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¡Argentina se coronó campeón mundial de pádel!

Argentina, que venía de perder la final con España en el Mundial pasado, recuperó la corona. Gentileza FIP

La selección argentina masculina de pádel recuperó este sábado la corona de campeona mundial tras derrotar por 2-1 a España en la serie final del certamen disputado en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.

En una final vibrante, que tuvo absolutamente de todo, la selección albiceleste volvió a levantar un título que no conseguía desde 2016.

Comenzó adversa la cuestión, ya que en el primer punto el catamarqueño Agustín Tapia y el oriundo de Olavarría Federico Chingotto cayeron por 3-6, 7-5 y 6-3 ante Paquito Navarro y Juan Lebrón (integrante de la pareja Nº1 del mundo junto a su compatriota Alejandro Galán, que en esta serie el capitán del equipo ibérico decidió separar).

Tapia-Chingotto estaban dominando el partido hasta que, en el segundo set, el catamarqueño se pegó involuntariamente con su paleta en un pómulo y tuvo que ser asistido. Ese hecho cambió el panorama del encuentro. Quedaron algo conmocionados los argentinos (Tapia tenía un hematoma visible), bajaron un segundo la guardia y sus rivales, dos que tienen mucho oficio, lo aprovecharon para levantar el nivel y quedarse con el triunfo.

Argentina quedaba contra la espada y la pared. Necesitaba ganar sí o sí el segundo punto para seguir viva en la serie. Y allí saltaron a la cancha el bonaerense Martín Di Nenno y el chaqueño Franco Stupaczuk, dos que más que amigos son casi hermanos y que cuando eran Nº1 del circuito argentino se hicieron famosos bajo el mote de Superpibes.

Enfrente, Galán (el otro Nº1 del mundo que tenía España en sus filas) y Arturo Coello. A priori parecía una empresa muy complicada para la selección albiceleste.

Pero Di Nenno-Stupaczuk revivieron en Dubai la alianza inquebrantable que tuvieron como pareja desde su época de juveniles hasta la llegada a Europa para jugar el World Padel Tour (WPT) y el accidente que sacó por más de un año a Martín de las canchas allá por 2016.

Jugaron a un nivel galáctico y no les dieron chances a sus rivales: 6-3 y 6-2 para llevar la serie al tercer y definitivo punto.

¿Los protagonistas del partido que definía todo? El mejor jugador de la historia de este deporte, el bonaerense Fernando Belasteguín (de 43 años y quien fuera Nº1 del planeta durante 16 años), junto al mago de San Luis, Daniel 'Sanyo' Gutiérrez.

Les costó unos games acomodarse en la cancha a Bela y Sanyo. Pero cuando lo hicieron fueron una aplanadora para recuperar la rotura de servicio que tenían en contra y llevarse la primera manga.

Comenzaron de igual manera en el segundo set, pero los españoles -que compiten juntos en el circuito profesional y, por tanto, se conocen muy bien- de a poco le fueron encontrando el ritmo al encuentro y lograron hacerse con la manga por 7-5.

Llegaba el último parcial del Mundial.

Y allí Belasteguín-Gutiérrez (tiene 38 años) sacaron a relucir todo su oficio. Supieron manejar los nervios propios y aprovechar los ajenos.

Cuando llegaron los momentos clave, Sanyo apareció en todo su esplendor, siempre muy bien respaldado por el sólido Bela.

6-3 y festejo alocado del equipo argentino.

Merecidísimo.