GÉRARDMER -- ¿Hace cuántos años que no veíamos a cinco franceses entre los primeros 10 de la llegada en una etapa del Tour?
Pues este sábado tocó que los corredores galos hicieran su fiesta en el primer contacto con una llegada en alto. Tanto Cofidis como el AG2R La Mondiale lucharon en los días previos por los puntos de montaña y fue el turno para que se volvieran a subir a la fuga con tal de sumar en el cierre con tres puertos.
En la escapada estaban Blel Kadri (AG2), Adrien Petit (COF) y Sylvain Chavanel (IAM) representando a Francia, y Niki Terpstra (OPQ) y Simon Yates (OGE) quienes en conjunto llegaron a tener más de 11 minutos de ventaja, por lo que vieron la posibilidad de negociar entre los cinco la victoria de etapa.
Chavanel quiso revivir glorias de escapada pero las piernas más jóvenes de Blel Kadri fueron muy difíciles de igualar, así que el joven de 27 años se fue solo por la conquista de las tres cimas incluida la victoria de etapa, que llega en su cuarta participación en el Tour de France. Además, su equipo atrás respondió de manera brillante con los favoritos y pusieron a tiro de piedra a Romain Bardet de la clasificación de los jóvenes a solo 13 segundos del polaco Michal Kwiatkowski (OPQ), quien por cierto perdió toda la ventaja acumulada en días anteriores al quedarse en la primera subida.
"Para mí el ritmo del Tinkoff fue demasiado rápido aunque estaba bien ubicado para subir el puerto", dijo el polaco. "Afortunadamente Tony Martin y Jan Bakelants me ayudaron a sobrevivir para mantenerme vestido con el maillot blanco".
En el grupo que venía arreando el Tinkoff-Saxo también estaba Jean Christophe Peraud (AGB2) y Thibaut Pinot (FDJ) quienes junto con Chavanel redondearon la actuación francesa en esta etapa con la primera prueba montañosa. El equipo de Alberto puso duro ritmo para subir la primera dificultad, un paso que el Astana no pudo soportar de la misma manera y que dejó cortados a Michel Scarponi y Jakob Fuglsang. Vincenzo Nibali trató de mantener la calma mientras seguía la rueda de Contador sabiendo que este tipo de llegadas explosivas no son su fuerte.
El Tinkoff Saxo había metido a Tosatto, Morkov y Bennati para llevar al equipo en el llano pero en la montaña su línea de ataque se basó en Paulinho, Majka, Rogers y Roche. Según dijo el director deportivo Philippe Mauduit: "Alberto no fue al máximo de su capacidad pero probó a los rivales, de los cuales Nibali se vio como el más fuerte. Ganamos sólo segundos sobre Vincenzo pero vendrán más. Ya veremos en Alpes y Pirineos, pero no hay que subestimar las etapas 9 y 10".
Siempre es difícil medir el impacto de las primeras llegadas en alto y aunque estaban marcadas entre 2° y 3° categorías, estos premios tenían rampas complicadas, así que muchos no pudieron reaccionar tan bien como Contador o Nibali, además de que la lluvia se sumó a la tarea del día.
Aunque se quedó también solo al final Richie Porte (SKY) casi no cedió tiempo en la meta, sólo siete segundos con Contador y cuatro con Nibali. Alejandro Valverde (MOV), Tejay Van Garderen (BMC), Rui Costa y Bauke Mollema (BEL) cedieron unos cuantos segundos más, mientras que los que fracasaron para defender sus posiciones fueron Jurgen Van den Broeck (LTB) y Andrew Talansky (GRS), este último con una caída en una curva otra vez hoy que lo sacó del top 10 de la general. Talansky está corriendo bastante ansioso y ya van dos caídas en días consecutivos.
El terreno se pone cada vez más difícil. La etapa 10 será de un constante sube y baja con seis premios que van de 3° a 1° categoría, aunque se culminan bastante lejos de la meta en Mulhousse.
Es el terreno propicio para otra fuga en donde, de los 170 kilómetros a recorrer, 37.1 son para arriba. El punto más alto en los Vosgos está contemplado en el camino; el Gran Ballon a 1,336 metros sobre el nivel del mar, el último de los puertos de la jornada.