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Paciencia y mucho trabajo

Oscar Taveras sabe que tiene que tener paciencia con la organización de San Luis. David Welker/Four Seam Images/AP Images

KANSAS CITY -- Mientras se decide si es material de cambio o espera su oportunidad en un futuro inmediato, Oscar Taveras sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: batear. Y añada: con poder. Y hacia la banda contraria.

"Bueno, también he mejorado bastante mi fildeo", comentó el jardinero central dominicano, tercero en la alineación del equipo del resto del mundo el domingo en el Juego de Futuras Estrellas de MLB.

Desde que firmó con los Cardenales de San Luis en 2008, Taveras es reconocido como el mejor bateador puro de la organización. Ha sido comparado con Vladimir Guerrero y Alfonso Soriano y luce como un potencial jardinero derecho por la combinación de poder y brazo que ha mostrado. En 2011, fue el jugador del año en la organización al batear para .386, ocho jonrones y 62 impulsadas en 78 partidos en la Clase A fuerte y en lo que va de 2012, registró una primera mitad impresionante al batear .322, con 17 jonrones y 63 impulsadas con Springfield, la filial Doble A de la organización.

Pero con 20 años cumplidos, y con abundancia de talento en los jardines de San Luis, Taveras sabe que la paciencia es su mejor arma, particularmente cuando los Cardenales han reiterado que el prometedor jardinero no es material de cambio. Carlos Beltrán, John Jay y Matt Holiday patrullan regularmente los bosques y otros como Adron Chambers, Shane Robinson, Erik Komatsu y hasta Allen Craig reciben sus oportunidades.

"He venido trabajando mucho desde que firmé y el equipo está muy contento con mi desarrollo", comentó el puertoplatense. "Ellos quieren que siga trabajando duro, porque la idea es ser el futuro jardinero central de los Cardenales. Quieren que perfeccione más el fildeo y eso va mejorando. Si me suben este año o el próximo, solo Dios sabe".

"Tuve una buena primera mitad, me llevé el MVP del juego de estrellas de mi liga", agregó. "Esas son las cosas que ellos esperan de mí y lo estoy haciendo. De lo demás no tengo control, solo trato de mejorar mi juego día a día".

A la defensiva, el zurdo Taveras pule pequeños detalles en el jardín central, la posición que juega con más frecuencia. Al bate, su mejor ajuste es la disciplina en el plato.

"Lo más que trabajo son los batazos largo, cómo salirle, pero en mi rutina trabajo todos los detalles", dijo. "En esto, John Jay me ayudó mucho con sus consejos durante el entrenamiento primaveral. En el bateo, antes tenía mucho problema con los pitcheos afuera, pero he corregido algunas cosas y estoy bateando mucho mejor hacia el izquierdo".

Taveras queda como la principal esperanza de su familia de llegar a las Mayores. Su hermano mayor, Raul Taveras firmó con los Gigantes de San Francisco, pero se quedó en el camino. Su padre, Francisco Taveras jugó varios años con la organización de los Cerveceros de Milwaukee, pero no pasó de Triple A. No obstante, ambos le sirven de inspiración.

"Mi hermano fue quien me llevó al béisbol", señaló. "Me enseñó mucho y es todavía mi ídolo. Todavía me da consejos y me llevo muy bien con él. Mi padre es un hombre de pelota, toda la vida. Aprendí mucho con él y gracias a ellos estoy aquí".