esquina de la Avenida Lexington y la calle 39, en el East Side de Manhattan.

Federer está programado para jugar en el tercer turno del estado Arthur Ashe, en esta segunda jornada de acción del Abierto de los Estados Unidos. Entonces Rom debe llegar al Billie Jean King National Tennis Center al menos cuatro horas antes, para entregar las raquetas en mano. Por eso camina rápido por las calles neoyorquinas.

"Tengo ocho raquetas aquí. Nuevas", me dice, al tiempo que acelera sus últimos pasos hasta la esquina de la calle 42, desde donde salen los buses de la organización que lo llevarán hasta Queen's. Cuando llega allí, guarda el bolso con el logo de Priority 1 en la bodega del colectivo y se acomoda en un asiento. Los violines de Federer ya van camino al torneo.

El encuentro de Yu con el resto del team Federer se produce a las 10:54, en un jardín que funciona como antesala a la entrada de los jugadores, al pie de esa montaña invertida que son las tribunas del Ashe. Primero llega Paul Annaconne, coach del 17 veces ganador de títulos de Grand Slam. Él recibe las 8 raquetas, prolijamente embolsadas en plásticos con el logo de "RF", y las guarda en un bolso rojo, vacío, que él mismo trajo. Detrás llega el suizo. Gorro celeste que hace juego con sus shorts, remera azul de manga larga, saluda y conversa unos momentos con Ron, hasta que encara rumbo al pasillo que lo llevará a los vestidores.

Curioso: Federer nunca toca las raquetas. La tarea de cargar el bolso recae en Severin Luthi, quien trabaja con Roger desde 2007 y es un hombre orquesta, ya que apoya en cuestiones técnicas tanto a Annaconne como al mismo jugador, es capitán de Copa Davis de Suiza, pero también se convierte en, cómo decirlo, el cargador oficial del bolso de Su Majestad.

"Roger no tiene problemas en firmar autógrafos, aunque sea antes de los partidos", me cuenta Luthi, mientras observa cómo el ex número uno del mundo le pone su sello a pelotas, papeles y todo lo que le acerquen. Son pasadas las 12 del mediodía, y Federer terminó hace momentos un calentamiento liviano en la cancha de práctica P1. Compartió court con Tommy Haas, otro de los "over 30" que siguen brillando en el ATP Tour. ¿El bolso y las 8 raquetas? Sobre las espaldas de Luthi.

"Roger, esto es para ti", le dice un hombre con sombrero estilo años 40, interceptando a FedEx en su camino de regreso al vestuario. Rog lo toma y sigue su ruta. "Ese era mi libro sobre Marcelo Ríos. Yo sé que él es fan de Ríos, y por eso le quise regalar una copia", me cuenta el autor de la obra, Scoop Malinowski. Según el catálogo de Amazon, hay más de diez libros que tienen a Federer como sujeto. La acción en el Ashe se extiende más de lo esperado. La checa Petra Kvitova demora una hora y 55 minutos en ganar y pasar a la segunda ronda. Caro Wozniacki se toma otra hora y 41 minutos. Federer, paso relajado, va del Players Lounge al vestidor durante la espera. Es su torneo de Grand Slam número 56. No hay espacio para los nervios. Ni ahora, ni tampoco durante su partido ante el esloveno Grega Zemlja, un jugador que viene de recuperarse de una mononucleosis y ahora combate problemas respiratorios.

"Me diagnosticaron la enfermedad el día posterior a perder contra Federer en Rotterdam. Y ahora ni siquiera puedo jugar puntos largos. Por eso es un poco difícil decir cómo lo vi hoy a Roger. Solo tengo espacio para pensar en mis problemas de salud", diría Zemlja, 62º del mundo, luego del partido. "Pero él logró tanto, es el mejor de todos los tiempos, que no puedo creer que alguien pueda decir algo no positivo de su persona. Si es 7°, 4° o 1° preclasificado, para mi es irrelevante".

También parece serlo para Federer, quien en el mismo estadio en el cual levantó 5 veces el trofeo de campeón, ahora domina la acción. Desde cerca, sus gestos tenísticos se ven con mayor claridad. Cuando saca, sus piernas empujan mucho para arriba y poco para adelante. Es el torso primero, y su brazo después, los que se meten adentro de la cancha. Cuando genera poder con su drive, mentón y hombro derecho se acarician. Hoy los gestos de emoción escasean. El partido no tiene ritmo, y tampoco está en peligro para el suizo.

