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El poco descanso, un problema menor para la Selección Argentina

DOHA (Enviado especial) -- Esta Copa del Mundo es única por diversas razones que ya hemos abordado en estas páginas en más de una ocasión y desde diversos ángulos. Uno de ellas es el carácter concentrado del calendario. A diferencia de los últimos Mundiales, el de Qatar se disputará en 28 días, lo que obliga a tener menos descanso y más partidos por jornada. Hasta ahora, no había sido un problema, pero con el comienzo de los octavos de final empiezan las críticas de los protagonistas.

El primero que mostró su fastidio fue Lionel Scaloni, minutos después de que la Selección Argentina lograra la clasificación tras la gran victoria sobre Polonia: "Quiero decir que me parece una locura jugar dentro de dos días y unas horas más, cuando somos los primeros del grupo. Es una locura, no están dadas las condiciones para que así sea, pero es para los dos igual... La FIFA lo decidió así".

El encuentro en el estadio 974 finalizó el jueves 1 a las 00.00 y el choque frente a Australia en el Ahmad Bin Ali comenzará el sábado a las 22.00. Es decir que hay solo 72 horas entre los dos pitazos iniciales. ¿Qué se puede hacer en ese tiempo? Poco y nada. El jueves el plantel hizo ejercicios de recuperación a puertas cerradas en la Universidad de Qatar y el viernes será la práctica oficial previa al partido.

Recargar energías, analizar al rival y hacer algún movimiento táctico liviano. Es todo lo que puede planificar el cuerpo técnico en estas jornadas. Lo bueno es que no tiene jugadores lesionados ni tocados. Solo está la preocupación por Ángel Di María, quien tuvo una sobrecarga muscular pero estaría en condiciones de jugar el sábado. Es el único que no terminó al cien por ciento el duelo frente a Polonia.

Además, el equipo no tuvo un gran desgaste en su última actuación. Corrió siempre con la pelota y el que tuvo que esforzarse para recuperar y correr siempre desde atrás fue Polonia. La posesión fue del 74 por ciento y dio 868 pases en total, de los cuales el 92 por ciento fueron positivos. Es decir que el esférico recorrió muchos más metros que los jugadores, algo que sucede cuando un conjunto funciona.

Por otro lado, la tensión competitiva estuvo y eso le permitió al seleccionado nacional llegar al primer duelo de eliminación directa muy concentrado y enfocado en el objetivo. La derrota ante Arabia Saudita ya quedó licuada después de dos grandes triunfos y, sobre todo, de una soberbia actuación colectiva. Esa capacidad de recuperación primero y de concentración luego son una garantía y pueden combatir cualquier fatiga.

Está claro que los entrenadores prefieren llegar lo más descansados posible a las fases de definición. Por eso Scaloni protesta y lo hace con razón. Aunque Australia llegará con el mismo poco descanso y después de un encuentro mucho más exigente frente a Dinamarca. De todos modos, al igual que Argentina también utilizó a la mayoría de su plantel: 19 de 23 jugadores de campo contra 20 de 23 de la Albiceleste. Rodaje para casi todos, algo fundamental en esta instancia.

¿Tan grave es el desgaste y el escaso tiempo de descanso? No lo parece. Estos jugadores están acostumbrados a jugar cada tres días con pocos entrenamientos y mucha carga competitiva. Además, la gran mayoría está muy bien físicamente y el equipo está lleno de menores de 30 años. Y el otro aspecto positivo tiene que ver con el futuro: si avanza, Scaloni tendrá seis días para preparar el duelo de cuartos de final. Y si vuelve a ganar, tendrá un día más de descanso sobre su potencial rival de semis. Nunca está de más mirar el porvenir con optimismo.