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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Oda a la línea de tres, ¿la revolución táctica de esta Copa del Mundo?

ESPN.com

En la Copa del Mundo de México 1986, el seleccionador de Argentina, Carlos Bilardo, impuso la línea de tres en defensa, en un intento desesperado de mejorar el pobre juego de su equipo a partir de la superioridad numérica en campo propio. El experimento funcionó y la estructura colectiva logró sostener el genio sin igual de Diego Maradona rumbo al título. Cuatro años más tarde, la mayoría de los equipos que jugó en Italia 1990 adoptó este sistema y Alemania Federal se coronó campeón de un torneo opaco, con pocos matices en los estilos y los planteamientos. Después, este esquema quedó en el rincón de los artefactos vetustos y la línea de cuatro volvió a ser hegemónica. Hasta ahora, hasta Qatar 2022.

Tres centrales duros, lentos, fuertes y poco dúctiles. Aquella era la fisionomía de los líberos y stoppers que conformaban las defensas ochentosas. Hoy, lo único que se mantiene es el número. Todo lo demás cambió. Evolucionó. Esta "nueva" línea de tres irrumpió hace ya unos años y está muy extendida en las principales ligas europeas. Casi todos los jugadores que disputarán la Copa en Qatar conocen a la perfección las particularidades de este esquema. Por eso, los entrenadores han encontrado una variante valiosa para replantear partidos o incluso para sorprender a sus rivales desde el inicio.

Antonio Conte, actual DT de Tottenham, ha sido uno de los principales impulsores de este dibujo táctico y lo ha explicado como una buena manera de equilibrar la formación: "Permite mantener el equipo en pocos metros y darle solidez. En esta idea, los defensores de derecha e izquierda deben ser muy rápidos y agresivos, mientras que los del centro deben ser más reflexivos para encontrar la posición correcta y para comprender cuándo presionar o retroceder".

Josep Guardiola también la ha utilizado, en Bayern Munich y en Man. City, con laterales bien altos y con la posibilidad de que el mediocentro retroceda para darle al equipo una salida más clara desde el fondo. Otro formato de la misma idea es con una línea de cuatro en la que uno de los laterales se invierte, con diagonales hacia el centro, para sumar un hombre en el mediocampo y otorgar mayor presencia a la zona medular. En cualquier caso, las características de los defensores deben ser similares a las explicadas por Conte.

¿Qué sucederá en Qatar 2022? Lo seguro es que habrá varias selecciones que saldrán a la cancha con este sistema por convicción y por experiencia, mientras que otras podrían hacerlo si las circunstancias lo requieren. El cambio táctico que comenzó hace un lustro en Europa ha llegado al máximo torneo. O mejor dicho, ha vuelto mejorado.

LOS EMBAJADORES DE LA LÍNEA DE TRES

Línea de tres y wines. Pocos entrenadores modernos tienen una firma táctica tan clara como Louis Van Gaal, quien será el técnico más veterano de la Copa del Mundo y viajará a Qatar abrazado a sus convicciones. Desde los tiempos de su Ajax imbatible de los noventa, el neerlandés ha defendido este sistema, cuya filosofía móvil tiene orígenes en el Fútbol Total neerlandés, y lo ha adaptado a los tiempos. Así se coronó campeón de Europa y así llegó a Barcelona. También así alcanzó el tercer puesto con el seleccionado de Países Bajos en Brasil 2014, un antecedente que lo ilusiona de cara a Qatar 2022.

Virgil Van Dijk es quizás el mejor central del planeta de los últimos años. Hace unos meses, expresó su deseo de jugar con línea de cuatro en el seleccionado, como lo hace en Liverpool, pero recibió una escueta respuesta de Van Gaal: “El técnico es quien decide la táctica”. La estrella de Liverpool deberá habituarse a jugar en la posición del antiguo líbero. Casi a la fuerza. A su lado, Matthijs de Ligt y Nathan Aké o Jurriën Timber forman una estructura muy firme que funciona a la perfección por la jerarquía de sus integrantes y que podría ser la que legitime este esquema táctico en la arena más importante.

Inglaterra ha bajado y mucho su nivel en el último año. No ganó ninguno de los últimos seis partidos y descendió en la UEFA Nations League. Sin embargo, Gareth Southgate ya ha confirmado que mantendrá su 3-4-3 (o 3-4-2-1) porque considera que le da profundidad al plantel, más allá de los problemas físicos en los laterales y de las dificultades que exhibieron algunos de los centrales, como Harry Maguire y John Stones.

