MÉXICO -- En cerrado partido de la Ronda Divisional, los Denver Broncos superaron a los Pittsburgh Steelers para ganar el derecho de disputar el pasaje al Super Bowl 50 la semana entrante en el Juego de Campeonato de la AFC. Así sucedieron las cosas: Lo que significa la victoria para los Broncos. Por segunda ocasión en tres años, los Broncos regresan al partido que significa la consecución del Trofeo Lamar Hunt, y con ello, el boleto al Super Bowl en representación de la Conferencia Americana. También, por segunda ocasión en tres años, tendrán como oponente a los New England Patriots, a quienes recibirán en Mile High. El triunfo debe ser especialmente dulce para un Peyton Manning que había perdido la titularidad del equipo ante Brock Osweiler, inicialmente por lesión en el pie.

Lo que significa la derrota para los Steelers. Final digno a una temporada de hospital. Le'Veon Bell, Ben Roethlisberger, Antonio Brown, DeAngelo Williams. Pittsburgh debió sortear la mayor parte de su campaña sin alguno de sus jugadores más talentosos, y por momentos, se juntaron las ausencias, como este domingo. Sí, es cierto que los Steelers siempre estuvieron en el partido, pero si somos realistas, era difícil esperar algo más de lo que ya hicieron con una plantilla tan perjudicada por lesiones con elementos tan importantes. Es momento de levantar la frente, trabajar en la rehabilitación, y prepararse para el siguiente año con la satisfacción del deber cumplido.

La jugada del partido. El balón suelto de Fitzgerald Toussaint terminó por inclinar la balanza en favor de Denver. Con 10 minutos por jugar, el corredor reserva de los Steelers --jugando gracias a las ausencias de Bell y Williams-- perdió el balón luego de una jugada estelar del esquinero Bradley Roby, quien zafó el ovoide de un puñetazo cerca de la línea lateral. DeMarcus Ware recuperó el ovoide para poner fin a un avance de los Steelers que ya había alcanzado la yarda 34 de Denver, marcando el inicio de la posesión del fin para el cotejo. Manning conduciría a los Broncos 65 yardas en 13 jugadas para conseguir su único touchdown del encuentro, uno que --junto a la conversión de 2 puntos-- terminó bastando para asegurar el triunfo.

El jugador del partido. Ware. El ala defensiva estelar no solamente recuperó el balón suelto provocado por Roby que preparó los puntos definitivos, sino también capturó a Roethlisberger en el avance subsecuente, en cuarta oportunidad y 5 por avanzar, para ponerle el enorme moño rojo al producto terminado: un viaje histórico para Gary Kubiak al Juego de Campeonato de la AFC en su primer intento al frente de los Broncos.

La estadística del partido. Uno. Se trata del número de touchdowns anotados por Denver en el encuentro. Kubiak despertó la polémica en Denver hace semanas cuando anunció que el mariscal de campo Brock Osweiler era el titular definitivo del equipo, sugiriendo que Manning --lesionado o no--estaba condenado a la banca por el resto de la campaña y anunciando una inminente salida de la franquicia. Después, Manning entró de relevo por Osweiler para salvar un juego de la Semana 17 ante los San Diego Chargers, y para la postemporada, Kubiak levantó algunas cejas al --aparentemente-- dar marcha atrás y volver con Manning en los controles. El futuro miembro del Salón de la Fama tuvo un buen partido a secas, víctima de un número alto de pases dejados caer por sus compañeros. ¿Bastará este tipo de producción ofensiva para ganar el Juego de Campeonato de la AFC? Me parece que no.

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El equipo N° 2 de la nación, Alabama, cerró de manera soberbia un encuentro que se vivió extraordinariamente cerrado durante los tres primeros periodos para derrotar al equipo que llegaba ranqueado como el mejor del país, Clemson en el N° 1, y adjudicarse su decimosexto campeonato nacional en la historia del programa.

Lo que significa la victoria para Alabama. Dinastía. Cuatro campeonatos nacionales en un espacio de siete años se dice fácil, pero es una hazaña increíble. Nick Saban sigue siendo una figura odiada para LSU --a quienes también llevó a conseguir un título nacional-- y los Miami Dolphins, pero es imposible negar que estamos ante el mejor entrenador en jefe colegial del momento. El programa de Alabama tiene una habilidad sin paralelo para seguir recargándose de talento año con año, sin importar a cuántos jugadores pierda ante el draft, y el Crimson Tide no deja de estar entre los favoritos.

Lo que significa la derrota para Clemson. Falta trabajo por hacer. Dabo Swinney es uno de los entrenadores en jefe más brillantes de la NCAA y su labor a la hora de recluta ha sido magistral en años recientes; sólo basta mirar las plantillas de la NFL para darse cuenta de ello. Clemson por fin pudo coronarse en la ACC esta temporada después de algunos años de quedarse en la orilla. Los Tigers fueron más que competitivos durante tres periodos, pero los partidos de fútbol americano duran cuatro, y el primer juego en toda la temporada en que Clemson estuvo en desventaja en el cuarto final probó ser demasiado para sobreponerse.

La estadística del partido. Clemson entró al encuentro con una racha de 51 partidos consecutivos ganados cuando se encontraban al frente en el cuarto periodo. Esta noche, los Tigers se encontraban arriba por 24-21 pero ni siquiera con la mencionada racha a cuestas, existió la sensación de que el resultado pudiera estar amarrado. El Tide se despachó con 24 puntos en los últimos 15 minutos para cerrar a tambor batiente un encuentro que comenzó así de acelerado.

