NUEVA YORK -- Tommy Robredo habla y mastica, a la vez, el sándwich de la media tarde. En el televisor, detrás suyo, Kim Clijsters juega el último punto de su carrera en singles, una devolución que pica afuera tras el saque de Laura Robson. A los pocos segundos, Andy Roddick escribiría un tweet alabando el don de buena gente de Kim. Andy también tenía procesada su decisión de retirarse.
Clijsters y Roddick se van; Robredo vuelve.
A los 30 años, el catalán ingresa en una segunda etapa de su carrera, luego de la cual podrá retirarse del tenis en sus términos, de acuerdo a su voluntad. El triunfo ante el italiano Andreas Seppi en el US Open significó el primero en un Grand Slam desde Australia 2011, el primero desde el regreso tras una operación en la pierna izquierda; técnicamente, una tendinopatía crónica en los isquiotibiales, sumada a una fribrosis en la lesión de aductor. La intervención se realizó en febrero de este año en la Clínica de Medicina del Tenis en Barcelona.
"Tampoco porque le haya ganado a un cabeza de serie deberé esperar resultados como en otra época de mi carrera", se ataja Robredo en diálogo con ESPNDeportes.com. "De todas formas, es bonito entrar a la pista y pensar sólo en táctica. Hacía dos años que venía pensando en mis problemas físicos". Este viernes deberá pensar en el argentino Leonardo Mayer, su rival en segunda ronda del último Grand Slam del año.
Ubicado 178º en el ranking mundial, Robredo disfrutó de su mejor ranking en 2006, cuando se ubicó quinto, y llegó a caer al lugar 471 por la falta de competencia luego de la operación. "Ya casi estamos en números de prima de riesgo español!!! Esperemos en 3 semanas empezar a alejarnos rápido!!!", bromeaba en su cuenta de twitter, con respecto a un indicador económico de la crisis española.
En su historia, no hubo momentos dramáticos, dudas sobre la continuidad en el circuito. "Estaba con muchas ganas de jugar, siempre determinado. Hice todos los tratamientos posibles y al final, cuando me dijeron que había que operar, accedí porque era la solución. Desde la operación no me ha dolido más la pierna. Siempre quise volver; de otra forma hubiera agarrado, colgado la raqueta y me quedo tranquilo en casa".
El retorno se cumplió en junio, en el challenger de Caltanissetta, Italia. Podría haber optado por su ranking protegido (50º), pero eligió sumar partidos y rodaje. "Hacía diez años que no jugaba en challengers. Mi equipo y yo pensamos que antes de usar el ranking protegido, lo importante era recuperar el nivel y volver a jugar partidos. Una cosa era tener uno por semana, otra cuatro seguidos. Había que ser humilde y jugar esos torneos. Por suerte gané el primero, también el segundo (Milan) y después de ahí, fue cuestión de combinar", explica el español.
Durante los meses post-operación, Robredo pasó tiempo con su novia, amigos, no vio demasiado tenis por televisión (sólo los grandes torneos) y aprovechó para sacar el título de carnet de barco. "Iba la playa, hacía lo que apetecía. Era un buen momento para hacer esas cosas que el tenista que vive en el circuito no está acostumbrado".
Al regreso, los títulos en challengers y volver a acostumbrarse a los ATP. Aparecieron los típicos dolores menores de competencia, esos momentos en los que el cuerpo se acomoda a la exigencia, y su mejor resultado desde la vuelta lo obtuvo en Bastad, donde alcanzó los cuartos de final y le robó un set a David Ferrer.
"Enseguida cogí el nivel. Quiero sumar victorias y escalar posiciones", dice Robredo, que elige la siguiente figura para comparar su hambre en el regreso. "No sé lo que es una droga, pero es esa adicción, como que te den Coca-Cola todo el tiempo y un día te la quiten. A mi me quitaron el tenis y quería tenis, tenis, tenis". El catalán utilizará el ranking protegido para Tokio, el Masters 1000 de Shanghai y en torneos a principios de 2013. El objetivo para el año próximo es competir en el ATP a calendario completo.
"Cada día es un sueño, cada partido que pueda ganar, cada punto que pueda sumar. Tenísticamente he hecho muchas cosas ya, podría haber hecho más o menos. Lo que quiero es intentar volver a estar donde mas me gustaba: con los mejores", comenta. "Haré lo posible por estar allí. Si llego, bien; si no, pues donde me quede. Intentarlo para mí es un placer".