Este fue el sistema que llevó a la Rubia Albión a su primera final internacional en más de cincuenta años y el entrenador confía en él. Además, tampoco le funcionó cuando intentó regresar a la defensa de cuatro, en la derrota 0-4 contra Hungría en junio en Wembley. Eric Dier, Kyle Walker y los mencionados Maguire y Stones jugaron en los últimos dos encuentros y tuvieron fallas colectivas e individuales. Tampoco funcionó el retroceso de Declan Rice. De todos modos, es el sistema que más aceitado tiene y, quizás, con una renovación de nombres, podría reinventarse en Qatar.

Dinamarca es hoy una de las mejores selecciones de Europa. Está firme en todas las líneas y ha demostrado que puede sostener la intensidad contra cualquier rival, como bien lo sabe Francia. El conjunto que dirige Kasper Hjulmand está muy bien trabajado y es camaleónico, una cualidad muy valiosa en un torneo como este. Aunque cambia de acuerdo a las circunstancias del juego, por lo general parte de un 3-4-3 muy flexible, en la que la salida clara desde el fondo y la intensidad para presionar son las virtudes más salientes.

El capitán Simon Kjaer es el eje del equipo y el polifacético Andreas Christense (también ha jugado como mediocampista central y su presencia es fundamental para ese cambio táctico en medio del partido) es el otro pilar defensivo. El tercer lugar en la zaga debería ser para Jannik Vestergaard, pero Joachim Andersen y Victor Nelsson se ha alternado allí. Quizás el principal argumento danés para darle pelea a las potencias históricas sea su versatilidad táctica y en ese sentido la línea de tres juega un papel muy valioso.

Roberto Martínez no es amante de la discusión sobre los sistemas tácticos. "Eso no es lo que hace que un equipo gane, sino la capacidad de cambiarlos y eso viene de la calidad de los jugadores", dijo tras perder un encuentro clave frente a Italia en la Nations League. El técnico de Bélgica también utiliza el 3-4-2-1 de forma regular y así saldrá a la cancha en Qatar. Jan Vertonghen y Toby Alderweireld tienen una experiencia indiscutible pero también han mostrado cierta lentitud que complicó al equipo frente a rivales agresivos. En las bandas tampoco tiene la jerarquía que sí muestra en ataque, sin embargo la aparición de Leandro Trossard en esa posición en Brighton ha sido una gran noticia esta temporada. El combinado belga tiene ambiciones y si logra volver a ser el equipo corto y agresivo de otros tiempos podría ser uno de los buenos ejemplos de las bondades de la línea de tres.

Si Inglaterra ha sufrido este año y sus acciones cayeron, las de Serbia fueron en el sentido opuesto. Tras clasificar al Mundial por sobre Portugal, logró el ascenso en la Nations League y lleva más de un año de una evolución que lo deja en una posición privilegiada de cara a Qatar 2022. El buen funcionamiento táctico es una de las razones de este presente existoso. En todos los partidos del año, Dragan Stojković dispuso un 3-4-3 que se transforma fácil en 3-4-1-2 e incluso en 3-5-1-1. Miloš Veljković (puede jugar Nikola Milenkovic), Stefan Mitrovic y Strahinja Pavlovic forman la línea defensiva y vienen de mantener la valla invicta contra Erling Haaland, un logro que ya es suficiente para describir su buen funcionamiento.

EN LA CAJA DE HERRAMIENTAS

Son muchas más las selecciones que tienen al sistema de tres defensores como una opción táctica que pueden utilizar cuando sea necesario. Quizás no es su esquema principal pero la calidad de sus futbolistas; centrales veloces y habilidosos, laterales potentes y ofensivos; o las circunstancias de juego; posibles lesiones, necesidad de cuidar un resultado o de ir a buscarlo; podrían llevarlos a aplicar este dibujo durante la Copa del Mundo.

Varias potencias, que llegan como candidatas al título, llevan meses ensayando con la línea de tres. Una de ellas es la selección de Francia, vigente campeón mundial, que experimenta este dibujo desde, al menos, 2020. Su DT, Didier Deschamps, explicó la decisión de cambiar la línea de cuatro que levantó la Copa en Rusia 2018 por este dibujo táctico a partir de los futbolistas que tenía a su disposición. “Sea cual sea el sistema, mi principio rector es poner a los jugadores en la mejor posición posible", afirmó.

Este sistema, como todos, tiene ventajas y desventajas. Con este dibujo, Francia se asegura reunir de manera natural a sus mejores armas ofensivas. El tridente Griezmann, Benzema y Mbappé puede funcionar con soltura respaldado por tres centrales, dos laterales y dos mediocampistas. Pero también, esta disposición puede hacer que los franceses pierdan el dominio del partido. Esta es una de las principales críticas que recibe la nueva versión del campeón mundial.