Derrick Henry
Getty ImagesHenry anotó tres touchdowns en la victoria.

El jugador del partido. Derrick Henry. El ganador del Trofeo Heisman corrió para 158 yardas en 36 acarreos, una tarea titánica, anotando tres touchdowns. Henry fue contenido por momentos, especialmente porque Clemson hizo un excelente trabajo a lo largo de buena parte del partido de penetrar los huecos a lo largo de la línea ofensiva mediante la gran rapidez de sus defensivos, pero contener no es lo mismo que frenar y Henry finalmente pudo más que sus rivales, como había sido a lo largo de casi toda la campaña.

Los equipos "especiales". Saban mostró muchas agallas al ordenar una patada corta en el cuarto periodo, justo después de que Alabama había empatado el marcador momentáneamente a 24 puntos. El lanzamiento de dados rindió frutos y el Tide recobró la posesión en medio campo luego de que los Tigers se dejaran sorprender por la maniobra. Alabama cobró de inmediato con pase de anotación de 51 yardas de Jake Coker a O.J. Howard para poner a Clemson abajo en el marcador durante el periodo final por primera vez en toda la campaña, y fue notorio cómo cambio el momento del juego en ese instante. Minutos más tarde, 'Bama respondió a un gol de campo de Clemson con regreso de patada de salida para touchdown de 95 yardas de Kenyon Drake, lo que se pareció un golpe más o menos definitivo pese a que todavía faltaba la mitad del cuarto. Los equipos especiales fueron la única faceta del encuentro en donde un equipo se llevó de calle al otro.

El héroe anónimo. Howard. El receptor atrapó cinco envíos para 208 yardas y anotó los únicos dos touchdowns del juego que no fueron obra de Henry. Calvin Ridley es el jugador explosivo de jugadas grandes en la ofensiva aérea de Alabama, pero Howard demostró un nivel de confiabilidad crítico para Coker, quien no dudó a recurrir a él en momentos decisivos.

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MÉXICO -- Los Green Bay Packers completaron una jornada redonda para los visitantes en la Ronda de Comodines, venciendo en el FedEx Field a los Washington Redskins para avanzar a la instancia Divisional en la Conferencia Americana:

Lo que significa el triunfo para los Packers: Redención. Ningún equipo de la NFC entró con tantas dudas a la postemporada como Green Bay, luego de caer en sus últimos dos compromisos de la temporada regular ante cuadros de playoffs: Arizona Cardinals y Minnesota Vikings. El comienzo flojo de los Packers invitó a pensar que podríamos ver más de lo mismo ante unos Redskins que se pusieron arriba 11-0 sin muchas dificultades. Sin embargo, Aaron Rodgers encontró su ritmo en la segunda mitad, la línea ofensiva mejoró su desempeño, y el ataque terrestre reapareció en el mejor momento. Se trata de un equipo de Green Bay muy distinto al que vimos por largos periodos de la campaña regular.

Lo que significa la derrota para los Redskins: La campanada de media noche. Sí, Washington se coronó en la NFC Este por primera vez desde el 2012, pero eso quizás tuvo que ver más con el paupérrimo nivel de sus rivales: New York Giants, Philadelphia Eagles y Dallas Cowboys, que con un progreso mayúsculo. No vamos a negar que los Redskins son mejores este año de lo que fueron el año pasado, y no vamos a negar que Kirk Cousins se ha ganado con contundencia el puesto de mariscal de campo titular para el futuro, pero todavía hay camino por recorrer, lo que quedó de manifiesto ante un equipo de los Packers que no ha faltado a la postemporada desde el 2008.

El partido cambió cuando: Green Bay puso en marcha a su juego terrestre a finales del tercer periodo. Los Redskins acababan de anotar touchdown que les dio ventaja por la mínima, 18-17, cuando los Packers decidieron poner el juego en manos de Eddie Lacy y James Starks comenzando con una cuarta oportunidad y 1 en la que Lacy acumuló 11. Starks puntualizó el avance de 11 jugadas con touchdown de 4 yardas, y después de un tres y fuera de Washington, Green Bay hiló una serie de 10 jugadas que fue estelarizada por Starks pero puntualizada por Lacy con otro touchdown que abrió la brecha a 32-18 a favor de los visitantes. Green Bay consiguió sumar todavía un gol de campo más tarde, para poner números definitivos, pero es claro que el control de balón y reloj ejercido por el juego terrestre de los Packers le sacó el aire a los Redskins, golpe del cual ya no se pudieron levantar.

La estadística del partido: Una. Fue el número de veces en que los Redskins capturaron a Rodgers. La protección de pase fue la mayor interrogante para Green Bay de cara a la postemporada, luego de permitir cinco capturas ante los Vikings y nueve ante los Cardinals, para cerrar la campaña. Rodgers se vio presionado por momentos, pero la mejoría al frente fue notable. Ante Arizona la semana entrante, Green Bay tendrá la oportunidad de comprobar que este avance no es ningún espejismo ante un rival ante el cual fue masacrado recientemente.

