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Tapia y Coello, campeones del Premier Padel de Acapulco aplastando a unos Lebrón y Galán que se despedían

Tapia sacó todos los trucos de su galera en la final de Acapulco. Prensa Premier Padel

El argentino Agustín Tapia y el español Arturo Coello pasearon este domingo su pádel implacable por Acapulco, México. Protagonistas excluyentes de la final del torneo P1 de Premier Padel que allí se jugó, aplastaron por 6-0 y 6-4 a los ibéricos Juan Lebrón y Alejandro Galán, que con este subcampeonato se despidieron como dupla.

El partido, que tuvo transmisión en vivo por Star+, escondía para Tapia y Coello muchos potenciales elementos de distracción. Enfrente estaba una pareja que hizo historia en este deporte, dominándolo con mano de hierro durante cuatro años, en su último encuentro. Además, era la única con la que mantenían una paridad en el historial (4 victorias para cada lado). Con ellos habían perdido la final del primer certamen de la temporada, en Riyadh, Arabia Saudita.

Para colmo esta vez era en Acapulco, el lugar donde se creó el pádel.

Nada de eso los quitó de su foco.

Como muestra, un botón: ganaron ocho de los primeros nueve puntos del partido. Aprovecharon cierto nerviosismo de sus rivales para no permitirles respirar.

Exhibieron un estilo aun más violento del habitual, pero no exento de toques de sutileza.

Con quiebres en el primero, tercero y quinto game, y perdiendo realmente muy pocos puntos, cerraron con un inédito 6-0 el primer set, en apenas 17 minutos.

Tapia totalmente desinhibido, comiéndose la cancha, pasando de un potente smash a un drop milimétrico, con voleas de definición al hueco, sin margen de error.

Coello con voleas híperofensivas y la amenaza constante de su remate incontestable.

No obstante, y por si alguien se había distraído, enfrente estaban Lebrón y Galán. Competidores natos, no iban a bajar los brazos así nomás.

Por eso en el segundo parcial cambió la tónica.

Aunque todavía superada, la dupla española aplicó estrategia. Empezó a utilizar más los cambios de ritmo, a intentar bajarle la velocidad al juego, y así emparejó la cuestión.

Se hicieron fuertes con sus servicios y, de esa forma, la final volvió a tomar color.

Recién en el quinto game, los Bombarderos consiguieron quebrarles el saque y pasar al frente.

Todo era más disputado, pero Tapia-Coello seguían luciendo más convencidos, más sueltos.

Ese quiebre fue suficiente para llevarse el parcial por 6-4 y festejar su segundo título sobre tres torneos que se llevan disputados esta temporada (en el restante perdieron la final, justamente, ante Lebrón y Galán).

Lebrón-Galán jugaron su último partido juntos. Y ahora ¿quién podrá detener a Agustín y Arturo?