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La pieza que faltaba

Terrell Owens tuvo 77 recepciones para 1,200 yardas y 14 TDs con los Philadelphia Eagles en el 2004. AP

Nota del editor: ESPN.com recuerda a los equipos más interesantes de la NFL desde el año 2000 con una serie en cinco entregas titulada "Los equipos más fascinantes del siglo". Continuamos con la llegada de Terrell Owens a Philadelphia, los Eagles del 2004.

Un jugador era todo lo que faltaba.

Cuando Ike Reese escuchó la noticia a principios del 2004 que los Philadelphia Eagles estaban detrás del receptor abierto All-Pro, Terrell Owens, Reese llamó a su compañero de los Eagles, Brian Dawkins. "Él y yo estuvimos de acuerdo en que si conseguíamos a ese jugador no habría ninguna duda. Íbamos a ir al Super Bowl", declaró Reese, líder de los equipos especiales de los Eagles y apoyador de tercer intento.

Un jugador puede hacer la diferencia. Y Owens la hizo.

Los Eagles del 2004 fueron uno de los equipos más dinámicos, confiados, explosivos y dominantes de este siglo. Eran un equipo sin debilidades. Andy Reid había pasado cinco temporadas construyendo los cimientos, reclutando inteligentemente a jugadores talentosos y llenando los huecos a través de la agencia libre.

Tenía a un genio en el coordinador defensivo, Jim Johnson. Tenía un cuerpo de entrenadores que incluía a cuatro asistentes --el coordinador ofensivo, Brad Childress; el entrenador de apoyadores, Steve Spagnuolo; el coordinador de equipos especiales, John Harbaugh; y el entrenador de mariscales de campo, Pat Shurmur-- que se convertirían después en entrenadores en jefe.

Reid tenía a un mariscal de campo, Donovan McNabb, que estaba en el mejor momento de su carrera; un corredor, Brian Westbrook, que estaba a punto de convertirse en una amenaza multifacética saliendo del backfield; una defensiva que estaba cargada con cazamariscales efectivo; un sólido apoyador central, Jeremiah Trotter; y backs defensivos que podían cubrir y golpear.

Los Eagles habían estado en el Juego por el Campeonato de la NFC en las temporadas del 2001, 2002 y 2003, pero habían perdido en todas las oportunidades, primero ante unos St. Louis Rams más talentosos y después en casa frente a los Tampa Bay Buccaneers y los Carolina Panthers. La derrota contra los Panthers, en particular, había devastado a los Eagles, que eran favoritos jugando en su nuevo estadio.

Luego de esa derrota, 14-3, los Eagles habían sido etiquetados como un equipo que no tenía el instinto asesino y que no podía al mayor escenario, en parte debido a todas sus fortalezas. Reid no le había dado a McNabb una amenaza de jugadas grandes en la posición de receptor abierto.

Freddie Mitchell, Todd Pinkston y James Thrash eran sólo muchachos. Sin embargo Owens era el hombre. Junto contra la otra gran adquisición de temporada baja de los Eagles en el 2004, el ala defensiva, Jevon Kearse, Owens le dio a Philadelphia una arrogancia que le había faltado el equipo.

"Cuando entramos al campo de las actividades organizadas por el equipo al primer partido en contra de los New York Giants, sentíamos que ningún equipo podía vencernos", señaló Reese. "Estábamos cazando a los Rams, a los New England Patriots y los Indianapolis Colts. Ellos eran a quienes teníamos que vencer. Recuerdo que el nivel de confianza estaba en su punto más alto para un equipo que venía de disputar Juegos por el Campeonato de la NFC. Nos llevó a sentir que éramos invencibles".

El bullicio alrededor de los Eagles era evidente. Los aficionados acudieron a su campamento de entrenamiento en la Universidad Lehigh en Bethlehem, Pennsylvania. Cada vez que Owens atrapaba un pase, los aficionados gritaban "T.O., T.O., T.O". Una práctica atrajo a más de 25,000 aficionados.

Los partidos eran celebraciones ruidosas. Owens y McNabb tenían química. Reid lo notó cuando fueron compañeros en el equipo de la NFC durante el Pro Bowl de ese año.

"Él y Donovan tenían esta confianza el uno en el otro en el campo que era increíble", indicó Reid. "Así que uno sentía que en cualquier situación, T.O. podría hacer una jugada y Donovan podría hacerle llegar el balón. No importaba la cobertura, él iba a ganar y Donovan iba a llegar hasta él. Era algo divertido de ver".

Philadelphia ganó sus primeros siete partidos de la temporada --por primera ocasión en la historia de la franquicia-- antes de caer ante los Pittsburgh Steelers, que terminaron esa temporada con marca 15-1. Después de ese partido, Johnson nombró a Trotter, veterano y líder vocal del equipo, como apoyador central titular, un movimiento que fue bien recibido en el vestuario y que le dio a los Eagles un legítimo apoyador contra la carrera.

Luego de una victoria en la Semana 12 frente a los Giants, Philadelphia aseguró la NFC Este más rápido que cualquier otro equipo que haya ganado una carrera divisional. En la semana 13, en casa ante los Green Bay Packers, que llevaban marca 7-4, los Eagles anotaron 28 puntos en el segundo cuarto para tener una ventaja 35-0. McNabb lanzó cinco pases de touchdown en la primera mitad. La defensiva capturó a Brett Favre cinco veces y limitó a la ofensiva de primer equipo de los Packers a tres puntos, en camino a una cómoda victoria por marcador 47-17.

