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El profesor Ricardo de León, el entrenador del legado infinito

ESPN recogió y reunió el testimonio de diversos directores técnicos que acreditan la enorme sabiduría y revolución del Profe de León. X/TolucaFC

Dimensionar o delimitar el legado del entrenador uruguayo Ricardo de León, quien nació el 23 de setiembre de 1923 en Trinidad y murió el 14 de febrero de 2010 en Montevideo, es una tarea casi impracticable al constatar el amplio abanico de enseñanzas que dejó en el fútbol y más allá del terreno de juego.

ESPN recogió y reunió el testimonio de Jorge Giordano, Gerardo Pelusso, Francisco ‘Pacho’ Maturana, Luis Matosas, Gustavo Ferrín, Alejandro Cappuccio, Gregorio Pérez, Julio Avelino Comesaña y Roberto Matosas para así poder acercarse y entender la figura de quien ha sido calificado como ‘un genio, un sabio, un revolucionario’.

Sus ideas innovadoras, su charla con Rinus Michels, sus conceptos tácticos, su conducción de grupo, el pressing de sus equipos, el golero como líbero, son algunos de los tópicos que puede tener cualquier charla sobre el Pepe de León, uno de los grandes maestros del fútbol sudamericano.

Un paso antes de la revolución y la charla con Rinus Michels

Muchos definen al profesor de León como un adelantado, y como tal no sólo hacía o desarrollaba aspectos innovadores, sino que también observaba dónde había una chispa diferente, un comentario al pasar de verdad interesante, un apunte liviano donde quien escuchaba con atención podía preguntarse con criterio si ahí había algo.

El Profe acudió al Mundial de Inglaterra 1966, pero una vez finalizado no regresó a Uruguay, sino que decidió ir a Países Bajos para ver el fútbol que allí se practicaba. “Él sabía que la cosa estaba ahí, se quedó meses en Holanda”, afirmó Pelusso en diálogo con ESPN.

De León incluso años más tarde le comentó a su plantel de Defensor en 1976 (equipo con el que logró consagrarse campeón uruguayo rompiendo la hegemonía de Peñarol y Nacional en el profesionalismo del fútbol charrúa) que había viajado a Europa para ver entrenar al Ajax de Ştefan Kovács, entrenador rumano del equipo de Ámsterdam entre 1971 y 1973 que es considerado como uno de los precursores del fútbol total.

En aquella primera visita en la década de 1960, al Ajax lo dirigía Rinus Michels, quien en 1974 dirigió a la Selección de Holanda en el Mundial de Alemania, combinado que sorprendió a todos por su pressing, dinámica y utilización a favor de la ley de offside, y que fue apodado como ‘La Naranja Mecánica’.

Existe la leyenda de que Michels y de León conversaron largo y tendido sobre el fútbol del futuro, intercambiaron ideas, discutieron, escucharon al otro, se observaron, pensaron en lo dicho y volvieron a preguntarse y responder, tal vez café de por medio, seguramente moviendo los vasos de la mesa, argumentando. Luego cada uno siguió su camino, sin saber cuál de los dos se vio más favorecido de ese intercambio, acaso estando confiados que tras esa conversación el juego ya no sería el mismo.

Se dice que el sistema que inventó en Uruguay fue una creación a partir de lo que le escuchó decir a Rinus Michels. Yo estoy seguro que, conociendo lo que fue el profe, Michels debió haber aprendido también porque la Naranja Mecánica tenía mucho del profesor. El fútbol que mostró Holanda en 1974 ya lo hacía Defensor en 1971, incluso antes ya había el Profe ya había hecho algunas cosas en otros equipos, como dirigiendo la Tercera de Nacional”, subrayó Pelusso, quien conoció a de León a través de las historias de Juan Antonio Tchakidjian, José Gervasio Gómez y Walter Gassire, entre otros.

Luego Pelusso agregó: “Jugaba con la línea achicando en la mitad de la cancha para que el equipo rival quedara en offside. También buscaba la presión y el arquero jugaba de líbero, entonces los pelotazos largos se los comía el arquero. En Toluca fue campeón con Gassire como arquero; Gassire jugaba de líbero cincuenta años antes de que se hablara de esta función para los goleros”.

“Todos fuimos aprendiendo del Profe. Por ejemplo, en el trabajo por líneas en la parte táctica, todos hemos mamado la metodología del Profe de León, aprendiendo unos con los otros la metodología que creó él”, remarcó Pelusso.

En el Mundial de Francia 1998, Gregorio Pérez viajó a Europa y pudo conversar de fútbol con Rinus Michels. El ex entrenador de Defensor Sporting y Peñarol, entre otros equipos, reveló en Derechos Exclusivos (Radio Uruguay 1050 AM): “Me dio una gran alegría cuando hablamos de fútbol. Él entendía perfectamente el español porque trabajó en el Barcelona. Hubo un momento donde le mencioné lo de 1976 y él me reconoció que estaba interiorizado de lo que había pasado en Uruguay, porque después del Mundial del 74 se interiorizaba más sobre los rivales que habían enfrentado, que uno de ellos fue Uruguay”.

