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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Gareth Southgate y su karma con los penales

Gareth Southgate se lamenta tras fallar su decisivo penal frente a Alemania en la Euro 1996 Getty Images

El partido está casi definido. Inglaterra le gana 1-0 a Colombia en Moscú y se clasifica a cuartos de final de la Copa del Mundo 2018. Sin embargo, a los 48 minutos del segundo tiempo, Yerry Mina se eleva en los cielos de la gran Rusia como se había elevado en los dos partidos anteriores y, con un cabezazo furioso, empata el marcador. Entonces, Gareth Southgate sufre. Se aflige ante la inminencia de su más temible enemigo: la definición por penales.

Como futbolista, Southgate tuvo una larga relación con la Selección inglesa. Jugó 52 partidos a lo largo de nueve años. Hizo dos goles, pero el hito por el cual quedó en la historia fue un penal errado. En la Euro de 1996, el entonces futbolista de Aston Villa falló el sexto tiro la definición de la semifinal contra Alemania. Fue el único en errar. Con el agravante de que Inglaterra era el anfitrión de la competencia y de que el encuentro se jugó en Wembley. Vaya si será parte del folclore popular, que hasta existe una canción que recuerda ese momento.

Los británicos ya habían sufrido algo parecido en el Mundial de 1990. También en semis, también contra Alemania, habían quedado afuera por penales. Los que habían fallado en aquella ocasión eran Chris Waddle y Stuart Pearce.

Imaginen la sorpresa de los fanáticos futboleros cuando el propio Southgate, con una bolsa de papel cubriéndole la cabeza, apareció junto a Waddle y Pearce en un comercial de una pizzería, burlándose del penal que él había errado para la mala fortuna de su país. Hoy es una joya de arqueología cinematográfica.

Básicamente, es una auto-burla. Waddle y Pearce usan reiteradamente la palabra “miss”, que tiene el doble significado de “señorita”, para referirse a la moza, y “errar”o “fallar”, para burlarse de Southgate por su famoso penal. La bolsa de papel, se supone, es por la vergüenza que le da ser visto en público después de haber protagonizado tan doloroso error. Luego de comerse una porción de pizza doble queso, dice sentirse mucho mejor. En el final, cuando el actual DT del seleccionado se pega contra el marco de la puerta, el comentario sardónico de los antiguos apuntados por el hincha es: “Esta vez le pegó al palo”.

Según una nota del diario The Guardian, Southgate se fue de vacaciones a Bali después de aquel penal, de aquel comercial y del escarnio público del que era víctima. Apenas llegado a su destino, pasó por un lejano templo budista donde lo recibió un monje y le dijo: “You Gareth Southgate, you England penalty drama” (Usted, Gareth Southgate, usted drama del penal de Inglaterra).

En 2012, Inglaterra también perdió por penales: fue con Italia, en cuartos de final. Los que fallaron en esa ocasión fueron Ashley Cole y Ashley Young. Increíblemente (o no tanto), Pizza Hut quiso hacer de nuevo un comercial con ellos dos, sumados a los tres de la publicidad anterior. Se negaron, y parece ser que fue Southgate quien les aconsejó no hacerlo: “Todavía hoy, cada día, cuando estoy caminando por la calle, se acerca alguien para recordarme ese comercial”.

La influencia de Southgate en la Selección es mucho más grande como entrenador de lo que fue como futbolista. Llegó en 2016 como interino para reemplazar a Sam Allardyce, quien renunció en medio de un escándalo de corrupción. Venía de hacer un buen trabajo en la Sub 21 y su continuidad fue una decisión que formó parte del plan integral de la Federación inglesa, ya que conocía muy bien a los jóvenes futbolistas que habían sido campeones Sub 20 y Sub 17 y que pronto iban a estar listos para dar el salto.

En Rusia 2018, la Rubia Albión finalizó en el cuarto lugar y cumplió una de las mejores actuaciones de su historia. En el camino hacia las semis, Southgate se vio cara a cara con sus demonios. El agónico empate de Mina no se rompió en el tiempo suplementario y el pasaje a cuartos de final se definió por penales. Esta vez no debía caminar el largo trecho hacia el punto de penal, ni elegir cómo rematar. Esta vez miraría todo desde afuera. Pero no desde tan afuera.

Radamel Falcao García marcó el primer disparo y Harry Kane igualó. Juan Guillermo Cuadrado y Marcus Rashford tampoco fallaron, al igual que Luis Muriel. Todos los fantasmas de 1996 aparecieron cuando Jordan Henderson falló y dejó a Colombia cerca de la clasificación. Sin embargo, Matheus Uribe estrelló el balón en el travesaño y Kieran Trippier enseguida igualó. En el quinto disparo, Carlos Bacca no pudo con Jordan Pickford y Eric Dier fue quien selló el triunfo inglés y cerró un capítulo de la vida de Southgate.

Sin embargo, como los demonios no siempre se van rápido, en la Euro 2020, Inglaterra y el entrenador volvieron a sufrir este karma. En la final contra Italia, en el mismísimo Wembley, fallaron los tres últimos shoteadores elegidos por Southgate: Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka. El local perdió y no pudo conseguir su primer título europeo y el primero desde el Mundial 1966.

Ahora, en Medio Oriente, Gareth Southgate podría reeditar un duelo contra un enemigo muy antiguo y poderoso.