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La medalla que 'unió' a México

¿Están todos arriba? ¿No falta nadie? ¿Seguros? Bueno... Ya puede arrancar el tren. No. No es tan fácil. Por favor que nadie se cuelgue de esta medalla. Ninguna ‘autoridad’ lo puede hacer. Mucho menos Alfredo Castillo poner un alto al fuego de un momento a otro cuando ya echó varias bombas a las autoridades del Comité Olímpico Mexicano. ¿Entonces rompemos el comunicado donde los responsabilizan del tema de los uniformes? No, hay que sostenerse. No hay marcha atrás. La guerra entre ambas instituciones que comandan el deporte en México dañó a los deportistas no aquí en Río, sino desde su propia preparación. Ahora no quieran ofrecer la mano, cuando en la otra tiene el cuchillo. Este triunfo del boxeador es por su esfuerzo. Que nadie se cuelgue de esta presea, solo Rodríguez sabe su esfuerzo. ¿O ya nos olvidamos que pidió dinero para ser apoyado? Felicidades, Misael, tú sabes quiénes estuvieron contigo. Valóralos, porque te saldrán muchos amigos que ‘siempre creyeron en ti’.

La otra cara de la moneda

Minutos después de que Misael Rodríguez asegurara medalla, la otra cara la vivió Emigdio Abarca. El sueño del Mosca mexicano se quedó atorado con su eliminación. No vi a un sólo dirigente que fuera a darle un abrazo. ¿O sí? Igual sí pasó, pero ningún medio lo debe tener registrado. El tema es que el guerrerense de plano nos reveló que quiere tener una vida digna, porque los 10 mil pesos que le da el ejercito no alcanzan. El sueño de comprarle casa a su madre quedó en eso. Ahora se dedicará al profesionalismo donde están las grandes bolsas. Mientras la vida de Misael dará un giro de 180 grados, la de Emigdio seguirá en el anonimato, si no llegar a realizar una gran carrera en su siguiente etapa. Será un caso más de un pugilista que vino a Río, pero que no le alcanzó para llevarse la gloria.

No todo es medalla

Es verdad que las medallas son el bálsamo del fracaso. Sin embargo, hay deportistas que sin que se la vayan a colgar tuvieron destacadas actuaciones. Es el caso de la dupla de nado sincronizado, integrada por Nuria Diosdado y Karem Achach. Las sirenas lograron avanzar a la Final. Ya se encuentran entre las mejores 12 del mundo, lo cual es muy bueno si se considera que en Londres, México quedó en 18. Eso es avance. Difícilmente se colgarán la presea -ojalá lo logren-, pero hay un avance tácito en su desempeño. No todo es malo en los deportistas mexicanos. También hay cosas positivas y esta es una, como la de Alberto Álvarez en salto triple. El atleta avanzó a la Final y tendrá posibilidades de ubicarse entre los primeros 10 del mundo, algo que ya es de élite.

Ignacio Prado, décima quinta posición

Finalmente el pedalista Ignacio Prado se colocó en la décimo quinta posición de 17 ciclistas, en las prueba Ómnium. El tema es que los últimos dos ni siquiera terminaron los test. Bueno, pues evidentemente no es un puesto importante, pero ojalá le den todos los apoyos al joven ciclista para llegar muy fuerte en los siguientes Juegos Olímpicos en Tokio. El haber participado en Río seguramente fue una gran experiencia. Sacará sus propias conclusiones, pero es un hecho que está alejado de las posiciones de privilegio. Prado cuenta con juventud y talento. Ahora es tiempo que siga su crecimiento deportivo con apoyos y confianza.