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Sebastián Nerone, prócer viviente, se despidió del pádel en Buenos Aires y emocionó a todos

Dos nenas juegan a algo que no logro reconocer apoyadas en el cristal del fondo de la segunda cancha del Buenos Aires Padel Master, en La Rural. Una tiene cabello rubio. Amarillo. Se ríe cuando mira a la otra, de pelo algo más largo y color castaño. Juegan, claro, del lado de afuera. Porque del lado de adentro están entrenando los número uno del mundo, los españoles Alejandro Galán y Juan Lebrón.

Es llamativo lo distendidas que están, porque alrededor se juntan decenas de personas fascinadas con Galán-Lebrón. Ellas les dan la espalda. Juegan.

La imagen se me queda grabada mientras camino hacia la cancha principal, donde voy a cubrir la conferencia de prensa de presentación del torneo, que es la fecha argentina del World Padel Tour (WPT), el circuito más importante del planeta.

El protagonista acá es Sebastián Nerone, el argentino que fue número uno del mundo en 2001 e integró junto a su compatriota Gabriel Reca una de esas parejas que se transformaron en marca registrada, perforando los límites del ambiente padelístico.

‘Lasaigues-Gattiker’ es el caso paradigmático. Pero ‘Reca-Nerone’ está, seguro, en el top 3, compitiendo tal vez con ‘Díaz-Bela’.

Juega aquí el último torneo de su carrera profesional, gracias a que la organización le otorgó una invitación. Cuenta que el pádel le dio “todo, tanto en lo deportivo como en lo personal” y que para él: “Es un sueño poder cerrar el ciclo ante mi familia, mis amigos, mi gente”.

Su partido de primera ronda lo disputará junto a otro histórico del pádel argentino, Maximiliano Grabiel, frente a los españoles ‘Pincho’ Fernández y José Antonio García Diestro. Está programado para el último turno del escenario principal.

La jornada inicial del certamen transcurre sin grandes sorpresas pero con alguna decepción, como la derrota del bahiense Miguel Lamperti –el más carismático del circuito y uno de los preferidos del público albiceleste- junto al ibérico Miguel Yanguas ante el porteño Juan Cruz Belluati y el platense Ramiro Moyano por 3-6, 6-3 y 6-4.

O la eliminación de otro bahiense, Juani Mieres, quien fue campeón en la última edición de este torneo junto al español Galán y ahora está jugando con su compatriota Matías Díaz.

Llega el partido de Nerone. Afuera ya está oscuro, pero en el pabellón donde están instaladas las canchas es siempre de día. Hay una presentación especial. Claro, puede ser el último partido como profesional de esta leyenda viviente.

El locutor del estadio destaca todos sus logros. En un momento, anuncia que se le va a entregar una plaqueta de reconocimiento.

Pienso que es un gesto demasiado frío hasta que veo que los reflectores enfocan a las dos nenas que más temprano jugaban distendidas.

Ellas traen la plaqueta y se la entregan a quien –ahora descubro- es su padre.