“Siempre he estado convencido de que la mejor manera de ganar es controlar el juego. ¿Qué significa control? Significa imponer al adversario más de lo que él te impone a ti. Mi idea nunca fue: ‘Defendemos y vemos qué pasa a balón parado’. Pero las circunstancias del partido o la relación de fuerzas con el adversario pueden llevar a ser sometido”, explicó Deschamps en una larga entrevista con Onze Mondial. “Cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes. Después, es la oposición de los sistemas la que hace al escenario del partido. Es el talento y la iniciativa individual lo que puede marcar la diferencia”, agregó quitándole peso a la táctica.

En este 2022, Francia jugó ocho partidos oficiales. En cinco usó línea de tres, incluidas las dos derrotas ante Dinamarca, rival en el grupo D en Qatar. Pocos planteles tienen tantas opciones defensivas como Francia, con centrales como Upamecano, Kimpembe, Koundé, Konaté o Saliba y laterales como Mendy, Pavard, Lucas y Theo Hernández o Digne. Las importantes bajas en el medio justo antes de Qatar, como Pogba o Kanté, refuerzan las chances de que los galos usen este sistema. Pero la ausencia de Varane, quizás conspire contra ese dibujo. Para Deschamps el central del United es el hombre ideal para guíar con su experiencia, desde el centro de la saga, a sus compañeros. Habrá que ver si quiere sostener este sistema en un Mundial, sin contar con su liderazgo.

Argentina está en un lugar similar. El equipo que conduce Lionel Scaloni llega a Qatar con sobrepoblación de defensores centrales en buen nivel, Lisandro Martínez, Cuti Romero y Nico Otamendi, y laterales con sabiduría para hacer toda la banda, Molina, Montiel, Tagliafico o Acuña. A esa plus se le opone que varios volantes que eran fijos, Lo Celso, Paredes o De Paul, sufrieron lesiones que podrían marginarlos o llegan con pocos minutos al torneo. Si bien la Albiceleste nunca jugó con este sistema, hace semanas se habla de que ya lo habría ensayado en entrenamientos y que podría aplicarlo durante el Mundial. Tiene la materia prima para hacerlo.

Uno que también tiene futbolistas de sobra para implantar una línea de tres centrales y que, además, ya la puso en práctica durante este año es Alemania. La selección de Hansi Flick planteó ese dibujo en marzo, en un amistoso ante Países Bajos, y unos meses después, en duelos ante Italia, Inglaterra y Hungría. El resultado siempre fue el mismo, 1-1. En cuanto al funcionamiento el DT quedó conforme y el sistema quedó listo para cuando sea necesario cambiar el 4231 habitual.

Los otros europeos que podrían usar línea de tres en el Mundial son Polonia y Croacia. Los polacos están en la búsqueda de mayor solidez defensiva y, también, más amplitud ofensiva. Probaron el sistema durante los últimos partidos de la Nations League, para espejarse ante equipos que son fluidos en ese dibujo (Bélgica, Países Bajos y Gales). Los subcampeones del mundo no parecen que vayan a salir del 433 como esquema fijo pero en marzo ensayaron una defensa de tres en los amistosos ante Eslovenia y Bulgaria. Tienen la opción a mano.

También el anfitrión de esta Copa del Mundo, Qatar, practicó con tres defensores en sus últimos amistosos, ante Chile y Canadá. Su DT, Félix Sánchez Bas, encontró en este sistema un equilibrio que podría ser muy útil para desarrollar su juego de asociación. Entre los africanos, solo Senegal y Camerún parecen tener en cuenta esta disposición. Los senegales lo probaron en un amistoso ante Bolivia, 2-0 en septiembre, en busca de una propuesta más ofensiva. Los Leones Indomables lo ensayaron en derrotas amistosas ante Egipto, en febrero, y Uzbekistán, en septiembre. En ningún caso pareció ser su mejor versión.

En Centroamérica, varias selecciones le dieron una oportunidad a la línea de tres. Costa Rica la usó en el cierre de las Eliminatorias pero en los últimos amistosos se volcaron al 442. El México de Tata Martino dejó la línea de cuatro en un amistoso 0-3 ante Uruguay, en junio. El experimento no fue bueno pero la enseñanza quedó. Canadá también lo probó ante Uruguay, en septiembre, y también perdió. Tiene grandes laterales, con Davies como referencia Mundial, pero quizás no tanto talento en la saga.