"¡Aaaaayyy!", grita Roger mirando al suelo con el score 4-3 en el tercer set. Es una de sus únicas reacciones del día. Su derecha ha quedado en la red, y el error le abre la puerta del break point a su rival, que la aprovechará. Con este tipo de situaciones debe convivir ahora Federer, un microsegundo más lento, un milímetro menos preciso, un poco más cerca del resto que antes.

Pero en minutos el suizo ajusta, y vuelve a quebrar. Una derecha plástica, angulada, acompañada por su cuerpo casi suspendiéndose en el aire, sella el contrabreak. Y, casi, el partido. Lo que sigue es un trámite: segundo servicio ganador, ace, stop volley hermosa y puño cerrado mirando a su banco. Es 6-3, 6-2 y 7-5 en una hora y 33 minutos.

"¿Si mi pasión sigue tan elevada como siempre? Sí, eso es lo que creo. Claramente, cuando ganas todo, es divertido", explica Roger, después del partido. "Eso no significa que ames más el tenis, sino que amas ganar, estar en la portada, levantar trofeos. Es bonito. Pero yo sé que ganando o perdiendo, compitiendo o practicando, yo amo esto".

Y ese amor por el deporte que Federer transmite, es similar al que los fans le devuelven en la ovación final de esta tarde en el Arthur Ashe. Después de saludar a los cuatro costados del estadio, Roger se queda unos diez minutos más firmando autógrafos. Y luego se va directo a las canchas de práctica, a tratar de ganar más ritmo.

¿Su bolso? Su bolso con las ocho raquetas se lo lleva Fabrizio Sestini, manager de comunicaciones de la ATP. Ron ya lo espera, para que el Planeta Federer comience a girar un día más en Nueva York.

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NUEVA YORK -- Juan Martín del Potro, el número 6 del ranking mundial, no tiene contrato vigente con ninguna firma de raquetas. El argentino no renovó convenio con Wilson y, según cálculos de especialistas, está resignando alrededor de un millón de dólares anuales al no tener relación contractual con la firma estadounidense (o con cualquier otra compañía). No solo eso: el campeón del US Open 2009 está jugando con raquetas que muchos podrían consideradas "viejas", que ya tienen cerca de 4 años.

Bienvenidos, entonces, a esta curiosa historia del mejor tenista latinoamericano de la actualidad y sus "armas". Las que lo ayudan en sus grandes triunfos, pero las que le niegan mayores ingresos.

"La raqueta es mi arma de trabajo. No la cambio. Me siento muy cómodo con mis raquetas, y creo que eso es fundamental. La raqueta es lo que yo necesito para jugar. Mientras esté jugando de esta manera, haciéndolo bien y con confianza, es difícil hacer un cambio", le dijo Del Potro a ESPNtenis.com este domingo en New York.

El argentino juega desde hace un lustro con la Wilson K Factor Six-One 95, el modelo con el cual ganó aquí hace cuatro años. La temporada siguiente a su conquista en Flushing Meadows, Juan Martín probó un nuevo modelo en partidos oficiales. Pero el cambio duró poco. Los ejecutivos le ofrecieron testear otras opciones, así como también "maquillar" su vieja raqueta con el look de las nuevas versiones de la marca estadounidense. Pero todo quedó como en un principio.

"Intenté en el 2010. Tuve problemas con la mano. Intenté un par de veces este año. Es un proceso normal, pero también como el calendario está ajustado, es difícil encontrar un periodo donde puedas decir: cambio de raqueta, y si me va mal no pasa nada. Federer intentó cambiar y ahora volvió a su raqueta antigua. A Djokovic le costó el cambio de Wilson a Head. Rompió varias raquetas en ese proceso", explica Del Potro.

Pero Juan Martín no solo usa un modelo viejo de raqueta, sino que utiliza las mismas raquetas con las que jugaba en la década pasada. Y le quedan pocas.

- ¿Cuántas raquetas tiene ahora?
- Cuatro, responde Franco Davin, coach de Del Potro. Y sugiere hablar con el experto de Wilson que le encuerda a su pupilo en este US Open.

"Las raquetas están muy usadas. Yo pregunté si podíamos cambiarle el protector plástico (que va en la cabeza de cada raqueta), pero me dijeron que no. Tampoco quieren cambiar los grommets", que son los orificios de plástico por donde pasan las cuerdas, explica Joe Heydt, encargado de encordar las raquetas de Del Potro en Flushing Meadows.