El jugador del partido: Clay Matthews. Defensivamente, hizo de todo nuevamente para los Packers. El versátil apoyador se mostró muy activo atacando a Cousins, frenando la carrera y ejecutando coberturas de pase. Matthews terminó con cuatro derribos, 1.5 capturas, tres golpes sobre el mariscal de campo, y forzó un balón suelto. No se le puede pedir mucho más al líder más visible de la unidad defensiva.

Lo curioso: Parece claro que los días de Robert Griffin III están contados en Washington. En los momentos finales del cuarto periodo, cuando ya estaba todo decidido, se le vio al ex recluta N° 2 global del draft, por quienes los Redskins pagaron una fortuna en selecciones de draft, despidiéndose del personal de la banca de su equipo. La pregunta ahora parece ser si saldrá por la vía del canje, a cambio de algún pago, o será simplemente cortado en caso de no encontrar un socio idóneo para el traspaso.

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MÉXICO -- Los Cincinnati Bengals dejaron escapar su mejor oportunidad de conseguir un triunfo de postemporada en la era Marvin Lewis, ante sus rivales divisionales Pittsburgh Steelers:

Lo que significa la derrota para los Bengals: Nada cambia en Cincinnati. Después de 13 temporadas como entrenador en jefe, Marvin Lewis por sigue sin ganar su primer partido de postemporada al frente de los Bengals. Esta vez, fue más sufrido que de costumbre. Los Bengals se vieron blanqueados por los primeros tres periodos, antes de anotar 16 puntos en el cuarto final para ponerse en posición idónea para llevarse un triunfo, antes de que los Steelers sacaran el juego con gol de campo de último segundo.

Lo que significa la victoria para los Steelers: Antes del inicio de la postemporada, no fueron pocos los que señalaron a Pittsburgh como un posible caballo negro. Sin ninguno de sus dos mejores corredores, los Steelers superaron las 100 yardas terrestres entre los reservas Jordan Todman y Fitzgerald Toussaint y la defensiva limitó a los Bengals a dos primeros intentos en todo el primer medio, junto con 56 yardas totales. Incluso con un Ben Roethlisberger visiblemente diezmado tras una lesión de hombro que lo sacó del partido temporalmente en el cierre del juego, los Steelers pudieron armar la serie de la remontada al final, signo inequívoco de que estamos ante un equipo que sabe ganar, independientemente del tipo de adversidad que enfrenta.

La estadística del partido: Tres, los balones sueltos perdidos de los cinco que sufrió Cincinnati. AJ McCarron, iniciando en lugar de Andy Dalton, dejó caer el ovoide en tres ocasiones, perdiendo uno. Los corredores de los Bengals, Giovani Bernard y Jeremy Hill, contribuyeron cada uno con otro balón suelto perdido. Ninguno más costoso que el de Hill.

La jugada del partido: Los Bengals recuperaron la posesión del balón en la yarda 26 de Pittsburgh con 1:36 por jugarse, arriba por 1 punto. Parecía cuestión de trámite simplemente entregar el ovoide en tres oportunidades a sus corredores, exprimir el reloj de juego, y anotar un corto gol de campo que estirara la ventaja a 4 puntos, obligando a los Steelers a un touchdown improbable para avanzar a la siguiente ronda. Hill dejó caer el ovoide y Roethlisberger condujo a los Steelers todo el camino, ayudados por una penalidad de Adam 'Pacman' Jones que acercó 15 yardas más a Chris Boswell --justo después de un golpe a la cabeza a Antonio Brown que ya había regalado 15 yardas previamente-- para que hiciera avanzar a Pittsburgh con una patada de 35 yardas.

El jugador del partido: Roethlisberger. ¿Qué tan importante es el mariscal de campo de los Steelers que, incluso en su estado tras salir dos veces del juego por lesión y perderse una buena parte del cuarto periodo, Pittsburgh decidió mantenerse con él en la serie decisiva. Roethlisberger completó 18 de 31 envíos para 229 yardas con un touchdown sin intercepciones, pero lo que él puso para sacar el partido no aparece en los renglones estadísticos del cotejo.

Para el recuerdo: La atrapada de anotación de Martavis Bryant quedará grabada en la memoria de quienes vimos este partido como, quizás, la más acrobática en la historia. El receptor abierto logró quedarse con el ovoide a una mano, por debajo de las piernas, mientras daba una pirueta en la parte final de las diagonales. No imagino ver algo similar en mucho, mucho tiempo.

Para el olvido: Una cosa es la rivalidad deportiva y otra es la falta de clase. Sí, los ánimos estuvieron calientes todo el encuentro entre jugadores de ambos bandos, incluso algunos asistentes y personal de las bancas, pero no hay modo en que se pueda justificar a los subnormales que tiraron cosas a Roethlisberger mientras era sacado del terreno de juego para ser revisado con rayos-X en un carrito de asistencias médicas.

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MÉXICO -- Los Indianapolis Colts enfrentan una dura aduana de domingo por la noche de visita ante los Pittsburgh Steelers durante esta Semana 13.

Aquí están las tres tramas a seguir:

La magia de Matt. Con Matt Hasselbeck en los controles como mariscal de campo titular, los Colts no han perdido. La explicación es relativamente sencilla. Hasselbeck entiende su lugar en el equipo. Sabe que es el suplente de Andrew Luck, y que no tiene con qué pelearle el puesto. Sabe que su trabajo es salir y jugar dentro de sus propios límites, mover a la ofensiva, limitar los errores. Entiende que no debe cargar con el equipo semana a semana, ni lanzar para 400 yardas y cuatro pases de touchdown todos los días. Su experiencia le permite comprender cómo dejar que el juego llegue a él.

