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Aroldis Chapman: no terminan sus ajustes en su vida

El lanzador cubano Aroldis Chapman se convirtió en una verdadera sensación la campaña pasada con apenas 24 años de edad y 38 salvamentos en su primera temporada completa como cerrador.

Inicialmente el plan de los Rojos de Cincinnati era que el zurdo formase parte de su rotación de abridores, después de ofrecerle contrato de seis años y $30 millones a principios de 2010, pero se vieron obligados a la transición después de una lesión del taponero Ryan Madson.

Y con una explosiva recta que ha llegado a alcanzar las 105 millas por hora, el lanzamiento más rápido jamás registrado en un partido de Grandes Ligas, es muy difícil pensar que el zurdo podría dedicarse a otra cosa que no fuese el béisbol profesional.

"Está difícil, pero si no fuera pelotero quizás [sería] cantante, pienso que de reggaetón porque la salsa y yo no combatimos mucho, ¡tengo dos pies izquierdos!", dijo el siempre sonreído cubano a ESPNDeportes.com.

El lanzador, al igual que muchos jóvenes de su edad, es amante del género musical, en especial de los cantantes puertorriqueños Don Omar, Daddy Yankee y Wisin y Yandel. Pero aseguró que en el camerino trata de variar las canciones para complacer a todos los gustos.

"En el clubhouse pongo música latina y americana también, para que no se moleste la gente, escucho todo tipo de música, pero en el estadio cuando salgo a pichar tengo una canción de Celia Cruz", acotó con su característica sonrisa.

Chapman, cuyo apellido proviene de sus abuelos jamaiquinos, es pieza importante de la nueva camada de cubanos en Grandes Ligas que ha intentado adaptarse a la cultura estadounidense y al mismo tiempo mantener sus raíces latinas, algo que dijo se le ha hecho muy difícil con los Rojos en Cincinnati.

"Desde el tiempo que estoy en Cincinnati no he visto nada cubano, ni latino, ahora gracias a Dios tengo a mis padres aquí, y puedo comer mi comida favorita... congrí con ropa vieja y tostones", agregó.

La deserción de Chapman, al igual que la de muchos peloteros nativos de la isla caribeña, estuvo repleta de contratiempos, siendo incluso atrapado en su primer en un intento de salida ilegal, cuando perdió su puesto en el equipo nacional. Chapman se reintegró a la escuadra nacional para luego desertar en 2009, durante un viaje a un torneo internacional en Holanda.

El año pasado, Chapman fue acusado de haberse aliado con el gobierno para lograr salir de Cuba a cambio de testificar en casos de posibles deserciones, acusaciones que siempre ha negado, aunque admitió que no ha sufrido al nivel que muchos de los desertores de la isla caribeña.

"Fui a jugar un torneo en Holanda [donde deserté], y luego me fui a España alrededor de nueve meses. Pasé menos trabajo que muchos de los cubanos que han venido aquí, que han tenido que venir en barco [y atravesar] el mar, y hay que tener bastante valor para hacer eso. Casi todos [los cubanos] que hemos llegado aquí hemos tenido que pasar por eso, dejar a nuestra familia atrás, pero con el tiempo, si Dios quiere, uno podrá reunirse con ellos".

El juvenil taponero creció sintiendo gran admiración por el estelar lanzador nativo de Pinar del Río Jose Contreras, quien a sus 41 años permanece activo con los Piratas de Pittsburgh Pirates tras 10 campañas en Grandes Ligas, a quien espera poder emular para seguir poniendo en alto el béisbol cubano.

"Siempre admiré a [José] Contreras desde Cuba y después cuando vino para acá, y siempre lo he admirado como lanzador, es muy buen atleta y muy trabajador. Es a lo que vinimos aquí, a demostrar que podemos jugar en este béisbol. Nuestro béisbol en Cuba es amateur y mucha gente piensa que no podemos jugar en este nivel, y siempre pensé jugar aquí en este béisbol que pensamos es el mejor que hay en el mundo y llegar a ser uno de los mejores peloteros del béisbol profesional".

Chapman, quien fue abridor la mayoría de su juvenil carrera, se está disfrutando a plenitud su rol como taponero y espera seguir contribuyendo para llevar a los Rojos de Cincinnati a ganar su primera Serie Mundial desde 1990, pero dejó muy claro que está muy lejos de ser considerado el próximo Mariano Rivera.

"Está difícil eso. Mariano tiene una carrera perfecta y de muchos años y es muy difícil lograr de ser como él o parecido a él. No sólo yo, pero la mayoría de los cerradores intentamos hacer algo para acercarnos… pero la verdad es que va estar muy difícil", dijo el cubano.