"Hasta ahora ha traído tres raquetas para encordar", agrega Heydt. "No corren riesgo de quebrarse en el proceso de encordado, porque no tienen fisuras. Pero la cabeza de las raquetas está deteriorada. Es curioso: este deterioro es de un solo lado del marco. Aparentemente (Juan Martín) siempre pega la derecha con la misma cara de la raqueta. Y ese lado de la cabeza está en peor estado. El otro lado, en cambio, está mejor. Finalmente, cada jugador debe hacer lo que cree conveniente para sentirse bien con su raqueta y seguir ganando".

En el caso de Del Potro, los triunfos conseguidos con su "viejas" raquetas no van de la mano con lo que podría estar ganando en concepto de contrato publicitario en ese rubro.

"Los ingresos que resigna dependen en parte de sus resultados, pero estimo que estarían cerca o por encima del millón de dólares por año", le dijo una persona con conocimiento del negocio del tenis a ESPN. Según otra fuente, la no renovación en 2013 del contrato fue de común acuerdo. Ambas partes mantienen una buena relación. Tanto que el jugador aceptó seguir pintando la "W" en sus cuerdas, y continúa recibiendo apoyo entre otros de Ron Rocchi, el experto en raquetas de la compañía estadounidense.

Rocchi, de todas maneras, sabe que el tema Del Potro-raquetas-Wilson es "delicado". Y se excusa de hablar al respecto, aquí en New York, sin antes pedir permiso.

- A estas raquetas que tenés, ¿le das algún tipo de cuidado especial?
- Y... las tengo que cuidar, tienen más uso, pobres. Yo no soy de romper raquetas. Si tuviese veinte, tampoco las rompería. Pero ahora que ando con poquitas, las cuido un poquito más, dice Juan Martín.

Del Potro, entonces, "está en el mercado" y disponible para negociar un nuevo contrato de raquetas. "Para la próxima temporada voy a tener un cambio", dice el tandilense, quien hasta ahora se ha mantenido leal a una sensación que solo él puede explicar: su éxito en el tenis está en buena parte ligado al uso de sus viejas raquetas, las mismas con las que ganó su único título de Grand Slam hasta ahora, y las que lo ayudan a convertirse en una seria amenaza para el trío Djokovic-Nadal-Murray en este US Open.

Entonces, por ahora, las raquetas de Del Potro no se tocan.

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MÉXICO -- El ranking de la ATP cumple 40 años. Un 23 de agosto de 1973, el rumano Ilie Nastase tuvo el honor de ser el primer número uno del mundo según el sistema de contabilización semanal de puntos que, desde entonces, rigió al circuito masculino. En total, 25 tenistas de 13 diferentes países han ocupado esa posición de privilegio. Pero de todos ellos, ¿quiénes han sido los más destacados?

El siguiente top-ten está basado tanto en datos estadísticos como en apreciaciones. Y despertará polémica. ¿A quién incluirías? ¿A quién quitarías? ¿Quién debe estar más arriba o más abajo? Que comience la discusión sobre los diez mejores N° 1 de la historia del ranking ATP.

10. STEFAN EDBERG (SUECIA). Sus seis títulos de Grand Slam lo ponen por debajo de los 7 de su compatriota Mats Wilander, y al mismo nivel de los 6 de Boris Becker. Pero Edberg supera a ambos en semanas totales como N° 1 del mundo: 72, contra 20 de Mats y 12 de Boom-Boom. Es cierto que Lleyton Hewitt estuvo 80 semanas, y no lo encontrarán en esta lista. Pero el australiano apenas ganó 2 títulos grandes. En la "lucha" por entrar a este top-ten, Stefan dejó afuera también a Jim Courier, Gustavo Kuerten, Nastase y Andy Roddick, todos ellos con más de 10 semanas totales al frente del ranking mundial.

9. ANDRE AGASSI (ESTADOS UNIDOS). Su reinado en la cima del tenis masculino fue espasmódico. Alcanzó por primera vez el N° 1 el 10 de abril de 1995. Y su últimos días como el mejor de todos fueron a principios de septiembre de 2003. En total, cumplió 101 semanas en el primer puesto del ranking. Y sólo en 1999 finalizó la temporada en esa posición de privilegio. Sus 8 títulos de Grand Slam se potencian por haber levantado el trofeo de campeón tanto en Melbourme y París, como en Londres y Nueva York. Aun así, no le alcanza para superar al N° 1 vigente.