Luck, en cambio, juega con otro tipo de presión. La franquicia, los entrenadores, los compañeros de equipo y los aficionados sí esperan que lance 400 yardas y cuatro pases de touchdown todos los días, que se eche el equipo a los hombros en cada salida. Las declaraciones del entrenador en jefe Chuck Pagano de la primera mitad de la temporada en el sentido de que Luck, "debía estar acostumbrado a jugar sin bloqueo, porque así lo ha hecho siempre", evidencian cuán pesada es la losa que esperan en Indy cargue semana a semana el mariscal de campo franquicia.

Esta semana, ante los Steelers, Hasselbeck nuevamente tomará los controles mientras Luck se sigue recuperando de una letanía de lesiones, producto de la presión de tener que hacerlo todo detrás de una línea ofensiva que proteger casi nada. Hasselbeck es un pasador muy inteligente, pero desde luego tiene sus limitaciones en el aspecto físico. Ganar este partido de gira mantiene a Indy en el puesto de favorito para quedarse con la AFC Sur, pero sucumbir podría significar perder terreno ante los Houston Texans en la carrera divisional.

Comodines en juego. En caso de que los Colts pierdan la carrera divisional, quizás todavía se puedan mantener en la pelea por un pasaje de temporada en calidad de comodín, mismo boleto al que aspiran los Steelers en una AFC Norte que ha sido dominada por los Cincinnati Bengals. Descartando la improbabilidad de un empate, Colts o Steelers dejarán de tener marca ganadora al término de este encuentro. Al término de la jornada, es posible que sólo queden cuatro equipos con marca ganadora en la AFC. La pelea por los boletos incluye a un montón de equipos, y no todos parecen muy merecedores de jugar playoffs. ¿Quién levanta la mano?

Controversia con Roethlisberger. El mariscal de campo de los Steelers dijo en la semana no haber sufrido conmoción, luego de salir en los instantes finales del duelo ante los Seattle Seahawks en la jornada previa tras sufrir un golpe en la cabeza. Se trató de una "migraña ocular" de acuerdo al pasador. Momentos más tarde, el mismo día, el entrenador en jefe Mike Tomlin salió a decir que sí se trataba de una conmoción, y que su mariscal de campo estaría sujeto al protocolo de conmociones. Roethlisberger aprobó satisfactoriamente todas las pruebas que manda la liga para el caso de lesiones a la cabeza, y será titular ante Indianapolis. Sin embargo, no deja de llamar la atención este episodio en una franquicia en la que rara vez surgen este tipo de polémicas entre lo que dicen los jugadores y la versión oficial del club. ¿Se trata de un simple error de comunicación, o es evidencia de un problema más grave entre Tomlin y su jugador más importante?

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MÉXICO -- El barco ha partido para los dos equipos de la AFC Norte que protagonizan el "Monday Night Football" de la Semana 12, si es que nos basamos únicamente en la postemporada que viene. Pero la vida seguirá para Baltimore Ravens y Cleveland Browns, y nunca es demasiado temprano para prepararse con miras a la siguiente temporada, buscando evitar en el 2016 las vergüenzas que han pasado en el 2015.

Aquí hay tres tramas a seguir en la visita de los Ravens (3-7) a los Browns (2-8):

¿El "show" debe continuar? Johnny Manziel fue designado mariscal de campo titular para lo que restaba de la temporada por los Browns, comenzando por el duelo de este lunes. Horas más tarde, fue degradado a tercero en el orden luego de que se revelaran más fotos y videos del ex ganador del Trofeo Heisman en una fiesta en Austin, Texas, y que trascendiera que había mentido a la organización respecto a cuándo había sucedido el evento.

Johnny Manziel
AP PhotoCleveland no puede confiar en 'Johnny Football'

Seamos honestos: no se le puede, ni se le debe, prohibir a Manziel socializar cuando se trata de su vida fuera de los emparrillados. El problema grave que existe aquí es lo concerniente a la confiabilidad que puede tener el club en la palabra del jugador. En innumerables ocasiones, Manziel ha prometido que cambiará su estilo de vida --el cual, insisto, no sería razón suficiente para marginarlo si es que no interfiriera con su desempeño, como sucede con tantos otros jugadores--, pero no solamente ha faltado a esa promesa, sino que mentir descaradamente para tratar de encubrir tus acciones habla de una falta de responsabilidad que el club no puede tolerar.

Para enfrentar a Baltimore, Cleveland regresará a Josh McCown, un pasador que no los llevará a ningún sitio ni este año ni en el siguiente. Esa es la verdad. Lo que le resta a los Browns es decidir si le brindarán a Manziel la oportunidad de ganarse minutos de juego de aquí a que reste el año, o simplemente ha sido descartado por lo que resta de la campaña. Manziel ya no está peleando por el puesto titular de los Browns, sino por su carrera de NFL. Si es cortado por Cleveland, le costará mucho trabajo recibir una oportunidad en otro club. Es una lástima para un jugador que sí demostró cosas interesantes en los pocos minutos que estuvo sobre el campo este año.

