ASUNCIÓN -- El plantel de San Lorenzo realizó el reconocimiento del campo de juego en el Defensores del Chaco, donde este miércoles disputará el primer acto del capítulo más importante de su historia. ESPN.com ingresó en la última parte del entrenamiento y se pudo ver a los jugadores de muy buen humor.
No es para menos, tienen que estar orgullosos de lo que lograron. Cumplieron con el objetivo de alcanzar por primera vez la instancia decisiva de la Libertadores luego de clasificarse agónicamente a los octavos de final, para después ir creciendo hasta consolidarse como equipo respetando una idea de juego.
En la práctica hubo ejercicios de centro y definición, con cargadas a los que fallaban, y luego completaron con un partido en media cancha con Romagnoli y Matos como arqueros. Una vez finalizados los trabajos, Edgardo Bauza y Julio Buffarini hablaron con los medios.
El entrenador se expresó con tranquilidad por el gran momento de su equipo, pero siempre respetando al rival. Esa misma frescura es la que le inculca a los jugadores para que no absorban la presión y la euforia que transmite la hinchada. "El mundo futbolístico quisiera estar acá y más allá de la presión, también hay que intentar disfrutar un poco", comentó el DT que fue campeón de la Libertadores en 2008 con LDU de Quito.
Santiago Gentiletti, en diálogo con SportsCenter, no dudó en destacar la influencia del técnico: "Fue muy importante en lo que fue el crecimiento de este equipo, y saber como afrontar la Copa".
Los hinchas van llegando desde Buenos Aires y Asunción se tiñe de azul y rojo. También los paraguayos sacan a relucir los mismos colores para alentar al Tricolor, que a pesar de no contar con una gran cantidad de aficionados tendrán el respaldo de hinchas de otros equipos.
Los asuncenos viven esta final como propia. Es el segundo equipo paraguayo que llega a la definición de la Copa, y tienen la ilusión de que la Libertadores vuelva al país tras el título de Olimpia en 2002. Además, les permite dejar atrás su ausencia en el Mundial de Brasil.
Para este miércoles se espera una revolución azulgrana en la ciudad. Por aire y por tierra miles de hinchas llegarán a la capital paraguaya, aunque muchos de ellos no podrán ingresar al estadio. El sentimiento los desborda y se ilusionan con alcanzar el sueño que los desveló durante toda su vida.