8. NOVAK DJOKOVIC (SERBIA). El próximo lunes, Nole cumplirá su semana 96 al frente del ranking ATP, lo que lo ubica todavía por detrás de Agassi. Djoko tiene 6 victorias en Grand Slams, 2 menos que Andre. Pero ya suma dos temporadas consecutivas terminando como N° 1 del mundo (2011 y 2012), luego de haber desbancado de la cúspide a dos tenistas que encontraremos mejor ubicados en esta lista: Roger Federer y Rafael Nadal. Lo que parecía imposible, Novak lo consiguió. Y su ascenso a la cima no fue momentáneo: Djokovic llegó para quedarse. A sus 26 años, tiene mucho tiempo por delante para seguir sumando logros. Pero lo que ha conseguido ya es histórico.

7. BJORN BORG (SUECIA). Apenas una vez jugó el Abierto de Australia (en 1974) y nunca pudo ganar el US Open, ni en arcilla ni en cemento (fue 4 veces finalista). Pero dando esa ventaja, El Hombre de Hielo ganó 11 títulos de Grand Slam, incluyendo esos míticos 5 consecutivos en Wimbledon. Sumó 109 semanas totales como N° 1, luchando primero con Connors y luego con McEnroe por ese honor. Terminó 2 temporadas consecutivas como el líder del ranking, en 1979 y 1980. Y la realidad es que su juego, su imagen y su leyenda trascienden las estadísticas: Borg es el símbolo del tenista cerebral, frío e imperturbable, capaz de defender como pocos y contraatacar como casi nadie. En el arte de la defensa y el contragolpe, quien le sigue en esta lista es uno de sus grandes herederos.

6. RAFAEL NADAL (ESPAÑA). El manacorí es la versión recargada de Borg. Pero a diferencia del sueco, el zurdo español se niega a despedirse temprano de la elite. Mientras Bjorn le dijo adiós al tenis a los 26 años, este Rafa de 27 está en búsqueda de recuperar la cima del ranking gracias a un 2013 soñado, que marcó su regreso tras casi 8 meses de inactividad. Nadal, que acumula ya 12 títulos de Grand Slam, suma 102 semanas al frente del ranking. En 2008 y 2010 terminó como líder del escalafón ATP. Y ha logrado algo que Borg nunca pudo: ganar los cuatro diferentes torneos de Grand Slam al menos una vez.

5. JOHN McENROE (ESTADOS UNIDOS). Fue el "niño terrible" del tenis. Ganó 77 títulos del circuito, incluyendo siete Majors. Durante 4 temporadas consecutivas (1981 a 1984) terminó como número uno del ranking. Con 170 semanas totales al frente del listado de la ATP, Big Mac dominó la primera mitad de la década de los '80. Fue el mejor de todos usando raquetas de madera, y luego raquetas de grafito o compuesto. ¿Su gran cuenta pendiente? No haber podido ganar Roland Garros. En 1984 llegó a la final y tuvo una ventaja de 2 sets a 0. Pero se le escapó frente a su gran enemigo, el hombre que lo precede en esta lista y que transformó su carrera luego de aquella tarde victoriosa en París.

4. IVAN LENDL (CHECOSLOVAQUIA). En los primeros seis años de su carrera, perdió 4 finales de Grand Slam. Hasta que ganó Roland Garros '84. Y allí se desató. Lendl, el N° 1 menos simpático de la historia, fue el dominador de la segunda mitad de los '80. Entre septiembre de 1985 y ese mismo mes de 1988, lideró el ranking mundial por 157 semanas consecutivas. Solo Wilander y sus victorias en Australia, Francia y Flushing de ese año, pudieron desbancarlo. Pero eso duró poco: en enero de 1989, Ivan volvió a trepar al primer puesto, y no lo soltó por otras 80 semanas, hasta agosto de 1990. En total estuvo 270 semanas como N° 1, dos más que quien se subió al 3º escalón del podio en este top-ten.

3. JIMMY CONNORS (ESTADOS UNIDOS). Si Lendl terminó 4 temporadas como el mejor del ranking, Jimbo lo hizo en 5, y consecutivas. Entre 1974 y 1978 relegó a jugadores como Newcombe, Borg y Vilas. Llegó a estar 160 semanas consecutivas en la cima. Y ya entrados los '80, con 30 años, volvió a ese sitio, desplazando por breves lapsos a McEnroe y Lendl. Sus 109 títulos profesionales (que incluyen 8 conquistas de Grand Slam) parecen una marca inalcanzable. Lo mismo se pensaba de esas 5 temporadas seguidas finalizando como N° 1 del mundo. Hasta que un día, un joven de ascendencia griega que en su carrera junior había estado relegado por los Chang, Agassi y Courier, comenzó a ganar. Y no paró.