Alarmante falta de talento. Concedido, los Ravens han sido uno de los equipos más afectados por lesiones. La lista de titulares establecidos, líderes, que vieron cortada su campaña por lesiones es larga: Terrell Suggs, Steve Smith, Joe Flacco, Justin Forsett... El problema grave en Baltimore, sin embargo, es la diferencia abismal que existe entre esos que ya no pueden jugar y los que están alineando en su lugar.

Por si fuera poco, hay varios jugadores jóvenes que han tardado en tener impacto significativo en el equipo. Baltimore solía tener una plantilla tan profunda que podía darse el lujo de reclutar y guardar, permitiendo a los jóvenes incorporarse poco a poco a la alineación titular después de aprender de tutores como Ray Lewis, Ed Reed, Anquan Boldin, Haloti Ngata y otros. Esos tiempos se han acabado. Su recluta de primera ronda Breshaud Perriman no jugó ni jugará en el 2015, y el novato de segunda vuelta Maxx Williams ha aportado menos de lo esperado. Probablemente, el apoyador C.J. Mosley es el único recluta de ronda alta de impacto inmediato, un estelar genuino, que ha sumado Baltimore en los últimos tres años.

Muéstrenme las manos. Kamar Aiken, Marlon Brown, Kaelin Clay, Chris Givens, Chuck Jacobs y Jeremy Butler por un lado. Brian Hartline, Travis Benjamin, Taylor Gabriel, Dwayne Bowe, Marlon Moore, y Andrew Hawkins por el otro. La falta de talento en el grupo de receptores abiertos en ambas plantillas es verdaderamente alarmante. No existe un sólo nombre entre los 12 de arriba que brinde suficiente optimismo de poder llegar a ser un genuino receptor N° 1 en esta liga. Se trata de únicamente de adquisiciones decepcionantes (Bowe, Hawkins), jugadores de rol (Hartline, Benjamin), y desechos de otros equipos (Givens), en el mejor de los casos.

El problema se agudiza considerando las carencias que hay en ambos backfields. Baltimore es el equipo N° 27 de la NFL por tierra. Sin Forsett, ese ranking empeorará de aquí al término del año. Cleveland es el N° 32. Ellos ya no pueden caer más. El punto es que ninguno de estos dos equipos ofrece a las defensivas rivales algo de qué preocuparse. No existe un juego terrestre que obligue a los profundos a acercarse a la línea de golpeo y permita a los receptores encontrar espacios en la secundaria, ni tampoco existe suficiente calidad en los receptores para que las defensivas de los contrincantes deban sacrificar linieros y apoyadores en coberturas de pase.

Para muchos de estos jugadores ofensivos, los cinco partidos restantes, empezando por el de hoy en la noche, constituyen parte de una audición para ver si vale la pena para sus respectivas organizaciones retenerlos de cara a la siguiente campaña.

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MÉXICO -- A principio del año, muchos marcamos en nuestro calendario la Semana 12. Después de todo, se trataba de una nueva oportunidad para ver en acción a los que han sido, por mucho, los dos mejores jugadores de su generación, independientemente de la posición; Tom Brady y Peyton Manning.

Lastimosamente, Manning no estará presente para disputar la edición N° 17 del Brady-Manning Bowl --incluyendo postemporada--, cuando los New England Patriots visiten a los Denver Broncos por la noche. Sin embargo, eso no significa que el partido esté desprovisto de tramas a seguir, de las cuales mencionamos tres:

El sucesor. Brock Osweiler iniciará por segunda ocasión en su carrera, en lugar de Manning. La inexperiencia constituye una obvia desventaja en la posición de mariscal de campo para Denver, sobre todo, si se considera quién es el rival que tendrán enfrente: Bill Belichick. No obstante, Osweiler no lo hizo mal en su primera salida como titular en lugar de Manning, la semana pasada, y la única manera de probar sus cualidades reales es retar a los mejores. En este caso, los mejores en la AFC son los invictos Patriots.

Los ausentes. En New England, las lesiones se siguen acumulando, particularmente en la posición de receptor abierto. Este domingo, la ofensiva estará sin Aaron Dobson, quien aterrizó en la lista de reservas lesionados. Por si fuera poco, al que realmente van a extrañar es a Danny Amendola, desactivado a causa de una lesión en la rodilla. Todo indica que ante la falta de Amendola y Julian Edelman, lo lógico sería suponer que los Patriots intentarán correr más el ovoide pero es peligroso hacer suposiciones cuando se trata de New England. Veremos cuál es el plan de juego de hoy.

La siembra de la AFC. Los Patriots marcan con marca invicta de 10-0 y, siendo realistas, la visita a Denver es una de las aduanas más complicadas que restan en su calendario para lo que resta de la campaña. Si los Broncos no logran aprovechar las ausencias de los Pats, y su condición de localía, crecen exponencialmente las posibilidades de que New England culmine de manera invicta la temporada regular, con partidos ante Eagles, en Texans, ante Titans, en Jets y en Dolphins para cerrar la campaña.

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MÉXICO -- Los Philadelphia Eagles abren la Semana 12 de la NFL en su visita a los Detroit Lions, el primero de los tres encuentros de jueves que nos depara la celebración del Día de Acción de Gracias.

Por ahora, ninguno de los dos equipos estaría en posición de pelear la postemporada, pero un triunfo podría ser el trampolín necesario para cerrar con fuerza en la recta final y colarse a los playoffs.

Aquí están las tres tramas a seguir.

