SAN DIEGO -- Perdonen a Philip Rivers por no poner mucha atención a Danario Alexander cuando llegó al vestuario de los San Diego Chargers a finales de octubre pasado.
No era nada personal, pero Rivers se había acostumbrado a ver a varios receptores unirse al equipo durante la temporada. Después de todo, Rivers tuvo que trabajar con 17 receptores distintos durante la temporada del 2010. Después de un tiempo, simplemente se habían convertido en rostros.
Sin embargo no tomó mucho tiempo para que Alexander se convirtiera de ser un receptor más del grupo de uno de los blancos favoritos de Rivers.
"Honestamente, no le di mucha importancia de inmediato", declaró Rivers. "Pero eso cambió rápidamente".
Alexander, 6 pies con 5 pulgadas y 217 libras de peso, comenzó a hacer jugadas y a sorprender a jugadores y entrenadores casi instantáneamente.
"Pasó de '¿Quién es este tipo?' a '¿Cómo le hicimos para tener la oportunidad de conseguirlo?'. No podía creer que había salido de la calle. Él debía haber estado en una plantilla", señaló Rivers. "Pensé que era un jugador de emergencia, Después fue, 'Santo cielo, necesitamos a este jugador. Debemos tenerlo en el campo'".
Sorprendentemente, Alexander --un estelar en Missouri que estuvo plagado de lesiones en la universidad-- fue titular con San Diego ante los Cleveland Browns en apenas su segunda semana con el equipo y después de sólo cuatro prácticas.
Alexander tuvo impacto inmediato y se mantuvo en ascenso. Tuvo 37 recepciones para 658 yardas (con un sorprendente promedio de 17.8 yardas por recepción) y siete touchdowns en 10 partidos.
Es extraño para los jugadores tener esa clase de impacto después de firmar con un equipo durante la temporada. Rivers tenía razón: Alexander, de 24 años de edad, fue firmado como jugador de emergencia. Pero se convirtió en parte integral de la ofensiva de San Diego, y es parte del plan para el nuevo equipo.
Los Chargers estaban preocupados de que Alexander recibiera una oferta de contrato como agente libre restringido y dejara al equipo. Rivers dijo que tenía "temor" de que Alexander se marchara durante la temporada baja. Se habló mucho de que algunos equipos consideraban seriamente extender una oferta a Alexander, sin embargo nunca sucedió.
Con Alexander bajo contrato, San Diego planea utilizarlo ampliamente. Probablemente estará al frente de la rotación junto a Vincent Brown) quien está de vuelta luego de que una fractura de tobillo pusiera fin a su segunda temporada), Malcom Floyd y el recluta de tercera ronda del draft, Keenan Allen.
Habrá un lugar para Alexander debido a su tamaño y sus habilidades. El nuevo entrenador en jefe, Mike McCoy, no estaba en el equipo cuando los Chargers encontraron oro con Alexander. Pero eso no significa que no está emocionado por dirigirlo.
"Mostró lo mismo esta primavera que lo que vimos en los videos cuando me hice cargo del equipo", sentenció McCoy. "Tiene capacidad para realizar jugadas grandes. Ha trabajado duro, y ha aprovechado su oportunidad aquí.
Rivers indicó que ha visto progreso en Alexander esta primavera y espera que sea aún más fuerte esta campaña, después de disfrutar toda la temporada baja y el campamento de entrenamiento junto a Rivers y el resto de la ofensiva. Rivers y Alexander desarrollaron su química rápidamente la temporada pasada. Y Rivers señaló que los dos aún se mantienen en sincronía.
Alexander está emocionado por tener esta oportunidad después de luchar con las lesiones. Era un prospecto con altas calificaciones al salir de la universidad. En el 2009, tuvo 113 recepciones para 1,781 yardas y 14 touchdowns.
Sin embargo, Alexander no pudo mantenerse sano. Se desgarró el ligamento cruzado anterior dos veces en la universidad y se lesionó durante el Senior Bowl previo al draft. Pasó algún tiempo con los St. Louis Rams, pero no tuvo impacto. Realizó varias audiciones antes de ser firmado por los Chargers.
"El año pasado fue muy satisfactorio debido a todo lo que pasé", expresó Alexander. "Mantenerme sano y recibir la oportunidad fue clave para mí. Sé que lo que sucedió el año pasado nunca pasa en la NFL. Los jugadores por lo regular no salen de la calle y se convierten en titulares. Pero tenía confianza en mí mismo".
Alexander espera que su carrera siga en ascenso, pero se enorgullece de haber sorprendido a todos cuando llegó.
"Veían lo que estaba haciendo con el balón después de la recepción en las prácticas y todos decían, '¿De dónde vienes?'", recordó Alexander. "Todos iban a casa y me veían en internet. Los chicos querían conocer mi historia".
Ahora, en San Diego, todo lo que les importa es el futuro de Alexander.