2. PETE SAMPRAS (ESTADOS UNIDOS). El N° 1 con el saque más dominante y devastador de la Era Abierta navegó la década de los '90 ganando títulos de Grand Slam (14), prestando por lapsos la cima del ranking a tenistas como Courier, Muster, Ríos y Agassi, pero luego recuperando ese lugar al final de la temporada. Pistol Pete terminó por encima de todos en 1993, 1994, 1995, 1996, 1997 y 1998. Y no hay mucho más que decir. Allí están esas 6 temporadas consecutivas, una marca aún en su poder. En total se mantuvo como el uno del mundo durante 286 semanas. Y este último récord también parecía intocable. Hasta que la perfección suiza, el año pasado, volvió a la carga.

1. ROGER FEDERER (SUIZA). El 9 de julio del año pasado, lo que pocos esperaban volver a ver, sucedió: FedEx regresó al Nº 1 del mundo, tras ganar en Wimbledon su 17º título de Grand Slam. Ese retorno al trono le permitió superar a Sampras como el jugador con más semanas totales en el primer puesto del ranking. Ahora el número a superar es un brutal 302. Roger, en cambio, no ha podido igualar a Pete en cuanto a temporadas finalizando por encima de todos. Federer terminó cinco años como el N° 1: 2004, 2005, 2006, 2007 y 2009. Pero el suizo pudo festejar en Roland Garros, y completar así el Grand Slam de carrera, algo que a Sampras le faltó. Por eso, y porque ha sido el ícono del tenis en la última década, Su Majestad encabeza este listado.

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BUENOS AIRES -- El 24 de julio pasado la Asociación Argentina de Tenis (AAT) anunció el final del trabajo de Bettina Fulco como capitana del equipo albiceleste de Fed Cup. La AAT explicó la decisión basándose en el cumplimiento de un "ciclo habitual de 3 años en capitanías", mientras que la ahora ex capitana dijo desconocer esta política y se mostró sorprendida por la decisión dirigencial.

Este jueves el diario Olé publicó entretelones de un cortocircuito entre Fulco y parte de su equipo, situación que habría precipitado la decisión de reemplazar a la marplatense.

Héctor Romani, vicepresidente ejecutivo de la AAT, aceptó responder vía mail un cuestionario de ESPNtenis.com que toca ambas explicaciones sobre el cese de Fulco, así como aborda otros temas delicados como la continuidad o no de Martín Jaite al frente del equipo de Copa Davis.

Romani respondió por escrito a las preguntas en dos tandas, el Martes 13 y Miércoles 14. El método de comunicación escogido por el dirigente evitó las repreguntas. Éstas son las respuestas del encargado de supervisar el trabajo de los dos equipos profesionales que representan al tenis argentino en las competencias por naciones más importantes del año.

- ¿Cuándo tomaron la decisión de hacer un cambio en la capitanía de Fed Cup y relevar de esa posición a Bettina Fulco?
- No hubo un momento específico, sino que la AAT siguió la política que desde hace algunos años tiene respecto de los capitanes de Copa Davis y Fed Cup, que es tener períodos de dos años, renovables por uno más, hasta totalizar tres años.

- ¿Habían hablado previamente con Fulco sobre este plazo de 3 años? ¿O la capitana se enteró en el momento en que usted se lo transmitió?
- Sí, con todos los capitanes hablamos de esto.

- Fulco dice que durante su tiempo al frente del equipo de Fed Cup jamás firmó un contrato y nunca tuvo por escrito responsabilidades, derechos y duración de su función. ¿Cuál es su respuesta a esto?
- Es cierto, y así estuvo nada menos que tres años en el cargo, en los que de ambas partes respetamos el acuerdo que teníamos.

- ¿Consultaron a las jugadoras que en los últimos años han formado parte del equipo (Ormaechea, Molinero, Irigoyen, Auroux) antes de comunicarle a Fulco la terminación de su trabajo como capitana?
- Sí, hablamos con las jugadoras y la decisión final fue de la AAT. Lo que conversamos con ellas es privado.

