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Lakers mandan un mensaje a Kobe

LOS ÁNGELES -- Nick Young volvió a utilizar una de sus virtudes más destacables tras la victoria de Los Angeles Lakers (9-19) ante el equipo con mejor balance de la NBA hasta el momento, Golden State Warriors (23-4): el sentido del humor.

"El mundo sabía que íbamos a ganar", afirmó exultante, irónico, sin complejos ni pelos en la lengua tras vencer por un resultado de 115-105 en un encuentro que los laguneros llegaron a dominar por una ventaja máxima de 24 puntos.

Se trató del primer partido de toda la temporada sin Kobe Bryant, y el resto de los jugadores disponibles demostraron que se puede jugar sin él y ganar, que posible suplir su ausencia con buenas actuaciones y que son capaces de brillar cuando la confianza está por encima de todas las cosas. En cierto modo, los compañeros de la Mamba Negra sintieron una liberación relativa, ahora sólo falta hacerlo que regularidad, que un partido no se convierta el oasis de una temporada, que lo visto ante los Warriors se implemente con o sin Kobe, cuando éste necesite descanso. Ese es el objetivo de Byron Scott.

"No esperaba ese esfuerzo y energía pero era exactamente lo que necesitábamos. Estuvimos muy concentrados en ambos lados de la cancha e hicimos un gran trabajo. Creo que podemos jugar así con Kobe. Cuando pasamos por periodos en los que no jugamos bien, él suele llevar la iniciativa. Lo de hoy le quita más presión. Le da confianza al resto de los compañeros".

El mensaje que el coach quiso dejar claro tras la victoria de los suyos es que su deseo es seguir apoyándose en él sin que tenga tanta carga.

"Tienes que dejar que estos chicos fracasen o triunfen. Esta noche es un partido, no una temporada o 30 juegos. Claro que nos tenemos que apoyar en él de vez en cuando, es uno de los mejores de todos los tiempos", declaró sin reconocer la dosis de confianza que este encuentro ha podido tener en el resto de sus pupilos.

"No sé si necesitaban la confianza. Kobe es la red de seguridad que evita la caída. Hay que aprender a dejar esa red de lado, cuando él vuelva esto no debería ser diferente. Tendremos que salir a competir. Los chicos no deberán mirarle a él para construir. Necesitamos esa confianza para construir jugadas", esgrimió.

Siete jugadores en doble dígito

Por segunda vez esta campaña, siete jugadores de los Lakers llegaron a los dobles dígitos. Mención especial merece Ronnie Price (17 puntos y ocho asistencias) por su trabajo defensivo -robó tres balones- y una labor excepcional en ataque. Dos suplentes, Carlos Boozer (18 puntos y nueve rebotes) y Young (15 puntos, 5 rebotes) también lideraron en anotaciones a los suyos. Cuánto poderío ofensivo mostró el primero durante buena parte del encuentro y cuánto se gusta Young cuando las cosas le salen bien. Wesley Johnson (14 puntos) siguió demostrando que está muy suelto en sus lanzamientos.

"Siempre damos un paso al frente, no importa quién esté en la alineación", afirmó Boozer. "Hemos jugado partidos en los que había jugadores ausentes y los demás hemos dado un paso al frente. Sin Kobe, creo que todos hicimos un buen trabajo. Obviamente no puedes reemplazar a un hombre como Kobe, pero creo que colectivamente hicimos un buen trabajo. Nos apoyamos mutuamente en ambos lados. Jugamos con mucha energía", argumentó.

Ed Davis (14 puntos y cinco rebotes) encarna una evolución que reafirma lo bien que le está sentando la titularidad. Wayne Ellington supo llevar a la perfección la responsabilidad de ocupar el puesto de Kobe y Jeremy Lin mostró esa agresividad con reminiscencias a su época en los Knicks de Nueva York.

Los Lakers supieron mover el balón como pocas veces esta temporada (28 asistencias totales). Se atrevieron desde el perímetro gracias a 12 triples que supusieron la mejor marca de la campaña (empatado con el encuentro ante San Antonio Spurs de diciembre y de Washington Wizards). Además, la intensidad defensiva fue clave para desquiciar a unos Warriors irreconocibles en varias fases del partido. Hasta 20 balones perdieron los vecinos de la Bahía de San Francisco.

La nota curiosa de la jornada llegó de la mano del exjugador de los Lakers, Vlade Divac, quien anotó un lanzamiento desde media cancha durante el descanso del encuentro para que su fundación (Divac Children Fundation) y la de los Lakers Youth Foundation se repartieran un cheque por valor de 90,000 dólares. Sin duda, se trató del augurio de que algo bueno estaba por llegar en el Staples Center.