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Se retiró Mathías Cardacio, el volante que se crió con Suárez, jugó con Ronaldinho en el Milan y Maldini le regaló un Rolex

Mathías Cardacio le puso punto final a su carrera como futbolista profesional. @Nacional

Mathías Cardacio, volante que se formó en Nacional jugando con Luis Suárez desde los 10 años y que llegó a defender al Milan de estrellas como Ronaldinho, Seedorf, Beckhman, Pirlo y Kaká, tomó la decisión de retirarse del fútbol a los 35 años de edad.

Esta mañana, a través de sus redes sociales, el jugador comunicó la noticia de su alejamiento con una extensa nota donde agradeció a todos los que lo acompañaron a lo largo del trayecto.

Cardacio surgió en las formativas de Nacional, donde conoció a Luis Suárez, del que se hizo rápidamente amigo. “Luis es mi hermano. Me crié con él, hicimos todo juntos, la pasamos mal juntos, la pasamos bien, lloramos juntos, vivió en casa, estuvo con mi familia, Un tipo que ha conseguido cosas increíbles. Es el mismo que conocí con 10 años, me sigue hablando como cuando jugamos de chiquitos. Es un ejemplo de vida, de superación. Siempre tuvo todo en contra y siempre ganó”, reveló en una nota que le hizo el periodista Jorge Señorans para El Observador.

En esa nota, Cardacio reveló algunos detalles de su convivencia con las estrellas del Milan de Italia, club al que defendió en 2008/2009.

Allí convivió con figuras de la magnitud de Ronaldinho, al que definió: “Es una persona alegre que me demostró a lo largo de mi carrera que, ganando todo y siendo el mejor, como se puede ser el más humilde y más divertido del mundo. No podía salir a la calle, es un jugador de una talla mundial tan grande que tenía su manera para manejarse en la ciudad pero, de las estrellas era el más casero”.

Además, reveló que el mítico capitán Paolo Maldini le regaló un reloj Rolex. “De los mejores capitanes que tuve por destrozo. Cuando se retiró nos regaló un reloj Rolex con su número y el nombre, a todos”, dijo Cardacio.

Contó también que se dio el lujo de jugar con su ídolo Andrea Pirlo. “Me traje todo lo que había de Pirlo, me faltaron los calzoncillos nada más. No me olvido más el día que se me arrimó en el vestuario y me preguntó si volvía a Uruguay en las vacaciones. Cuando le dije que no me invitó a pasar con su familia y la de Massimo Ambrosini en Cerdeña. Fue increíble. Generé una relación estupenda, en el vestuario del Milan me cambiaba al lado de Pirlo”.

Cardacio se aleja del fútbol tras coronarse campeón uruguayo y de la Supercopa con Nacional en 2019, con Defensor Sporting logró el Apertura 2017 y fue campeón del ascenso con Dorados de Sinaloa de México.

SU CARTA DE DESPEDIDA

“Todo comenzó desde muy pequeño con una ilusión lleno de sueños y de inocencia. El camino fue tan apasionante como sorpresivo, una montaña rusa de sensaciones, emociones y decisiones.

Esa carrera que empezó de niño se detiene a los 35 años, lleno de vivencias y aprendizajes. Más allá de resultados y rendimientos todo se resume en una experiencia única e irrepetible, logrando mucho más de lo que un día imagine.

Es momento de dar un paso y seguir desde otro lugar en esto que ame, y seguiré amando con la tranquilidad de haber dado todo en cada etapa y desafío que me tocó afrontar. En lo profesional di el 100% de mí, respeté y honré esta profesión, me brinde al máximo en el acierto y en el error, y gracias a eso hoy cierro esta etapa como jugador de fútbol profesional sin reproches y feliz.

¡La felicidad más grande son los amigos que me llevo para siempre, me siento un privilegiado por compartir con tantos compañeros increíbles en todo este camino que me tocó transitar, a todos ellos un GRACIAS GIGANTE!

Queda agradecer a cada club que defendí durante estos años. A Nacional particularmente por darme las herramientas que me permitieron transformar mis sueños en realidad.

A todos los staff: médicos, cancheros, jefes de prensa, seguridad, cocina, equipiers, utileros, fisios, fotógrafos, etc. que fueron contemporáneos en mi estadía por cada club.

A todos los cuerpos técnicos que de una manera u otra me formaron como persona y como profesional. A los colegas y rivales por el respeto dentro y fuera de la competencia.

A mis amigos de toda la vida que transitaron esta hermosa aventura de tantos años conmigo en las buenas y en las no tan buenas. Y por último a mi FAMILIA: mi señora, mi hija, mis padres, mis hermanos y tíos que me dieron todas las herramientas para poder cumplir mis sueños y siempre estuvieron incondicionalmente apoyándome, sin importar nada.

Gracias al fútbol soy mejor persona, manteniendo la honestidad y el respeto como bandera. Ojalá que podamos dejarles algo mejor a nuestros hijos, a los más chicos. Con comentarios y críticas sin tanto odio y maldad, con un fútbol más sano, un deporte que sea analizado desde su esencia y menos exigencia externa. Está en cada uno de nosotros hacer de este deporte algo mejor”.