“Michels tenía un conocimiento, no era profundo, pero sí de lo que había sido el Defensor del 76 y lo que había llevado a practicar el Profe De León para conseguirlo”, subrayó Gregorio.

Su legado en Colombia y México

Habiendo estudiado sicología o pedagogía en su carrera como profesor de educación física, y tras comenzar su carrera como entrenador en el fútbol del interior, José Ricardo De León Aroztegui dirigió las inferiores de Defensor y luego al primer equipo de Fénix en 1961. Posteriormente estuvo en las divisiones formativas de Nacional, donde en Primera tuvo un interinato en 1965, y luego volvió a estar al frente en 1978 (donde dirigió por ejemplo a Adán Machado, Hugo De León y Juan Ramón Carrasco) y 1987.

En 1969 había dirigido a Rentistas, y en 1971 a Defensor. Llegó a México en 1974 donde estuvo al frente de Atlético Español y Toluca, equipo con el que fue campeón de la temporada 1974-75, y después dirigió a Rosario Central de Argentina, antes de regresar al fútbol uruguayo y consagrarse campeón con Defensor en 1976. Luego por ejemplo dirigió en Colombia a Deportes Tolima (1981) y Unión Magdalena (1983).

“¡Hizo jugar al fútbol a algunos que no podían ni caminar!”, llegó a manifestar públicamente el exfutbolista ecuatoriano Ítalo Estupiñán, quien fue dirigido por de León en Toluca, donde se recuerda el hincapié del entrenador uruguayo para que la defensa efectivamente sea una línea de cuatro, entrenando una y otra vez salir y regresar a la par.

“Llegué a Toluca en 1974, y a los 35 años recién me encontré con un entrenador con el que uno ya entra a la cancha sabiendo cuáles son los recorridos, cómo presionar y qué vamos a hacer con la pelota. También fue un entrenador extraordinario por su inteligencia para manejar un grupo”, señaló Roberto Matosas, quien por ejemplo ya había jugado el Mundial de México 1970 con la Selección Uruguaya, elenco que fue eliminado en las semifinales de ese certamen ante Brasil.

El colombiano Francisco Maturana señalaba en 2020 en una charla organizada por la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol (AUDEF): “Yo tuve un maestro como el profesor De León, que formó otros maestros como Luis Alberto Cubilla y Juan Martín Mugica”.

Julio Avelino Comesaña dijo alguna vez: “Luis Cubilla y el profe Ricardo De León incidieron mucho en el encuentro de una identidad en el fútbol colombiano. De León trajo la presión alta a Tolima, que presionaba de tal manera que no encontrabas espacio y los contabas para ver si no tenían 20 jugadores”.

La periodización táctica y el pressing de sus equipos

Dejó un legado enorme a una cantidad de entrenadores que se desarrollaron con su idea que marcó una época. Más allá que en Uruguay estuvo identificado con aquella campaña de Defensor en 1971, estuvo en muchos equipos y en todos dejó su impronta y su recuerdo. En el fútbol las cosas vuelven, y cuando se habla de metodología, el Profe fue un adelantado en ese sentido. Cuando se habla de periodización táctica, el Profe vaya si hacía periodización táctica en su momento”, destacó el uruguayo Luis Matosas en Radio Sport 890.

Y agregó en ESPN: “Fue un hombre que hizo una férrea defensa de sus convicciones lo que permitió lo que pasara lo que pasó en el fútbol uruguayo que fue cambiar el dominio de Peñarol y Nacional en el profesionalismo y generar que Defensor fuera campeón uruguayo. Decía que el fútbol es como el ajedrez, demanda de la inteligencia, y trató que los jugadores fueran inteligentes, dentro de la cancha y en la vida. Fue una persona que marcó a todos los jugadores que tuvo”.

“Los ciclos se van cumpliendo, cosas en el fútbol que no se hacen hace años y luego están de vuelta, pero su idea, con algunas variantes y aspectos que se fueron agregando, y sobre todo la dignidad de la conducción quedaron. Eso es un legado, un legado que dejan los que realmente trascienden. La forma de mantener ese legado es tratar que no se apague su figura y que sus enseñanzas continúen. Por ejemplo, veinte o treinta años de la llegada del VAR destacaba que el arbitraje individual es imperfecto”, remarcó Matosas.

El también entrenador uruguayo Alejandro Cappuccio aseguró en el programa radial Música al Ángulo en 2020: “El profe Ricardo De León es el maestro de lo que es la marca en zona en el mundo, lo hizo en la década de 1970 y quizás no se supo tanto de él en el mismo momento por esa falta de globalización. Todos los entrenadores uruguayos somos hijos del profe De León en materia defensiva, no hay uno que no lo haya sentido nombrar o que no haya escuchado la forma de trabajar la defensa”.

