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Lakers vs. Clippers, un mes después

LOS ÁNGELES -- Todavía está fresco en la memoria el correctivo que recibió Los Angeles Lakers ante Los Angeles Clippers hace justamente un mes. Aquellos 48 puntos de diferencia fueron una losa histórica en la revolución del débil tocado por la varita mágica de los dioses del básquetbol contra el grande castigado por la justicia divina, abofeteado por una realidad que les mantiene de luto esta temporada, y la anterior, y la que viene si no hay cambios.

"Los jugadores tienen poca memoria", declaró Mike D´Antoni en la práctica del sábado. "Están preparados para competir. Tenemos las apuestas en contra, tenemos bajas, pero los jugadores darán todo lo que tienen. Habrá que ver si es suficiente. Tendremos que anotar buenas canastas. Estamos listos para competir".

Aquella cita del 6 de marzo fue la venganza instantánea y gestada a partir del lavado de imagen de los Clippers, que viven su época de máximo esplendor gracias a la configuración de un plantel liderado por Chris Paul (18.9 ppj, 10.8 apj y 4.3 rpj de media esta campaña) y Blake Griffin (24.0 ppj y 9.6 rpj), y que cuenta con unos escuderos que han reforzado el equipo con garantías e ilusión. Y en la retaguardia, Doc Rivers, un coach campeón que sabe lo que hace, cuándo lo hace y por qué lo hace.

"Doc hace un gran trabajo haciéndoles correr. Sus transiciones se salen de medida. Son grandes, rápidos, fuertes...", apuntó D´Antoni. "Chris Paul ha podido ser el mejor armador de la liga en los últimos años".

Sobran los ingredientes para certificar el cambio de papeles tras 30 años de dominio lagunero sobre sus vecinos desde que los Clippers se instalaron en Los Ángeles. Y es que si hay una oportunidad para que pongan el primer ladrillo en aras de tapar el muro de 16 campeonatos que han construido los Lakers, sin duda éste es el momento. Pero la distancia es todavía enorme en términos absolutos.

"No creo que se cambien las cosas en un año. Los Lakers han sido el equipo más dominante en los últimos 50 o 60 años. Eso no se borra de la noche a la mañana. Será un proceso largo, creo que nunca lo podrán igualar. Los Lakers siempre serán especiales y ojalá vuelvan a ese punto más temprano que tarde", afirmó D´Antoni.

Por eso en los Clippers disfrutan la circunstancia de ser favoritos de cara al partido de este domingo en el Staples Center, aunque sea durante un instante de dos, tres, cuatro temporadas, quién sabe si muchas más, y más... y todavía más. Porque las dudas seguirán persiguiendo a los Lakers hasta que Jim y Jeanie Buss puedan demostrar que son capaces de llevar a cabo proyectos de campeonato como el que desarrolló el patriarca, el Dr. Buss. Y eso está todavía por verse.

Mientras los unos se sienten superiores, los otros asumen con normalidad su inferioridad. Conscientes de ya no hay nada que hacer más que ser profesionales y pulir en la medida de lo posible las actuaciones individuales de los jugadores de los Lakers para renovar o lograr contratos millonarios con otros equipos el año que viene.

Los Clippers (54-23) llegan al encuentro con los dientes afilados para morder a Oklahoma City Thunder (55-20) en su afán por conseguir superarlo en la segunda plaza de la Conferencia Oeste en los cinco encuentros que les restan (el miércoles se verán las caras en el Staples Center). Por eso harán todo lo posible por volver a brindar un varapalo a sus vecinos y evitar ninguna complicación.

J.J. Redick está de vuelta para los Clippers, mientras que en los Lakers pesan las bajas de Kobe Bryant (rodilla), Pau Gasol (vértigo), Chris Kaman (pantorrilla), Jordan Farmar (ingle), Xavier Henry (rodilla) y Steve Nash, quien está dosificando sus minutos y es probable que no participe en la cita. Además, Jordan Hill y Nick Young jugarán con molestias. La serie entre ambos equipos esta temporada está 2-1 a favor de los Clippers.