Sin embargo en la Semana 15, en contra de los Dallas Cowboys, el desastre llegó. Los Eagles estaban 12-1 y jugaban para asegurar la ventaja de la localía durante los playoffs. En la primera marcha ofensiva de Philadelphia en el tercer cuarto, McNabb lanzó un pase completo a Owens. El profundo de los Cowboys, Roy Williams, tacleó a Owens detrás del cuello, fracturando el peroné de Owens y dañando dos ligamentos de su tobillo.

Los Eagles ganaron el partido, 12-7, pero el pronóstico de Owens no era bueno. Necesitaba cirugía y se perdería el resto de la temporada regular. Quizás podría regresar si el equipo llegaba al Super Bowl. Quizás.

"Todos pensaban, 'Demonios, aquí vamos otra vez'", expresó el ala defensiva, Hugh Douglas. "Pero luchamos con eso".

Reid dio descanso a sus titulares para los últimos dos partidos de la temporada regular. Ambos juegos fueron derrotas, por lo que Philadelphia terminó con Récord 13-3. Sin embargo los titulares tuvieron marca 13-1, con un margen de victoria promedio de 14-7 puntos. En sus 13 triunfos, los Eagles promediaron 28.2 puntos por juego y limitaron a sus rivales a 13.5 por encuentro. Terminaron con la segunda mejor defensiva de la NFL en puntos permitidos (16.2) y capturas (47). McNabb completó el 64 por ciento de sus pases para 3,875 yardas, con 31 touchdowns y sólo ocho intercepciones. En 14 partidos, Owens tuvo 77 recepciones para 1,200 yardas y 14 touchdowns.

Pero aún había trabajo por hacer.

En los playoffs sin Owens, los Eagles pasaron por encima de los Minnesota Vikings, a quienes habían vencido en la Semana 2. Después, recibieron a los Atlanta Falcons en su cuarto Juego por el Campeonato de la NFC de manera consecutiva. Johnson ideó un plan de juego para hacer que el mariscal de campo de los Falcons, Michael Vick, corriera a su derecha. Los Eagles limitaron a Vick a 11 pases completos y apenas 26 acarreos sin touchdowns. Los Eagles ganaron 27-10 y comenzó la celebración en el Lincoln Financial Field.

"Esa fue la mejor sensación del mundo", indicó Reese. "Debió estar a 30 grados bajo cero allá afuera, pero se sentía que estábamos a 80 grados cuando el reloj se detuvo.

Los New England Patriots y el Super Bowl XXXIX esperaban en Jacksonville. La historia de la semana previa al partido fue la salud de Owens. Él les dijo a sus compañeros luego de la lesión que jugaría en el partido si lo llevaban allí. Dormía en una cámara hiperbárica y se rehabilitó después de la cirugía para implantar dos tornillos y una placa en su tobillo. Y Owens jugó.

Los Eagles estaban siete puntos abajo en las apuestas pero mantuvieron el partido cerrado en la primera mitad. La defensiva limitó a New England a apenas siete puntos, sin embargo los Eagles perdieron dos balones y se fueron empatados al medio tiempo, 7-7. Los Patriots anotaron en su primera posesión del tercer cuarto, y luego de que los Eagles respondieran para empatar el juego, 14-14, New England aumentó la ventaja, 24-14, en el último cuarto.

Philadelphia recibió el balón con 5 minutos y 40 segundos por jugar, pero le tomó cerca de cuatro minutos anotar un touchdown en una marcha que careció de urgencia o de conocimiento del reloj. La defensiva después forzó a los Patriots a irse en tres jugadas y fuera, pero New England encerró a los Eagles en su yarda cuatro. La tercera intercepción del día para McNabb terminó el partido.

"En realidad se redujo a esa última marcha, como pasa en esos partidos", sentenció Reid. "Tuvimos muchas pérdidas de balón, cuatro balones perdidos. No se puede hacer. Yo estaba llamando las jugadas. Asumo la responsabilidad por eso".

Owens terminó con nueve recepciones para 122 yardas mientras prácticamente jugaba en una pierna. Hizo su trabajo. Y después todo se vino abajo. Uno de los jugadores informó que McNabb había vomitado en la reunión previa a la jugada durante la penúltima marcha. Owens indicó que él no informó nada. Despidió a su agente y contrató a Drew Rosenhaus para tratar de negociar un nuevo acuerdo con Philadelphia. Los Eagles no tenían intención de alterar el contrato de Owens después de una temporada. La situación comenzó a derrumbarse a partir de ahí.

En el 2005, básicamente con el mismo equipo, Philadelphia terminó 6-10, incluyendo una marca 0-6 en la NFC Este. McNabb terminó en la lista de reservas lesionados por una hernia deportiva y Owens terminó siendo cortado por el equipo.

Un equipo que tenía el talento para volver al Super Bowl sufrió una estrepitosa caída.

Sin embargo, Reid indicó que la apuesta por Owens había valido la pena.

"Sí, creo que lo valió", declaró Reid. "Me gusta Terrell. Todos podíamos haberlo manejado un poco distinto. Asumo un poco de culpa por eso. Todos los que conozco quieren ir por Terrell. Acepto parte de la culpa también. Hubo cosas que pudimos haber hecho mejor después de la forma en la que salió. Pero, ¿valió la pena? Sí. Lo haría de nuevo. Desearía que las cosas hubiesen resultado mejor durante el Super Bowl. Philadelphia se merece tener un campeonato ahí, pero no resultó de esa manera".

No, no fue así. Sin embargo Owens les dio a los Eagles una oportunidad que podrían nunca haber tenido. Demostró que un jugador puede hacer una gran diferencia.