La primera convocatoria de Diego Cocca como técnico de la Selección Mexicana de Futbol tuvo todo, menos la cacareada “renovación”.
20 futbolistas de los 26 que asistieron a Qatar y que firmaron la peor actuación de un representativo nacional en Copa del Mundo en más de 40 años, aparecen en la lista del entrenador argentino.
Y llama la atención que veteranos como Guillermo Ochoa (37 años), Raúl Jiménez (31) y Héctor Moreno (35) sean las caras que encabezan a un equipo que pretende un cambio rumbo a la justa en 2026 que se celebrará en casa, Estados Unidos y Canadá.
¿Para qué viene Ochoa a los partidos ante Surinam y Jamaica de la Nations League? ¿Acaso no es momento de probar a Carlos Acevedo en esos compromisos que no revisten riesgo alguno e irlo fogueando como guardameta tricolor?
¿Y Raúl Jiménez? Tampoco tiene sentido su llamado. En el Wolverhampton perdió peso hace mucho tiempo y para nadie es un secreto que jamás retomó —ni lo hará— el nivel que tuvo antes de la conmoción cerebral que sufrió.
Santiago Giménez, en el Feyenoord, y Henry Martín, en el América, pasan por grandes momentos y están finos de cara al arco. Juega con ellos, ponlos a competir, apuesta a que de ahí saldrá el centro delantero titular o hasta ambos podrían serlo. Sin embargo, Cocca llamó a Jiménez y es evidente que vendrá para jugar.
Finalmente lo de Héctor Moreno. Cierto que no abundan los centrales zurdos, pero no es argumento suficiente para llamar al jugador de Monterrey, quien al igual que Paco Memo y Raul ya cumplió su ciclo en la Selección Nacional.
Viene Johan Vásquez, desdeñado por Gerardo Martino. Bueno, pues dale su lugar, empieza la nueva era con gente joven, renueva en verdad al equipo.
Futbolistas como Ochoa, Jiménez y Moreno tienen cinco, tres y cuatro mundiales a cuestas, respectivamente, y en dichos torneos no ha pasado absolutamente nada distinto a lo esperado desde hace más de 30 años en el balompié azteca, que es el famoso quinto partido.
Y si el fracaso mayúsculo en Qatar no es motivo suficiente para, ahora sí y definitivamente renovar al Tricolor, entonces, ¿cuándo?
En el caso de Memo se puede hablar y argumentar que ha sido figura de la Selección sobre todo en Brasil 2014 y Rusia 2018, y es una gran verdad, pero de eso a estar guardándole su lugar para 2026 con la intención de que a sus 41 años llegue a una sexta Copa del Mundo, es un exceso.
Lo de Jiménez y Moreno sencillamente no tiene razón de ser, su tiempo en Selección Nacional terminó y el técnico tendría que voltear a otro lado, pues hay jugadores en mejor nivel y momento que ambos.
Así las cosas, la primera lista de Cocca es ciertamente desesperanzadora, pues se inventó llamados como el de Roberto de la Rosa o José Antonio Rodríguez; omitió el de Víctor Guzmán; y además fue sumamente generoso al considerar a elementos como Diego Lainez o Sebastián Córdova, por citar solo dos casos.
De renovación no tiene nada la convocatoria y sí mucho de incongruencia. A final de cuentas no podía esperarse gran cosa del arranque de un nuevo ciclo que ha estado caracterizado por el caos.
Un técnico elegido por dedazo, la renuncia del presidente de la FMF, un directivo (Rodrigo Ares de Parga) sin conocimientos ni mérito alguno que recibe todo el poder para estar en Selecciones Nacionales, y de nuevo, listas hechas para darle gusto a los ‘patrones’ y no para premiar el mérito deportivo.
Ya no debería extrañar. Así se deciden las cosas en el balompié nacional y así le va.