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Argentina tuvo un día para recargar energías de cara a la final del Mundial

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¡La Selección Argentina disfrutó el día libre! (2:03)

Luego del gran triunfo ante Croacia, los jugadores recibieron a sus seres queridos y pasaron el día en familia. (2:03)

DOHA (Enviado especial) -- Con un día de descanso, Argentina comenzó la preparación para la gran final de la Copa del Mundo.

En torneos de semejante carga psicológica, emotiva y espiritual, el descanso mental es casi tan valioso como el descanso físico. Por eso, la primera tarea rumbo a la final del próximo domingo para la Selección Argentina fue la relajación total. El plantel disfrutó de un necesario día libre y de esa manera los jugadores comenzaron la preparación para el partido de sus vidas. Junto a sus familias y en reposo.

Fue la segunda jornada sin actividad desde el arribo a Qatar. La primera fue tras la sufrida victoria sobre Australia en octavos de final. Aquella vez, la tensión del juego había sido muy grande, mientras que ahora la tranquilidad comenzó incluso antes del pitazo final de las semis. Seis días separaron el choque contra los australianos del de los neerlandeses, algo similar a lo que sucederá ahora, cuando habrá un receso de cinco días.

Es decir que desde el jueves, Lionel Scaloni y su cuerpo técnico tendrán tres entrenamientos antes del duelo del domingo a las 18 en Lusail. Tres sesiones en las que sobre todo se trabajará en el plan del partido, ya con el rival confirmado. Todos los futbolistas están disponibles y algunos cada vez en mejor estado, como Ángel Di María, de quien no se necesitó el martes y podría jugar desde el comienzo.

Además, recuperará a los suspendidos Marcos Acuña y Gonzalo Montiel. También, tiene la satisfacción de haber vivido una semifinal mucho menos intensa de lo imaginado, en la que pudo darle minutos a los tres hombres de campo que no habían jugado: Juan Foyth, Paulo Dybala y Ángel Correa. El segundo tiempo transcurrió en una calma que cotiza muchísimo en todos los aspectos.

Este miércoles, muchos decidieron dejar la concentración de la Universidad de Qatar y salir a pasear con sus familias. Para despejar la cabeza y, al menos por un rato, pensar en algo más que en el desafío más grande de sus carreras.

Desde luego, quien no pudo hacerlo fue el capitán Lionel Messi. Consciente de que su figura despierta una admiración tal que hace imposible su contacto con la vía pública durante la Copa, el número diez recibió a sus seres queridos en la concentración y compartió en las redes sociales una multitudinaria foto con todos ellos.

La mayoría de sus compañeros sí decidió dejar el búnker universitario y dar una vuelta por Doha, ya cada vez menos colmada de hinchas pero todavía expectante por la gran final del domingo. Las calles de la capital están repletas de marroquíes, que han sido locales durante todo el certamen y ahora están pendientes del encuentro más importante de su historia. También proliferan los argentinos, por supuesto, como siempre y esta vez con un orgullo mayor.

El objetivo máximo está a solo 90 minutos de distancia. Estos días se transitarán entre la ansiedad porque llegue la hora señalada, el orgullo por lo conseguido y la certidumbre de que dejarán todo y más por la gloria.