- ¿Concede que hubo un desentendimiento entre Fulco y Molinero al menos en la última serie ante Gran Bretaña, como afirman reportes periodísticos?
- Todo lo que sucede dentro del ámbito del equipo es parte de la intimidad de ese equipo y sobre eso no tengo comentarios para hacer.

- ¿De qué manera un desgaste de relación entre capitana y jugadoras influyó en la decisión de la AAT de no renovar el vínculo con Fulco? - La decisión se tomó porque, como ya dije, tenemos una política de ciclos de tres años para las capitanías. Esa política es amplia e incluye, entre otras cosas, temas de desgaste.

- ¿Desde cuándo está vigente la norma de mantener a un capitán un máximo de 3 años al frente del cargo?
- Me gustaría ser claro en esto para que no haya más confusiones: no es un reglamento, sino una política. No sé de dónde salió esto del reglamento porque no existe como tal. En estos momentos y desde hace varios años creemos que esta política es lo mejor. Pero no es algo que siempre se llevó adelante. Caio Rivera estuvo 12 años en el cargo y un día elegimos algo distinto. Así que no estamos atados a nada; es, sencillamente, la política en la que creemos en este momento y no se nos presentó una situación por la cual evaluemos cambiarla. En cuanto a los tiempos, ya con Tito Vázquez pusimos en práctica esta política, cuando dejó de ser capitán luego de haber alcanzado incluso la final de la Copa Davis en el 2011.

- Fulco comentó que el suyo fue un proceso de aprendizaje al frente del equipo, y que deja la función en el momento en que comenzaba a sentirse mejor preparada para el cargo. Su explicación tiene lógica. ¿Cómo la analiza usted?
- Experiencia siempre se suma con el tiempo y, si es por eso, no habría cambios nunca, en ningún puesto.

- ¿Cree que la nueva capitana deberá "comenzar de cero"?
- ¿Y qué es empezar de cero para un capitán o una capitana? Yo no creo que una capitana como Fulco, con toda su experiencia y trayectoria, haya empezado de cero. Es relativo como concepto.

- ¿Cree que el manejo de la situación fue el correcto? ¿O cree que podrían haber hecho algo mejor?
- La decisión no era un misterio para nadie porque esta política no es nueva, pero sí creo que podríamos haberle comunicado la decisión final con anterioridad. En ese sentido hacemos una autocrítica.

- ¿Con cuántos candidatos han hablado para la posición de capitán o capitana de Fed Cup?
- Todavía no comenzamos las conversaciones.

- ¿De uno a diez, cómo valoraría el trabajo de Fulco al frente del equipo, y por qué?
- No soy de hacer este tipo de evaluaciones numéricas. Prefiero decir que su trabajo fue bueno, estamos conformes. La valoración final del trabajo queda puertas adentro.

- ¿Qué perfil de capitán están buscando? ¿Qué desean de esta persona?
- El tenis femenino necesita profundizar su desarrollo y queremos alguien que se vincule dentro de lo posible con ese aspecto, que vaya a los torneos de menores y que colabore con las políticas que en este sentido llevamos adelante con el área que lidera Tito Vázquez, con especial atención a los Women's Circuit, los torneos de Inserción, en fin, un seguimiento de toda la plataforma del tenis argentino femenino.

- Teniendo en cuenta el criterio de los 3 años como máximo al frente de un equipo, ¿Martín Jaite inevitablemente dejará la capitanía de Copa Davis cuando se cumplan los 3 años?
-Tenemos una política que es para todos. Por el momento no vemos por qué cambiarla, pero cada caso se evalúa en forma particular y por ahora no consideramos que sea el momento de hacerlo.

- Finalmente: ¿la presencia de Del Potro está absolutamente descartada para semifinales y potencial final de Copa Davis 2013? ¿O de parte de la AAT hay una comunicación fluida con el jugador para saber si hay cambio en sus planes?
- Es un tema que ya se habló demasiado y no hay cambios al respecto. Del Potro tomó una decisión que no compartimos, pero que respetamos. Tiene las puertas abiertas.

- ¿Le gustaría que Del Potro cambiara su postura?
- Por supuesto, pero no se lo pedimos. Insisto, respetamos sus decisiones.

- ¿Cree que lo hecho por Argentina hasta aquí en Copa Davis 2013 tiene más valor por haberlo logrado sin Del Potro en el equipo?
- No vinculamos la evaluación a Del Potro. Lo que hizo el equipo es bueno por sí mismo.

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