Kelly bajo fuego. Una cosa es clara: el sistema no lo es todo. Durante la temporada baja hablé sobre lo que me parecía una actitud soberbia de Chip Kelly, entrenador en jefe de los Eagles, de creer que un sistema --o lo que es peor, su sistema-- puede suplantar al talento de una plantilla. Claramente, no es así.

Mark Sanchez
AP PhotoSanchez es ahora el responsable de mover a Philly

Kelly pensó que podría desdeñar conceptos como tiempo de posesión, donde son últimos en la liga, y que su ataque acelerado "zone read option" sería suficiente eficiente por sí sólo, sin tomar en cuenta las piezas --jugadores-- específicas que lo conforman. Sam Bradford es un mariscal de campo hecho para lanzar, sí desde la formación escopeta en formaciones de receptores múltiples, pero no para ejecutar una "zone read option". Nadie en la liga considera a Bradford una amenaza por tierra. Nunca lo ha sido, y lo será menos después de dos cirugías reconstructivas de rodilla. La mejor cualidad de Bradford es su rápida lectura con un pronto desprendimiento rápido del ovoide. Obligarlo a amagar con poner el balón en manos del corredor antes de que pueda empezar a buscar objetivos sólo demora su desprendimiento del ovoide, y lo pone en condiciones de recibir más golpes.

Por si fuera poco, el mariscal de campo no ha sido la única víctima del sistema de Kelly. DeMarco Murray, líder corredor de la NFL el año pasado para los Dallas Cowboys, ha sufrido una suerte similar. Murray es un corredor grande y pesado, Obligarlo a iniciar sus acarreos lateralmente y suponer que puede plantar el pie para cortar campo arriba con fluidez es una utopía. Murray necesita arrancar de norte de sur desde el momento en que se centra el balón, ir generando momento, y atacar con agresividad a los defensivos que intentan derribarlo. El sistema terrestre de los Eagles funciona mejor, por esta misma razón, con Ryan Mathews, un corredor de otras características.

Bradford no estará en los controles, luego de sufrir una separación de hombro y conmoción cerebral hace un par de semanas, y su lugar será tomado por Mark Sanchez, quien podría estar mejor adaptado para lo que le conviene a Kelly en la posición. El año pasado, durante los partidos que jugó en sustitución de Nick Foles, Sanchez no lució mal en términos generales, acumulando una marca de 4-4 en sus ocho inicios. Sin embargo, la semana pasada, lanzó tres intercepciones iniciando en lugar de Bradford.

Kelly no va a cambiar su sistema por completo, pero es una necedad no hacer al menos algunos ajustes. Pases con engaño de carrera tradicionales con Sanchez desplazando el punto de desprendimiento podrían funcionar, sobre todo, si auxilian a un grupo de receptores de los Eagles con poco talento destacado a culminar sus rutas de pase. Veremos si hay alguna modificación en el esquema de Kelly.

Ameer Abdullah
AP PhotoEl impacto ofensivo de Abdullah ha sido mínimo

¿Dónde está Abdullah? Antes del inicio de la campaña, Ameer Abdullah parecía una buena apuesta entre los corredores novatos para concluir el año entre lo más destacado de los jugadores de primer año. Después de un gran partido de apertura de temporada en que brilló por vía terrestre, aérea y en equipos especiales, Abdullah se ha ido apagando. Por si fuera poco, los balones sueltos se han convertido en problema.

No sorprende que el recluta de segunda ronda haya perdido su lugar en la rotación del backfield de los Lions. Después del titular Joique Bell, es ahora Theo Riddick quien aparece como segunda opción, por delante del novato.

La defensiva de Philly está entre las cinco peores de la NFL por lo que respecta a frenar el ataque terrestre de los rivales. Veremos si Abudullah puede aprovechar la debilidad del oponente y salir de Ford Field con una buena exhibición.

Instinto de autopreservación. Kelly recibió una significativa ampliación a su potestad en la toma de decisión de personal cuando Howie Roseman fue sacado de su rol como gerente general de los Eagles a la conclusión de la temporada pasada, para convertirse en vicepresidente operativo del club, como resultado de una aparente lucha de ego entre ambos. Kelly fue el artífice detrás del canje Bradford-Foles, la llegada de los agentes libres Murray y Mathews, y la salida de veteranos queridos por la afición como Evan Mathis y Trent Cole, además de ser por primera vez la voz final en cuanto al sorteo universitario.

Fuera del apoyador Jordan Hicks, una joya de la tercera ronda, el draft de Philly ha producido muy poco, empezando por Nelson Agholor de la primera ronda. A eso hay que sumarle lo que ya dijimos arriba de Bradford y Murray.

En síntesis, el mandato de Kelly al frente de los Eagles ha sido una decepción, sobre el campo y desde el punto de vista gerencial. El propietario Jeffrey Lurie debió prever que Kelly podría tardar un poco en aclimatarse a sus nuevas responsabilidades. Mientras los Eagles se mantengan cerca del .500 --actualmente tiene registro de 4-6-- el empleo de Kelly parecería estar seguro por al menos una temporada más.

Sin embargo, los Eagles han perdido tres de los últimos cuatro, y después de los Lions, vienen duelos de visita ante los New Engand Patriots, recibiendo a Buffalo Bills, recibiendo a Arizona Cardinals, recibiendo a Washington Redskins y de visita ante los New York Giants. Si los Eagles ganan solamente uno o dos de los partidos que les restan, no me sorprendería que Lurie se decidiera por cortar vínculos con Kelly, devolver el poder de toma de decisiones de personal a Howeman, y emprender la búsqueda por otro entrenador en jefe.

