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VIH de Magic conmovió a Scott

LOS ÁNGELES -- El 7 de noviembre de 1991, el tiempo se congeló para Earvin 'Magic' Johnson. Pocos días después de enterarse que había contraído el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), el jugador se enfrentaba a la difícil tarea de hacer pública una enfermedad que en aquella época estaba íntimamente relacionada con la homosexualidad y la muerte. Este viernes se cumplieron 23 años de aquella circunstancia que cambió la forma de entender al virus más temido y casi desconocido de la época.

'Magic' salió a la palestra de la opinión pública y confirmó lo que habían determinado los servicios médicos de Los Ángeles tras evaluar unos análisis de sangre. Se trató de una extensión de lo que había tenido que afrontar en privado, primero con su esposa (quien dio negativo en las pruebas), y luego con sí mismo y el cambio vital que se avecinaba.

Aquel 7 de noviembre, Johnson acudió sereno a la rueda de prensa. Lo hizo tras notificar a sus compañeros la que por aquel entonces significaba una "sentencia de muerte", según recordó nítidamente el actual coach de los Lakers y por aquel entonces compañero de 'Magic', Byron Scott.

"Lo recuerdo todo", afirmó con contundencia. "Estaba practicando en Loyola Marymount (Universidad en Los Ángeles). Mike Dunleavy (coach del equipo en la época) nos dijo que teníamos una reunión obligatoria en el Forum", señaló. Scott se encontraba con James Worthy. Ambos intentaron averiguar cuál era el motivo de aquella reunión, algo que lograron "más o menos".

Los jugadores no contaban con un centro de prácticas y cada uno se marchó a su casa a bañarse y almorzar. El panorama estaba cada vez más claro y las sospechas de Scott se hicieron realidad.

"Me senté en mi cama con las manos en la cabeza. Mi mujer llegó y estaba histérica", afirmó. "Luego fuimos al Forum y Earvin nos dijo lo que estaba a punto de contarle al mundo. No hubo una lágrima seca en el vestuario. Pensé que era su sentencia de muerte", recordó.

Si hay algo que 'Magic' mostró en aquella comparecencia pública fue su voluntad de luchar contra un virus que podría haber sido mortal pero contra el que batalló para mantener una vida lo más normal posible.

"Han pasado 23 años y está ganando millones y millones de dólares siendo como sólo Earvin puede ser", sentenció el coach.

En aquel momento, Johnson se convirtió en portavoz al mundo entero de la gente afectada por el virus, en embajador de la esperanza para aquellas personas contagiadas y sus familias.