Los uruguayos, en tanto, cambiaron su usual 442 por los tres defensores en un empate sin goles ante EEUU, en junio. Ahora, con la lesión de Araújo, habrá que ver si el equipo de Diego Alonso llega al Mundial con tantas opciones para tener este sistema en mente. Sin embargo, el equipo sudamericano que podría sacar más provecho de este dibujo es Ecuador. Gustavo Alfaro, su seleccionador, es uno de los que se ha expresado más abiertamente sobre el tema.

Preocupado por el funcionamiento defensivo, el DT aprovechó las semanas de trabajo continuo que ofreció la Copa América de 2021 y practicó el sistema de tres centrales y dos laterales, pero nunca lo aplicó durante el torneo. “Veía que teníamos un inconveniente, nos costaba mantener el cero en nuestro arco. Los retrocesos no eran buenos. Cada dos contragolpes del rival, uno era con disparo directo a nuestro arco. Lo primero que tenía que buscar era solidez defensiva y por eso utilizamos la línea de cinco", afirmó el argentino.

Con varios centrales de buen pie e inteligencia táctica, como Hincapié, Torres o Arboleda, y laterales explosivos, como Estupiñán y Preciado; el sistema es una tentación natural para la Tri. “Les decía a los jugadores que mantener el cero nos iba a llevar al Mundial. No con esto uno tiene que ser defensivo, hay que ser sólido en las dos áreas. Teníamos un buen promedio de goles en fase ofensiva, pero en defensa teníamos el mismo número, los errores costaban demasiado", agregó Alfaro. Ecuador recién echó mano a este recurso en el final de las Eliminatorias, sin grandes resultados. Paradójicamente, desde junio, en todos los amistosos, planteó línea de cuatro en el fondo y no recibió goles. Pero la opción de cambiar de sistema, si se vuelve necesario, ya está en carpeta.

Otras tantas selecciones, que no han ensayado con el sistema, podrían apelar a la línea de tres, o de cinco, con propósitos puramente defensivos durante momentos puntuales del partido. Tanto Australia, Túnez, Ghana o Arabia Saudita podrían cambiar sus habituales 4141 en un 541, haciendo retroceder unos metros a su volante central, para reforzar la saga y para asegurar ventaja numérica para sacar limpio el balón desde el fondo. La propia superioridad que le impongan sus ocasionales rivales podrían, también, obligarlos a adoptar esa posición defensiva.

NADA QUE EXPERIMENTAR

Otras selecciones, en cambio, son bastiones de la línea de cuatro. Porque conformar una defensa con tres centrales no está en su ADN futbolístico o porque esa táctica no tiene lugar en los libros de sus entrenadores. Uno de los casos más claros es el de España. En la ideología de La Furia, y de su entrenador Luis Enrique, criado en La Masía, el único dibujo posible es el 433. Esa formación es la que usó en los 8 partidos que disputó este año. Nada hace pensar que vaya a cambiar durante la Copa del Mundo.

Lo mismo corre para Brasil. En la casa del Jogo Bonito, y de los mejores laterales del mundo, el fútbol se juega con cuatro defensores. Con Tite, la verdeamarelha incorporó el 4231 para versiones más combativas. Eso es todo lo lejos que podían llegar a innovar. Quizás porque hablan el mismo idioma, y no solo en lo futbolístico, la Portugal de Fernando Santos es otra de los equipos que se mantiene firme en la línea de cuatro, pese a que tiene futbolistas, en especial sus carrileros, para probar variantes. En este año, ensayó con varios dibujos, 433, 4231 y 442, pero siempre tuvo la misma cantidad de defensas.

Otras selecciones estructuradas y tradicionales son EEUU, Suiza y las asiáticas Irán, Corea del Sur y Japón. Todas ellas oscilan entre 442, 4231 y 433, o su versión defensiva, 4141. Apenas la Corea de Bento puso en cancha, este año, una línea de tres durante un partido ante Japón, con futbolistas de sus ligas locales. Fue derrota 3-0, como para no insistir con probar cosas raras. En tanto, Marruecos, otro equipo con grandes laterales, es una incógnita. Usó línea de tres en las Eliminatoria de la Copa Africana de Naciones ante Sudáfrica, ganó 2-1 en junio, pero acaba de cambiar de entrenador y lo más probable es que su nuevo DT se incline por un dibujo lo más convencional posible. La Copa del Mundo no es lugar para experimentos.

Aunque muchos entrenadores modernos quieren eludir la rigidez de los sistemas tácticos de otros tiempos y prefieren hablar de movilidad, intensidad, presión y fluidez antes que recitar números, en Qatar 2022 se concretará de forma rotunda el regreso de la línea de tres defensiva al primer plano internacional. Porque se sabe que cualquier búsqueda táctica debe ser legitimada en la Copa del Mundo. Pronto sabremos si llegó el momento de una nueva era.