La situación en Detroit es similar para el entrenador en jefe Jim Caldwell. Los Lions tienen marca de 3-7 un año después de calificar a los playoffs y pese al hecho de que cuentan con seis titulares ofensivos y uno defensivo que fueron reclutados por ellos mismos en primera ronda. Ante la muerte del propietario William Clay Ford, su viuda, Martha Firestone Ford asumió las riendas de la organización y de inmediato empezó a realizar cambios.

El presidente del equipo Tom Lewand y el gerente general Martin Mayhew fueron despedidos a principios del mes, y ese debe ser mensaje suficiente para el resto de la franquicia, sobre todo Caldwell, de que las cosas deben mejorar sí o sí. Mientras tanto, los Lions ya ganaron sus dos últimos partidos, y triunfar en cuatro de sus últimas seis salidas podría salvarle el pellejo al head coach.

Los rivales restantes después de Philly son en casa ante Green Bay Packers, de visita a los St. Louis Rams, de visita a los New Orleans Saints, en casa ante los San Francisco 49ers y de visita ante los Chicago Bears.

Ganar cinco o seis juegos podría significar meterse, de la manera más improbable, a la pelea por un pasaje de comodín.

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MÉXICO -- Una semana después de perder el paso perfecto en "Monday Night Football", gracias a una exhibición desastrosa ante los Houston Texans, los Cincinnati Bengals buscan recuperar el paso ganador ante unos encendidos Arizona Cardinals en el desierto.

Aquí hay tres puntos para seguir en el encuentro:

Dalton a la vista de todos. Luego de un comienzo de temporada donde fue considerado entre los candidatos a JMV, el mariscal de campo de los Bengals cayó de bruces en el escenario más grande en el que le ha tocado jugar en lo que va del año. Todos tienen derecho a un partido malo, pero el problema para Dalton es que siempre ha tropezado de mala forma en postemporada, y el partido del lunes fue un recordatorio de que le falta para dar ese paso al frente en su carrera. Una nueva jornada y un nuevo duelo en horario estelar le darán la oportunidad de romper con esa tendencia, o volverla a confirmar.

La etiqueta de favorito. Repentinamente, los Cardinals se han convertido en el sabor del mes para representar a la NFC en el Super Bowl. El duelo contra Cincinnati, si es que los Bengals no salen tan planos como en la jornada previa, será una buena aduana. En lo que va de la temporada, Arizona no ha vencido a un sólo equipo que tenga marca ganadora actualmente. Desde luego, eso no es culpa de los Cardinals, quienes han derrotado a casi todos a los que les han puesto al frente, pero el único partido que han jugado ante un equipo ganador, resultó en derrota ante los Pittsburgh Steelers. La parte final de la temporada, con varios duelos ante equipos sólidos, será la verdadera medida para conocer las aspiraciones reales de Arizona, un cuadro que cayó estrepitosamente el año pasado en el último tramo.

Poder contra poder. Ninguna categoría ofrece un mayor contraste para los protagonistas de este choque que la de puntos anotados. Arizona es segundo en la NFL, con 33.6 puntos anotados por encuentros (apenas .1 por debajo de los líderes de la liga, New England Patriots), mientras que Cincinnati lidera a la liga del otro lado de la moneda, permitiendo únicamente 16.9 puntos por duelo. Del otro lado del espejo, el contraste también es significativo, aunque menor. Los Cardinals son la franquicia N° 11 de la liga admitiendo 20.6 puntos por juego, mientras que los Bengals se colocan ofensivamente en el N° 5, con 26.1 puntos anotados por partido.

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MÉXICO -- Con la supremacía de la NFC Oeste en juego, los Arizona Cardinals visitan a los Seattle Seahawks buscando evitar la barrida que sufrieron el año pasado que a la postre les costó el título divisional.

A evitar el Déjà vu. El año pasado, los Cardinals se encontraban con marca de 9-1 y en pleno control de la Conferencia Nacional, antes de visitar CenturyLink Field. Arizona cayó ante Seattle por marcador de 19-3, y empezó el fin para la campaña de los Cards. Contando ese descalabro, Arizona perdió cuatro de los últimos seis partidos de la campaña regular, incluyendo la visita recíproca de los Seahawks a Glendale, y dejaron escapar todo momento de cara a la postemporada, donde les tocó visitar a los Carolina Panthers --campeones divisionales de la NFC Sur pese a tener una marca perdedora de 7-8-1-- donde sucumbieron por 27-16.

El primer paso para evitar una repetición de lo acontecido el año pasado es ganar en Seattle. Se dice fácil, pero los Cardinals saben de primera mano lo que podría significar una derrota.

Cambios entre los Seahawks. Seattle activó al receptor abierto Paul Richardson a su plantilla activa, y envío --como era de esperarse-- a Ricardo Lockette a la lista de reservas lesionados. Richardson no contribuye de la misma manera que Lockette en equipos especiales, pero tiene mayor talento a la hora de jugar para la ofensiva. Otro cambio será el regreso del centro Patrick Lewis al puesto titular, después de perderse los últimos dos encuentros por lesiones de tobillo y rodilla. Drew Nowak no ha dado el ancho y volver a conectar con Lewis podría ser un paso en la dirección correcta para arreglar los problemas de línea ofensiva de Seattle.