Cappuccio indicó quiénes han sido algunos de sus discípulos en este sentido (Martín Lasarte, Gregorio Pérez, Eduardo Acevedo, Rudy Rodríguez y “el propio Maestro Tabarez tiene esa forma de marcar”).

La presión sobre la pérdida misma del balón, el presionar alto y la búsqueda permanente del ataque fueron algunos de los conceptos que el Profe intentó inculcar en sus equipos desde la década de 1970.

En una entrevista en el programa Bueyes perdidos de TV Ciudad, el propio de León explicaba: “El fútbol tiene la ventaja de que existe la ley de offside; nadie se ha ocupado de la ley del offside, de la ley de la inteligencia que hace jugar al contrario donde uno quiere. Yo hacía jugar a mi cuadro en apenas en 50, 55, 60 metros, tenía que ganar lógicamente, corría menos, entrenaba distinto”.

Y agregaba en la nota citada: “El ludo no es una cosa que precise ciencia para jugar bien, el ajedrez sí. Y el fútbol también precisa ciencia. La gente dijo que lo que yo hice era una trampa, ‘esta es una trampa de Ricardo de León porque hace jugar a los contrarios en el lugar de la cancha que él quiere’. Ese es el secreto del triunfo, ¿sino cómo le íbamos a ganar a Nacional y a Peñarol?”

Para ello implementó un sistema que se denominó zona pressing con defensa lineal. El entrenador colombiano Hugo Gallego explicó: “Hay dos maneras de recuperar la pelota en el sistema zonal haciendo pressing. De León inventó una: pressing a la pelota. Se trataba de que muchos jugadores redujeran espacios y obligaran al rival a jugar con rapidez para que perdieran precisión”.

“Hablaba hasta con el silencio”

“Lo más simple que puedo decir para graficarlo es que fue un genio. Un adelantado, un revolucionario, una gran persona. No es fácil pasar por la vida y dejar ese legado. Lo que en su momento se decía que era el ‘anti fútbol’ hoy es algo estético, algo aplaudible, algo muy valorable y estamos hablando de casi cincuenta años atrás. ¡Si será grande lo que él realizó en el fútbol y cuál era su pensamiento! Fue un gran pedagogo”, manifestó Gustavo Ferrín en ESPN.

“También dentro de la pedagogía han pasado cosas y corrientes que se han reciclado 200 años después como el caso de Simón Rodríguez. El Profe padeció con su convencimiento en el fútbol; debería ser uno de los personajes más aplaudibles desde el punto de vista de la innovación y los aspectos tácticos. Además, él hablaba hasta con el silencio, era muy concreto y cada pausa y silencio era un mensaje muy fuerte”, subrayó Ferrín.

Respecto a su personalidad, Luis Matosas acotó: “Era un líder que transmitía y sobre todo tenía una gran capacidad para el dominio emocional de los grupos”.

Fue un visionario. Siempre digo una cosa que es verificable: hasta el día de hoy, los trabajos que él inventó o que él creó se siguen usando a nivel metodológico, no sólo en Uruguay sino en otras partes del mundo, obviamente que con adaptaciones, con más exigencia en la intensidad, pero el concepto del trabajo fue el que él creó y se sigue desarrollando”, destacó Jorge Giordano.

Maturana explicó: “¿Dónde empieza el entrenador? Empieza cuando llega a la casa a idearse los ejercicios y la forma de hacer que algunos movimientos se den o que algunos jugadores mejoren. No es solo empezar a buscar, sino que el entrenador debe crear sus propios ejercicios para hacer que esos jugadores estén a la altura de las expectativas que él tiene”.

Asimismo, el colombiano afirmó: “El problema en el fútbol fue que los americanos no escribieron lo que hacían, y cuando nosotros empezamos a hacer cosas los europeos empezaron a escribir también sobre esas cosas que pasaban, y parecía que en América estábamos importando pensamientos, ejercicios, trabajos, y no era así”.

El legado del Profesor Ricardo de León está ahí, en la historia del fútbol, en los testimonios que se transmiten en charlas de café en medio de una tribuna, en la práctica de un entrenador o entrenadora de 20 años que, sabiendo o no, utiliza los conceptos de quien es considerado, junto a Ondino Viera, como uno de los dos mejores directores técnicos que han surgido de Uruguay.

“El problema es que los sabios que hemos tenido en el fútbol de Sudamérica se fueron casi sin dejar escrito todo lo que sabían y ahí aprovecharon los europeos que en eso son muy inteligentes, y nos venden las ‘nuevas metodologías’. El fútbol sudamericano tiene que buscar su huella, mirar sus raíces”, apuntó Pelusso, quien sentenció sobre de León: “Se había adelantado a los tiempos”.