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Transformar la emoción en buen juego, la búsqueda de Alfaro ante el partido de su vida

DOHA (Enviado especial) -- Son privilegiados aquellos que consiguen el objetivo soñado después de una vida de trabajo. Porque ni siquiera de ese modo está asegurada la victoria. Gustavo Alfaro lo sabe y por eso llegó a la conferencia de prensa más importante de su vida con una sonrisa casi infantil escondida detrás de la responsabilidad que genera la magnitud del escenario. A 24 horas de dirigir el partido inaugural de la Copa del Mundo de Qatar 2022, el entrenador de la Selección de Ecuador habló poco de fútbol y mucho de sentimientos.

Gestionar la ansiedad y el nerviosismo de los momentos previos a un desafío como este es un reto mayúsculo para cualquier director de grupo. Más aún cuando la mayoría de los integrantes son jóvenes que jamás vivieron esta experiencia. Alfaro lo sabe bien y por eso se ocupó especialmente de ese aspecto desde antes de la llegada a Doha hace tres días.

El camino a Qatar 2022 no fue fácil y en la mente de los jugadores de la Tri todas las dificultades sufridas podrían nublar la visión en estas horas. Para evitarlo, el DT comprendió que necesitaba evitar la victimización. "Siempre queremos enfrentar las situaciones y salir adelante. Este proceso nació en la adversidad y tuvimos varios momentos duros, pero siempre lo vivimos como obstáculos que te pone la vida y debes sortearlos. Fuimos detrás de los sueños. Tuvimos la virtud de pelear. El sufrimiento es aprendizaje y da madurez.

Repasar esos problemas no tiene sentido en un día tan particular para toda la nación. Ecuador lo sabe. El pueblo lo sintió en carne propia. Ahora, lo único que importa es poner el corazón y la cabeza en el partido inaugural. Sobre todo la cabeza. Allí puede estar la clave para salir triunfante del encuentro que puede marcar el resto de la competencia.

"En la cancha, no hay fuerza superior a la inteligencia. A la posibilidad de estar conectado. De darse cuenta de lo que pasa, porque de esa manera uno resuelve bien y eso a la larga permite ganar. El fútbol, como la vida, es un estado de ánimo. Si quiero que mis pies respondan lo primero que debo trabajar es lo que pasa en la cabeza", declaró Alfaro frente a la prensa en su primera exposición mundialista y enseguida elogió con amplitud a su equipo psicológico.

No es lo mismo debutar en el primer encuentro del Mundial que hacerlo después. Los ojos del planeta estarán puestos en el seleccionado ecuatoriano. Será el juego inaugural y el único del día. Toda la espera de más de cuatro años explotará cuando un futbolista ecuatoriano o uno qatarí mueva el balón en Al Khor. Ese peso anímico deberá primero ser combativo y luego transformado en fuerza de voluntad por el cuadro nacional.

Ilusión. Ese es el combustible del combinado ecuatoriano antes del encuentro del domingo contra Qatar en Al Bayt. Se sintió en el aire durante la conferencia de prensa oficial llevada a cabo en el imponente Centro de convenciones de Qatar. "Para mí ya haber llegado al Mundial ya es tener éxito. Yo a la ilusión no la cuantifico. Y nosotros tenemos una ilusión muy grande".

Moisés Caicedo, la estrella del equipo que habló antes del entrenador, dijo que la emoción ya lo aborda y que podría llorar cuando escuche el himno. Alfaro, lejos de contradecirlo, coincidió con él. Es que no es necesario hacer el intento forzado de eludir los sentimientos. No es frialdad lo único que se necesita para estar enfocado en el juego. Es ser consciente de la trascendencia del hecho y utilizar esas emociones como motivación.

"Todo lo que se vive en un partido inaugural es único e irrepetible. Es una sensación maravillosa. Yo tampoco sé qué va a pasar por mi cuerpo cuando salga a la cancha, mire hacia atrás y vea mis años de lucha en el fútbol". Transformar el más puro sentimiento amateur de amor por el juego en potencia para ganar el partido. Ahí está el secreto de Ecuador ante su noche más larga.