Marshawn Lynch
Getty Images¿Cuán disminuido se verá Lynch por la lesión sufrida el jueves?

Sin embargo, la mayor sorpresa puede ocurrir en el backfield. Marshawn Lynch no entrenó el viernes por una lesión abdominal, y apareció listado como en duda para el encuentro en el reporte de lesionados. Pete Carroll expresó ante los medios que esperaba contar con Lynch el domingo. No obstante, podríamos ver a un #BeastMode disminuido, y eso significará que habría más oportunidades para los suplentes Fred Jackson y Thomas Rawls.

¿Puede responder Carson Palmer? Arizona se quedó con la espinita clavada el año pasado, de que de haber podido contar con su mariscal de campo titular por la totalidad de la temporada, los resultados hubieran sido distintos en la recta final. Palmer no participó en ninguno de los enfrenamientos del año pasado, luego de quedar marginado por lesión a la rodilla. Drew Stanton primero, y Ryan Lindley después, hicieron lo que pudieron en los controles de Arizona, pero el club claramente sufrió una decaída de talento sin Palmer.

No obstante, de ahí a aseverar que Palmer es una garantía para partidos grandes... tampoco. En su duodécima temporada, y tras dos apariciones en el Pro Bowl, seguimos esperando que Palmer gane un partido de postemporada. Es más, sólo ha participado en dos en toda su carrera, ambas derrotas, cuando jugaba para los Cincinnati Bengals. Hay casos en los que un mariscal de campo con números decentes pasa tan desapercibido, que no recibe las críticas que injustamente le tocan a otros que hacen mucho más.

Por si fuera poco, la última vez que Palmer jugó para los Cardinals ante Seahawks en Seattle, lanzó cuatro pases de intercepción --y con todo y eso, Arizona logró ganar ese juego del 2013--. Si es cierto que los Cards están listos para dar el salto de calidad y convertirse en contendientes serios para postemporada, el camino empieza en CenturyLink Field. Y nadie está más obligado a levantar la mano para Arizona que Palmer.

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MÉXICO -- En una campaña en la que aparentemente los San Diego Chargers tienen toda clase de prisa por terminar de hacer las maletas para mudarse a Los Ángeles, todavía quedan asuntos pendientes.

El más importante es tratar de armar una campaña decorosa, en el que podría ser su último año antes de regresar a la ciudad donde jugaron por primera vez. Esta semana, reciben en Qualcomm Stadium al equipo con el que --si los planes salen de acuerdo a lo proyectado-- podrían compartir casa en Los Ángeles el año siguiente, los Oakland Raiders.

Aquí están las tramas a seguir en el encuentro de la AFC Oeste:

Melvin Gordon
Getty Images¿Cuánto más hay que esperar para ver a Gordon en las diagonales?

Rachas en juego. Los Chargers vienen de perder dos partidos consecutivos. Los Raiders también. San Diego cayó en casa ante los Pittsburgh Steelers y de visita ante los Green Bay Packers en las últimas dos jornadas, ambos partidos muy cerrados. Oakland tropezó de visita ante los Chicago Bears y en casa ante los Denver Broncos, también juegos muy cerrados, antes de tomarse libre la jornada previa. Los Broncos se escapan con la división, aunque por el modo en que se ha visto su ofensiva, más de uno cree que sólo es cuestión de tiempo para que ocurra una implosión. Eso mantiene a los Chargers y Raiders con posibilidades de playoffs todavía, contando también con que ambos cuadros lucen mejor que el desastre en que se han convertido los Kansas City Chiefs. Si alguno de estos dos aspira a trascender en esta campaña, el camino empieza este domingo, evitando una tercera derrota consecutiva.

Yardas por montón. Los Chargers pueden presumir ser la ofensiva N° 1 de la NFL. Nadie consigue más yardas por partido que las 433 que promedia San Diego. Lastimosamente para ellos, los partidos no se ganan con yardas, sino con puntos, y los Bolts aparecen en el sitio N° 15 de la liga en ese rubro, con 22.7. Lo peor del asunto es que son la defensiva N° 26 de la NFL admitiendo 26.8 puntos por partido. No existe ninguna estadística más engañosa y superflua que el registro de yardas totales, y es momento de que los Chargers le den un mayor respaldo a ese total con puntos. Enfrente, tendrán a una defensiva que permite 24.8 puntos por duelo.

¿Se puede confiar en los corredores? Los Raiders confiaron lo suficiente en lo mostrado por Latavius Murray el año pasado como para brindarle todas las oportunidades de ganarse la titularidad. Al momento, ha quedado a deber. Murray lleva apenas 336 yardas en 80 acarreos, con dos touchdowns. En todo el año pasado, llevó el ovoide 82 veces para 424 yardas con cuatro touchdowns. El incremento en su carga de trabajo no le ha venido muy bien. El caso de Melvin Gordon con los Chargers es más dramático. El novato de primera ronda acumula 299 yardas sin touchdowns en 79 acarreos. San Diego no confía en él en situaciones de pase y, por si fuera poco, ha soltado en balón cuatro veces, perdiendo la posesión en tres ocasiones. La seguridad del ovoide era uno de sus puntos fuertes como colegial en Wisconsin. La lupa estará posada sobre ambos este domingo para ver quién responde mejor ante la adversidad que enfrenta.

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